jueves, 19 de agosto de 2010

El cuerpo incorrupto de San Vicente de Paúl

La Iglesia de San Vicente de Paul, París

La Iglesia fue construida en 1826-1827.
-Las reliquias de San Vicente se trasladan aquí el 25 de abril de 1830, el mismo año de las apariciones.
-El altar mayor se construye en 1854 con donaciones de una multitud de fieles.

Al entrar en la Iglesia se ve sobre el altar la urna de plata que contiene los restos de San Vicente de Paul. Se puede subir por las escaleras laterales para venerarlo de cerca. Su rostro y manos están cubiertos de cera en una fiel representación de sus facciones. El cuerpo está revestido con los ornamentos sacerdotales y el crucifijo que sostiene entre sus manos es posiblemente el mismo con el que ayudó a bien morir al Rey Luis XIII.

El corazón, que le había sido extraído en la muerte, se encuentra actualmente en la capilla de las Hijas de la Caridad, en Rue du Bac, 140.

Después de la Revolución francesa, el gobierno dio a los Sacerdotes de la Misión como "Casa Madre", el edificio No 95 de la calle Sevres, en sustitución del antiguo priorato de San Lázaro. Por iniciativa de Pueblo de París, muy vinculado con San Vicente de Paul, se hizo una suscripción pública para pagar la urna que el Arzobispo de aquella época encargo al orfebre Odiot y mandó colocar en la capilla, el 25 de abril de 1830. El grupo esculpido en la parte superior de la urna representa a San Vicente subiendo al cielo, acompañado de unos ángeles que llevan los emblemas de la Fe, Esperanza y Caridad.

En la Iglesia se conserva también el recuerdo de tres otros sacerdotes de la misión: el Padre Etienne, antiguo superior general, cuya lápida mortuoria está situada en el pasillo central; los santos Francisco Régis Clet (+1820) y Juan Gabriel Perboyre (+ 1840), martirizados ambos en China y cuyas tumbas se encuentran en los laterales.

El Santísimo Sacramento está habitualmente reservado en la Capilla de la Santísima Virgen, en la nave lateral izquierda; la capilla de la nave lateral derecha está dedicada a San José.

La iglesia forma parte de la casa madre de los Sacerdotes de la Misión.

Muchos misioneros han partido desde esta Iglesia para llevar el evangelio a lejanas tierras. Al observar el deplorable estado moral en que se encuentra el París actual, la Iglesia es un oasis de fe, oración y recogimiento. La misión de evangelizar puede empezar en su puerta




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