“La transformación está por ocurrir. En 2012 habrá sin duda un cambio pero no será el fin del mundo”, asegura William Gladstone, antropólogo y matemático, quien ha escrito el libro Los Doce, donde a través de un relato novelado explica cómo varias de las civilizaciones antiguas habían augurado este cambio, pero ninguna tan exactamente como la cultura Maya, a través de su calendario. De visita en México para promover su obra, William Gladstone asegura que 99% de lo escrito sobre las predicciones en el calendario Maya son especulaciones y concluye que lo único verídico, de acuerdo con sus investigaciones, es que una era, que duró 26 mil años, termina el 21 de diciembre de 2012.
“Los individuos podrán percibir o ignorar los cambios específicos que ocurrirán en sus vidas, pero la transformación será enorme y aumentará con el tiempo”, dice. Con base en sus viajes, vivencias personales y estudios, el autor escribe Los Doce, donde muestra cómo las culturas antiguas instaladas en Jerusalén, Atenas, Japón, Estambul, India, Londres China y México, habían calculado el final de la época.
Los Doce, novela traducida en 20 idiomas y leída en casi 50 países, muestra cómo Max Doff, personaje de su libro, tiene una experiencia cercana a la muerte a sus 15 años, donde una visión le revela los nombres de 12 individuos únicos. Aunque no comprende la importancia, el chico no puede dejar la idea de que eso tiene un gran significado.
“La idea creativa nació hace 30 años con mi experiencia de casi morir. Por eso la primera mitad de la novela, 100 hojas, es una autobiografía que me resultó fácil de escribir. Este es el único libro escrito como novela que cuenta el lado positivo de las profecías mayas”, comenta en entrevista.
Negó que este texto sea oportunista y con fin de lucro, pues en un inicio su motivación fue la escritura de un guión para una película. “Lo del libro se presentó cuando por cuestiones económicas se suspendió la posibilidad en el cine. Todo se dio fácilmente. Mi trabajo es por amor y mi única intención es abrir los ojos a las personas, especialmente a aquellos que tienen poder de decisión, para que se transformen”.
Gladstone quiere llamar la atención sobre la necesidad de cambio en los sistemas económicos, políticos, ecológicos, pues con la dinámica con la que actualmente avanzan, dice, ya han tenido un deterioro en el que, por ningún motivo, se puede concebir una continuidad positiva.
Asegura que su vida está plagada de una sucesión de anécdotas, coincidencias y sucesos aparentemente extraños, “motivados o dirigidos no sé por quién”, que lo han convencido de que él tiene la misión de mostrar al mundo la realidad de las profecías mayas.
Dice que ninguna de profecía dicta algo negativo, sólo un mundo nuevo para el 22 de diciembre de 2012, sin la necesidad de una destrucción del universo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario