miércoles, 17 de marzo de 2010

Científicos llegan al fin del mundo

Debido al derretimiento que está sufriendo el Ártico, este año el rompehielos Arctic Sunrise llegó a lugares antes inaccesibles. El objetivo: documentar uno de los efectos más graves del cambio climático
Para saber qué pasa en el Ártico, por primera vez y a bordo del rompehielos Arctic Sunrise, un grupo independiente de científicos, así como un equipo de fotógrafos y videógrafos de Greenpeace, realizaron una documentación exhaustiva de cuatro meses para constatar los impactos del cambio climático en la región.

Cuando nos referimos al Polo Norte es común pensar en un lugar cubierto de hielo, en osos polares retozando en la nieve, ágiles focas, morsas, pingüinos, ballenas y diversos tipos de aves. Sin embargo el paisaje es muy distinto, pues desde mediados de la década de 1990 este ecosistema se está deshielando y cada vez es más acelerado ese proceso, lo que pone en riesgo la vida en todo el planeta.

Los científicos que investigan los efectos del cambio climático han documentado, con mapas satelitales, los desprendimientos de bloques de masa gélida que se funden en el Océano Atlántico. La alerta se incrementó en julio del 2008, cuando un pedazo de hielo de 28.4 km² se desprendió del glaciar Petermann, uno de los más importantes de Groenlandia.

En 2009 la expectativa se incrementó ante la alerta de otro posible desprendimiento del Petermann, mucho más grande y equivalente al tamaño de la isla de Manhattan, de aproximadamente 59.5 km².

Los científicos a bordo del barco fueron los doctores Jason Box de la Universidad de Ohio; Alun Hubbard, glaciólogo de la Universidad de Gales; Gordon Hamilton y Leigh Stearns de la Universidad de Maine; Fiamma Straneo del Instituto de Oceanografía de Wood’s Hole y Peter Wadhams de la Universidad de Cambridge.

El primer objetivo de la expedición fue llegar a la costa oeste de Groenlandia y cruzar lo más pronto posible el Estrecho de Nares, que podía ser inundado con hielo marino en cualquier momento. Una de las primeras sorpresas para Jason Box y el resto de la expedición fue que el hielo marino no era tan denso y que el Arctic Sunrise seguía navegando por zonas en las que originalmente habría sido imposible entrar con un rompehielos.

Los científicos también constataron que en el Petermann se han formado dos grietas muy grandes y varios canales con agua de deshielo, producto de la circulación de aguas cálidas procedentes del Océano Atlántico. Uno de los canales más grandes atraviesa un extremo del glaciar y fue recorrido en kayak por el equipo científico: ¡nadie había hecho antes cosa semejante!

En las zonas donde el hielo es más denso, se instaló un sistema de monitoreo con foto fija que puede enviar imágenes vía satélite sobre cada movimiento de las placas de este glaciar y documentar su desprendimiento.


En la segunda etapa de la expedición, Alun Hubbard y su equipo encontraron que el deshielo en la parte baja del glaciar Petermann es 25 veces más rápido que en la superficie. El equipo documentó, con diversas pruebas, que las aguas cálidas del Océano Atlántico siguen penetrando, cada vez con mayor intensidad, por el fiordo de Sermilik, en el sudoeste de Groenlandia.

En la tercera etapa, durante el mes de septiembre, se constató que el deshielo está afectando de manera directa al oso polar, especie icónica del Ártico. Los osos polares son excelentes nadadores y descansan en los bloques de hielo que flotan en el océano, pero estos bloques son cada vez más pequeños y distantes, los osos polares se ahogan antes de llegar a ellos y cada vez es menor su población.

El doctor Hubbard confirmó que el calentamiento de los océanos juega un papel importantísimo en el adelgazamiento de la capa de hielo en los glaciares externos de Groelandia. De continuar esta tendencia, en un lapso no mayor a cinco años la mayor parte del hielo marino podría desaparecer en la época del verano, y para 2030, el Océano Ártico estará completamente libre de hielo en cada verano.

De julio a septiembre de 2009, Greenpeace y los científicos a bordo del Arctic Sunrise informaron al mundo sobre los graves efectos del cambio climático en el Ártico, por medio de fotos, video, audio, blogs y tweets. Nuestra oficina en México le dio un gran despliegue a estos esfuerzos por medio de un micro sitio que fue visitado por miles de personas.

Tomado de:
El Universal



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