“Pero, su Excelencia, ¿cómo pudo en el “Comentarios Eleison” (214) de la semana pasada poner en duda, como lo hizo, la sinceridad y buena fe de los oficiales Romanos que únicamente están intentando dar fin a la alienación de la Sociedad de San Pío X de la Iglesia oficial? Los comparó con los Griegos que deliberadamente engañaron a los Troyanos utilizando al Caballo de Troya. ¡Pero sitodo lo que quieren es superar la larga y dolorosa división entre los Católicos de la Tradición y la Autoridad de la Iglesia!”
Respuesta, uno no necesita poner en duda la sinceridad y buena fe de estos Romanos. ¡Ahí, precisamente, está el problema! Después de casi 500 años de Protestantismo y Liberalismo nuestra era está tan confundida y perversa que el mundo está hoy en día lleno de personas que hacen el mal aún cuando están convencidas de que están haciendo el bien. Y entre más convencidas están estas personas de que están haciendo el bien, más peligrosas pueden llegar a ser porque con una mayor fuerza de la sinceridad subjetiva y buenas intenciones empujan hacia obrar mal objetivamente, y arrastran a otros consigo. Entre más sinceramente convencidos estén los Romanos de hoy en día de que su Nuevaiglesia está en lo correcto, más eficazmente destruirán la verdadera Iglesia.
“Pero, su Excelencia, ¡sólo Dios juzga las intenciones de ellos!”
Cuando está en juego la defensa de la Fe, las intenciones subjetivas son comparativamente poco importantes. Si es con buena intención que los Romanos tratan de jalar a la FSSPX a la corriente de la Iglesia oficial, pueden agradarme personalmente pero aborreceré sus errores. Si sus intenciones no son buenas porque saben que están intentando destruir la Fe verdadera, entonces no serán de mi agrado e igualmente aborreceré sus errores. El que sean agradables o no, así como el que sean o no de mi agrado, es de poca o nula importancia comparado con esos errores a través de los cuales están, objetivamente, destruyendo a la Iglesia.
Cuando hombres agradables están haciendo proselitismo basándose en errores terribles, es demasiado fácil decir o que sus errores son tan agradables como ellos, en cuyo caso los hombres nos inclinan hacia el liberalismo; o que los hombres son tan terribles como sus errores, en cuyo caso los errores de los Papas Conciliares nos inclinan al sedevacantismo. Pero la realidad actual es que nunca en toda la historia de la humanidad ha sido tan sencillo para los hombres ser al mismo tiempo tan agradables como sus errores horribles. Esa es nuestra era. Lo veremos peor únicamente bajo el Anticristo, pero son sus precursores que ya están dirigiendo al mundo hacia su ruina.
Mientras tanto, los Romanos que el 14 de Septiembre van a reunirse con los líderes de la FSSPX están ciertamente convencidos de que había que remodelar la Iglesia según el Vaticano II, yen ese caso están en un grave error, pero pueden ser escogidos por su encanto personal para ayudar a acercar a la FSSPX a la Roma oficial. Entonces no se sorprendan, queridos lectores, si a la FSSPX se le hará ver como si estuviese rechazando las nobles ofertas y buenas intenciones de Roma, pero ese no será el caso. Cualquier rechazo de la FSSPX será únicamente con respecto a los terribles errores. ¡Que viva la Roma verdadera! ¡Que vivan los Romanos encantadores! ¡Pero que mueran sus errores!
”Su Excelencia, ¿cuál es su error esencial?”
El poner al hombre en el lugar de Dios. Están cayendo en la apostasía y llevándose consigo a un sinfín de almas.
Kyrie Eleison