Saltillo, Coahuila. Se encontraba el padre Christian Figueroa en una comunidad rural alejada más de una hora de Arteaga, alistaba los vasos sagrados para dar misa cuando descubrió que en el maletín de las hostias y el vino para consagrar faltaba el libro de los ritos y las lecturas, sin él era imposible celebrar.
En el siglo pasado solo tendría dos opciones, regresar por él a la parroquia o no oficiar misa, pero en el 2010, Christian tuvo otras posibilidades, bajar los ritos de alguna página de Internet, ya sea con su blackberry o con la laptop que siempre carga. La segunda fue la opción elegida, y aquella fue una misa con ayuda cibernética, usando una computadora encima del altar en vez del tradicional misal, desde donde también se leyeron las dos lecturas y el evangelio, además de la consagración y el resto de las oraciones.
“Si no hubiera llevado la computadora, pues usaría la blackberry, porque ahora la tecnología facilita todo esto”, expresa quien tiene escasos cinco meses que fue ordenado sacerdote y asignado como vicario a la parroquia de San Isidro Labrador, en Arteaga.
Christian pertenece a una nueva generación de curas que tienen Facebook, tuitean, usan mensajes SMS para dar consejos e impartir oraciones, o consultan páginas web especializadas para preparar sus homilías.
Como él, hay cientos, miles quizá, según manifiesta Jorge Alberto Hidalgo Toledo, editor de la Comunidad Virtual de Comunicadores y Empresarios Católicos, que se encarga de los contenidos en comunidades virtuales de la página www.catholic.net, la web católica más visitada en América Latina.
Continente digital
El también coordinador de la carrera de Comunicación en la Universidad Anáhuac de la Ciudad de México señala que si bien desde el pontificado de Juan Pablo II se usaron las plataformas de Internet en servicio de la evangelización, fue hasta ahora con Benedicto XVI que la Iglesia comenzó a hablar el lenguaje de la web.
“En sus mensajes el Papa Benedicto XVI hizo alusión a que tenemos que evangelizar el Continente Digital”, dice Jorge Alberto, refiriéndose a los millones de cibernautas que navegan actualmente en Internet.
Fue debido a eso que por primera vez el Sumo Pontífice pidió a los sacerdotes de todo el mundo que “se alfabetizaran digitalmente”, dominando y obteniendo éstas tecnologías para usarlas al servicio la religión.
Cuando preguntamos a Jorge Alberto cómo debía de ser el sacerdote de hoy, contestó que debía saber utilizar el Internet para desarrollar búsquedas y aplicarlas en diferentes plataformas, ya sea videos, audios, interactivos, comics, entre otros y que para ello basta con tener una laptop con Internet y un teléfono celular.
"Bendito" Facebook
Christian es uno de esos alfabetizados, desde que estudiaba en el seminario conoció el Internet y supo sacarle provecho, primero para sus estudios eclesiásticos y luego para usarlos en predicar el evangelio.
“Soy de los que siempre cargo mi laptop, mi cañón, para de una manera más fácil, más práctica, más pedagógica, predicarle a la gente”, señala el sacerdote, quien dice que lo mismo lo utiliza en una comunidad rural que en otra de estrato social más alta como San Pablo Apóstol.
Pero no es lo único que utiliza, para ello carga su blackberry con Internet, para estar siempre actualizando su Facebook, que advierte, se ha vuelto en una gran herramienta de comunicación y un medio para transmitir la palabra de Dios. “Bendito Facebook, porque a veces no tienes tiempo para estar al pendiente de todos, y pues es un medio para saber cómo están tus feligreses”, señala Christian.
Platica que de ordinario sube a Facebook alguna frase o reflexión, de manera peculiar, por ejemplo, escribe “Christian hizo una llamada al teléfono del padre Kentenich y le dijo…”, y anexa una frase de ese piadoso personaje católico, o “Christian habló con Santa Teresa y le contó…”, luego de lo cual la gente escribe comentarios de que esas frases ayudaron en su vida espiritual.
Asegura que es sacerdote digital desde que se levanta, pues antes que cualquier cosa checa su Facebook, incluso antes de abrir su correo electrónico, dice que para estar al tanto de cómo está su feligresía, pero además, usa el Internet para preparar sus homilías de cada día.
“Tengo misa de ocho de la mañana todos los días, ahí en la computadora tengo todo, del Internet saco mi reflexión, procuro preparar las reflexiones de toda la semana y la del domingo, todo desde mi laptop, ahí están todas, archivadas, consultando páginas de Internet y otras herramientas, porque incluso puedo encontrar ahí la Biblia virtual, y miles de libros y otras aplicaciones”
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