jueves, 31 de marzo de 2011

Reflexiones sobre la ignorancia religiosa y sus funestas consecuencias





1. “Cuando al espíritu envuelven las espesas tinieblas de la ignorancia, no pueden darse ni la rectitud de la voluntad y las buenas costumbres, porque si caminando con los ojos abiertos puede apartarse el hombre del buen camino, el que padece de ceguera está en peligro cierto de desviarse” El Papa San Pío X Acerbo nimis acerca del la enseñanza del catecismo.


2. “Extraviada y ciega (la voluntad) por las malas pasiones, necesita un guía que le muestre el camino. Éste guía es la propia razón; mas si a la razón falta aquella luz, hermana suya, que es la ciencia de las cosas divinas, vendrá a suceder que un ciego guíe a otro ciego y ambos caigan en el pozo” El Papa San Pío X Acerbo nimis acerca del la enseñanza del catecismo.


3. A la ignorancia religiosa atribuye San Pío X el que muchos “tengan por lícito forjar y mantener odios contra el prójimo, hacer contratos inicuos, explotar negocios infames, hacer préstamos usurarios y constituirse en reos de otras prevaricaciones semejantes haciendo el número de sus iniquidades mayor que el de los cabellos de su cabeza”.


4. “La ignorancia, que es una madre pésima, tiene dos hijas, que no son menos pésimas que ella, a saber, la falsedad y la duda. Aquella es más miserable, ésta más digan de compasión,. La una es muy perniciosa, la otra muy molesta”.


5. “El estado de riqueza material y de indigencia religiosa es seguido siempre de una de aquellas catástrofes gigantescas que la tradición y la historia graban perpetuamente en la memoria de los hombres”. Donoso Cortes


6. “La ignorancia religiosa no se combate con naderías espirituales; ni se va a la conquista de los espíritus fuertes con literatura religiosa de simple emoción”. Mons. Goma.


7. “Causa favorecedora de la incredulidad es la ignorancia religiosa lamentable, que existe en materias de religión, juntamente con el prurito y desenfado de pretender discurrir toda clase de cuestiones sin conocerlas ni estudiarlas” Guissola


8. “Muchos de los que se llaman católicos, ignoran todo lo referente a los dogmas de la fe, así como el valor y amplitud de los preceptos de la moral cristiana” Guisáosla


9. El conocimiento de nuestra sacrosanta religión ha de corresponder a la edad y a la cultura del individuo; si no corresponde, si es deficiente, viene la ruina de la fe, o por lo menos, el peligro de la misma” Pla y Deniel.


10. Cuidado a las revistas y libros malos: “No recibas la semilla que podrá corromperte la fe, sino arráncala de raíz antes que florezca; no sea que por descuidarte al principio tengas que recurrir después al hacha y al fuego” Tomados de A. Koch, SJ. y A. Sancho. Docete, tomo V el hombre y Dios, Barcelona, Herder, 1954, p 523

LA PSICOLOGÍA DE LA CONFESIÓN

El gran Padre de la Iglesia, Tertuliano, escribió una frase, cuya exactitud y verdad profunda ha sido reconocida por todos los escritores católicos: El alma humana es naturalmente cristiana.


Quiere decir, que la naturaleza y las tendencias del alma humana son tales, que responden admirablemente a los preceptos de la moral de Jesucristo, y que tiene tales intuiciones, por su propia naturaleza, que postulan por efecto, una armonía, un acuerdo perfecto entre las aspiraciones de nuestra alma, cuando se le deja seguir sus impulsos naturales y el pensamiento o idea divina.
Por eso José de Maistre pudo escribir: "El cristianismo ha revelado el hombre al hombre... ha puesto a descubierto sus antiguos cimientos, los ha despojado de toda escoria, de toda mezcla extraña, los ha honrado con el sello divino, y sobre esos fundamentos naturales, ha establecido su teoría natural de la penitencia y de la confesión sacramental".


Hay , en efecto, una hermosa psicología de la Confesión sacramental que usa el catolicismo. Esta institución divina responde a un triple deseo que todos experimentamos naturalmente después del pecado; deseo o necesidad de comunicar a otro el secreto de nuestra conciencia; deseo del perdón, y deseo de la conversión. Y así la confesión se manifiesta profundamente humana, al mismo tiempo que soberanamente divina.


Los protestantes no pueden menos que reconocer estas tres tendencias o necesidades del alma, pero tratándose de la Confesión, los que la admiten (pues no todos lo hacen), dicen que responde al primer deseo natural de la confidencia, y como esta tendencia es para encontrar algún consuelo, hacen de la Confesión una ceremonia de Consolación, como la llaman. Pero negando a la Confesión el carácter de Sacramento instituido por Jesucristo para perdonar los pecados, ya para ellos no responde, ni al segundo, ni al tercero de esos deseos naturales, y por el mismo hecho frustran completamente el efecto del consuelo que pretenden buscar en la confesión a otro de los pecados propios, en esa ceremonia de la consolación, que han establecido.


Que el hombre experimente esa necesidad de descubrir a otro su falta, es algo evidente; ésta es una de las pruebas y las ventajas de la amistad verdadera. Se busca a un amigo fiel y en el seno de la amistad se deposita el secreto que atormenta la conciencia. Hay un instinto contrario, es verdad, el del silencio, el de ocultar la falta y borrar su huella, para escapar al desprecio publico y al castigo. Pero este segundo instinto no hace más que resaltar la fuerza del primero. En realidad el antagonismo no es sino aparente. El culpable busca un refugio en la compasión de un amigo sólo, contra el implacable rigor de todos los demás; se abre a la amistad y se cierra a la enemistad.


¿De donde viene ese deseo de confidencia? De que la culpa pesa sobre la conciencia como un fardo, y se le quiere echar fuera, para libertarse de él.


Admirablemente, un poeta incrédulo francés Sully-Prudhomme en un célebre soneto, refiere a esta inquietud de su alma y el deseo de libertarse de ella así: 


"Uno de mis grandes pecados me seguía paso a paso, quejándose de envejecer en un cobarde misterio. Entre los dientes del remordimiento, no podía callarse y hablaba en voz alta sólo, cuando yo no velaba. Queriendo librarme de ese pecado secreto echándolo en el seno de un buen depositario, hice, por la noche un agujero en la tierra, y allí confesé en voz baja mi falta a Dios."


De esta manera, alegórica, el poeta describe el hondo peso del pecado sobre la conciencia, y el deseo que produce de arrojarlo lejos de sí, por una confidencia a un buen depositario.


Como todos los hombres, buscaba en la confesión del pecado el consuelo y la paz del alma. Pero incrédulo como era, no buscó un sacerdote que le hubiera librado más seguramente por el perdón de ese triste peso. 


En efecto si nos detenemos un poco a reflexionar como el hombre espera el consuelo con el hecho de confiar a otro su falta, veremos que detrás de esa confesión hay siempre la esperanza del perdón, que es la segunda tendencia del alma que he hablado. Vagamente se tiene la persuasión de que el amigo al ver la confianza que en el depositamos nos perdonará de algún modo, la falta. Porque no es solamente el deseo de humillarse por lo que confiesa el hombre su culpa. Eso es contra la naturaleza y el amor propio; no, el hombre en la confesión de su falta, busca la ventaja de la rehabilitación, que hará que cesen los remordimientos y le vuelva la paz perdida.


Todos los criminalistas aseguran que la mayor parte de los criminales acaban por confesar su culpa, más o menos tarde, pero deseosos de encontrar así una rehabilitación que les de la paz. Si, pues, en la confesión no se encuentra ese perdón, esa rehabilitación, no habrá el consuelo de la paz recobrada. Esto es lo que en realidad sucede con la Consolación protestante, confesión falsificada, que no consigue su objeto, porque no cree el protestantismo en el perdón de los pecados por esa Confesión.


El mismo poeta Sully-Prudhomme en la segunda parte de su soneto lo revela también:


¡Feliz el asesino a quien absuelve la mano de un sacerdote! No ve ya reaparecer la sangre que lavó, después de aquella hora tenebrosa en que dio el golpe mortal. Yo confesé un crimen menor a los oídos divinos; y donde yo lo dije, la tierra hizo brotar una espina... Pero nunca he sabido si estaba perdonado...

lunes, 28 de marzo de 2011

Sólo un instante de felicidad

La anciana de la imagen que cierra los ojos extasiada dejó por un instante de pensar en su futuro y en su pasado más cercano. Se concentró exclusivamente en el presente.


Su pasado es fácil imaginarlo: Lo perdió todo el día en que galoparon los jinetes del Apocalipsis sobre Japón. Primeró vivió la intensidad de un terremoto nunca sentido en su larga vida (9 grados en la escala de Richter) y luego su casa fue arrastrada y destruida por el empuje infernal del tsunami, una pared de océano de hasta 14 metros de altura que engulló la tierra donde ella vivía: Fukushima.


Es fácil imaginar el trauma por el que ha pasado la anciana observando de nuevo las imágenes del tsunami arrastrando todo a su paso. Y si este pasado reciente de la anciana es espeluznante, qué decir de su futuro. No sabemos qué suerte corrieron sus familiares y amigos, pero lo que le espera por delante es un centro de acogida y una pesadilla nuclear en ciernes, con una central atómica no muy lejos de allí, donde las autoridades luchan por evitar que siga filtrando radiactividad letal que podría contaminar durante muchos años su tierra y su cuerpo.


Sin embargo, hay algo que, por su edad, debe haber vivido. Japón fue castigado doblemente por EU con un infierno nuclear —Hiroshima y Nagasaki—, pero Japón es también el país que se levantó de esas ruinas y supo mirar al futuro sin ira, progresando hasta convertirse en una superpotencia económica y pacífica. Este pasado resuelto exitosamente es el que da esperanzas a los japoneses en el futuro; también a la anciana.


Pero no insistamos más con su pasado o su futuro; centrémonos de nuevo en el presente, en ese momento de relajación que siente la mujer gracias a que al centro de acogida donde está refugiada llegó ayer un equipo de niños voluntarios para hacer a todos la vida más agradable.


El niño probablemente no ha dado un masaje en su vida y sus pequeñas manos sean inexpertas, pero esos segundos de masaje sobre los hombros son suficientes para devolver a la anciana un instante de alegría, de esperanza en la vida. No más temblores, tsunamis ni radiaciones, sólo unas pequeñas manos dando un pequeño e inexperto masaje. 


¿No es este presente la imagen misma de la felicidad?



Fuente

domingo, 27 de marzo de 2011

Muere José Comblin representante de la Teología de la Liberación

El sacerdote belga José Comblin, uno de los más importantes representantes de la Teología de la Liberación y que llegó a ser expulsado de Chile y de Brasil por sus ideas, murió hoy a los 88 años en la ciudad brasileña de Simoes Filho de causas naturales, informaron fuentes eclesiásticas.

Comblin, un estudioso de la Iglesia de América Latina y autor de obras como "Teología de la Liberación", "Teología de la Azada" e "Ideología da Seguridad Nacional", murió en la pequeña ciudad de Simoes Filho, en el estado de Bahía (nordeste) y a donde había acudido para dar un curso a comunidades de base.

El sacerdote, que tenía problemas cardíacos y usaba marcapasos, fue encontrado muerto en el cuarto en el que estaba alojado por otros religiosos que lo esperaban para la oración matinal y que extrañaron su demora.

El cuerpo del religioso belga será velado hoy en la ciudad de Salvador, capital regional y próxima a Simoes Filho, y sepultado en una pequeña población del empobrecido estado brasileño de Paraíba según sus deseos, dijeron a Efe voceros de la Archidiócesis de Barra, también en el estado de Bahía y en donde residía.

Comblin fue uno de los seguidores y principales asesores del obispo brasileño Hélder Cámara, el defensor de los derechos humanos y de la opción de la Iglesia por los pobres que llegó a ser conocido durante la dictadura brasileña como el "obispo rojo".

Además de especializarse en estudios sobre la Iglesia latinoamericana, el religioso belga contribuyó en la construcción de la Teología de la Liberación, especialmente de la dirigida a los agricultores pobres y a los habitantes de comunidades rurales.

Comblin, que nació en Bruselas el 22 de marzo de 1923, fue ordenado como sacerdote en 1947 y se graduó como doctor en Teología en la Universidad Católica de Louvain.

El religioso llegó por primera vez a Brasil en 1958 para atender la petición del papa Pío XII para que los sacerdotes europeos actuasen como misioneros voluntarios en regiones con falta de sacerdotes.

Se estableció inicialmente en Campinas, en el interior del estado de Sao Paulo en donde sirvió como profesor y se acercó a la Juventud Obrera Católica, para la que trabajó como asesor.

En Sao Paulo, en donde permaneció hasta 1962 antes de viajar a Chile, fue profesor en la Escuela Teológica de los Dominicos de frailes que se destacarían después como teólogos de la liberación y en la resistencia a la dictadura brasileña, entre los cuales Frei Betto y Frei Tito.

Tras tres años dando clases en la Facultad de Teología de Chile, regresó a Brasil en 1965 al recibir una invitación de Hélder Cámara, entonces obispo de Recife, para desempeñarse como profesor en el Instituto de Teología de Recife.

Sus obras polémicas y su trabajo con los teólogos de la liberación lo convirtieron en blanco del régimen militar brasileño, que ordenó su arresto y deportación en 1971.

Vivió durante 8 años como exiliado en Chile en donde ayudó a crear un seminario rural en Talca, pero, tras la publicación de un libro sobre la ideología de la seguridad nacional, fue expulsado por el régimen de Augusto Pinochet en 1978.

El sacerdote belga regresó entonces a Brasil para trabajar en el estado de Paraíba, en donde fundó un seminario rural, pero, como ingresó al país con una visa de turista, fue obligado a viajar cada tres meses al exterior para renovar la autorización.

Su situación legal apenas fue regularizada tras la ley de amnistía de 1979.

Además de sus obras teológicas y de los seminarios que ayudó a fundar, Comblin también creó varios movimientos para laicos, como Misioneros del Campo y Misioneros del Medio Popular.

LA INFILTRACIÓN JUDÍA EN EL CLERO

El presente capítulo tiene por objeto estudiar la forma en que los falsos cristianos criptojudíos acostumbran realizar su infiltración en el clero de la Iglesia.


Para conquistar al mundo cristiano, el imperialismo judaico consideró indispensable dominar a su principal baluarte, la Iglesia de Cristo, empleando para ello diversas tácticas que variaron desde los ataques frontales hasta las infiltraciones. El arma favorita de la quinta columna consistió en introducir en las filas del clero a jóvenes cristianos descendientes de judíos que practicaban en secreto el judaísmo, para que una vez ordenados sacerdotes trataran de ir escalando las jerarquías de la Santa Iglesia –ya fuera en el clero secular o en las órdenes religiosas- con el fin de usar luego las posiciones adquiridas dentro de la clerecía en perjuicio de la Iglesia y en beneficio del judaísmo y de sus planes de conquista, así como de sus movimientos heréticos o revolucionarios. En tan delicadas tareas de infiltración, el judaísmo subterráneo emplea jovencitos dotados no sólo de gran religiosidad. Sino de una gran mística y fanatismo de la religión judía y deben estar resueltos a dar su vida por la causa del Dios de Israel y del pueblo escogido.


En el judaísmo abunda esta clase de místicos; y a ellos se deben principalmente los grandes triunfos que ha ido logrando el imperialismo teológico de los hebreos, porque el niño o joven que ingresa en los seminarios del clero cristiano, sabe que va a desempeñar la más santa labor de destrucción contra el enemigo capital del pueblo escogido: el cristianismo, y de manera especial la Iglesia Católica. Sabe que con las actividades que realice, al destruir o debilitar las defensas de la Cristiandad, facilita el cumplimiento de la “voluntad divina”, favoreciendo la consecución del dominio de Israel sobre la Tierra. El clérigo falso cristiano, criptojudío, está realizando –según su criterio-una empresa santa que además le asegura la salvación eterna.


Cuanto mayores males pueda causar a la Iglesia como sacerdote, fraile, canónigo, prior de convento, provincial, obispo, arzobispo o cardenal, mayores méritos tiene –según los israelitas- a los ojos de Dios y de su pueblo escogido. Se puede asegurar que esta legión de místicos y fanáticos criptojudíos fueron los que lograron, a la postre, quebrar la supremacía de la Santa Iglesia en la Edad media, facilitando después el triunfo de las herejías en el siglo XVI, y el de los movimientos revolucionarios judeo-masónicos o judeo-comunistas en los tiempos modernos. La quinta columna judía en el clero es, por lo tanto, uno de los pilares básicos del judaísmo internacional. Los fines que persigue la infiltración de los criptojudíos en el clero son explicados claramente en un interesante documento que dio a la publicidad en Francia el abate Chabauty y que cita el señor Arzobispo de Port-Louis, Monseñor León Meurin, S. J. Se trata de una carta del jefe secreto de los judíos internacionales, radicado a fines del siglo XV en Constantinopla, dirigida a los hebreos de Francia dándoles instrucciones, en contestación a una carta anterior que Chamor, rabino de Arlés, le había dirigido solicitándolas. Este documento cayó en manos de las autoridades francesas y el abate Chabauty lo dio a la publicidad. La carta dice textualmente:


“Bien amados hermanos en Moisés, hemos recibido vuestra carta, en la que nos hacéis conocer las ansiedades e infortunios que os veis obligados a soportar, y nos hallamos penetrados de un dolor tan grande como el vuestro. El consejo de los más grandes rabinos y sátrapas de nuestra Ley, es el siguiente: Decís que el rey de Francia os obliga a haceros cristianos; pues bien, hacedlo, pero guardad la Ley de Moisés en vuestros corazones. Decís que se quiere arrebatar vuestros bienes: haced a vuestros hijos mercaderes, para que ellos despojen de los suyos a los cristianos por medio del tráfico. Decís que se atenta contra vuestras vidas: haced a vuestros hijos médicos y boticarios, a fin de que ellos priven de la suya a los cristianos, sin temor al castigo. Decís que se os hace objeto de otras vejaciones: haced a vuestros hijos abogados, notarios o miembros de otras profesiones que están corrientemente a cargo de los asuntos públicos y, por este medio, dominaréis a los cristianos, os apropiaréis de sus tierras, y os vengaréis de ellos. Seguid esta orden que os damos, y veréis por experiencia que, por abatidos que estéis, llegaréis a la cúspide del poderío.

V.S.S.U.E.F., Príncipe de los Judíos de Constantinopla.
21 de Casleode 1489 “ (227)


Las infiltraciones realizadas por los criptojudíos en el clero francés de esa época fueron muy perjudiciales, ya que facilitaron la expansión del movimiento de los hugonotes en el siglo XVI, secta que estaba impulsada por los judíos secretos, cubiertos con la máscara del cristianismo. A diferencia de la Iglesias luteranas que tomaron incluso derroteros anti judíos. El objeto de la infiltración criptojudía en el clero cristiano es bien claro: la destrucción de la Iglesia por dentro. Lo que dice la carta antes mencionada rectorados de las universidades, como en las sillas de los diocesanos y de los abades y en las dignidades eclesiásticas; solicitando y obteniendo de la corona señoríos y condados, marquesados y baronías, destinados a eclipsar con el tiempo los esclarecidos timbres de la antigua nobleza; en todas partes y bajo todos los conceptos aparecen a la tranquila e investigadora mirada del historiador aquellos ardentísimos neófitos, brindándose bajo multiplicados aspectos, tanto a muy racional admiración como a largos y no estériles estudios. 


Hacíase su iniciativa sensible e incontrastable en todas las regiones de la actividad y de la inteligencia: hombres de estado, rentistas, arrendadores, guerreros, prelados, teólogos, legistas, escriturarios


Refiriéndose a los hijos del rabí Salomón Ha-Levi, que adoptó al convertirse el nombre de Pablo de Santa María, tomando las órdenes sacerdotales y escalando el Arzobispo de Burgos, después de mencionar las distinciones alcanzadas por Alvar García de Santa María, Amador de los Ríos dice textualmente: “Igual distinción alcanzaba el primogénito de don Pablo, que lo era Gonzalo García, investido ya en 1412 con el arcedianato de Briviesca. Elegido en 1414 para representar a Aragón en el Concilio de Constanza (ecuménico), tenía la gloria de que los PP. Allí congregados pusieran en él sus ojos, para que, ayudado de otros esclarecidos varones, propusiera y formulara la resolución de las arduas y elevadísimas cuestiones, que en aquella suprema asamblea debían ventilarse. Don Alfonso, nacido después que doña María, apenas entrado en los veinticinco años, lograba apellidarse doctor, y poco después deán de Santiago y de Segovia (Crónica de don Juan II, año 1420, Cap. XVIII.- Es denotar que en dicha `crónica´ se le apellida constantemente, hasta ser elegido obispo, `Deán de las Iglesias de Santiago é de Segovia´, lo cual prueba que acumulaba ambas dignidades). Pedro, todavía en la primera juventud, obtenía el honroso y comprometido cargo de Guardia de la persona del rey...” (235). 


En el capítulo siguiente de la obra citada, el historiador José Amador de los Ríos, insistiendo en la captura por los conversos del judaísmo de las jerarquías de la Iglesia dice algo muy ilustrativo al respecto: “Indicamos en el capítulo precedente cómo, en fuerza de la libertad que la conversión les conquistaba y por virtud de su ilustración, sus riquezas y su natural osadía, habían los conversos de Aragón y de castilla escalado, no ya sólo todos los cargos de la república,sino también todas las jerarquías sociales, no perdonadas, y antes bien tomadas cual por asalto, las más altas dignidades de laIglesia” (236).


Este feliz término de tomar por asalto las más altas dignidades de la Iglesia, es interesante por su gran actualidad, ahora que los quinta columnistas al servicio del judaísmo, han tomado verdaderamente por asalto las dignidades en algunas diócesis, moviendo como es natural sus influencias en Roma. Esto explica perfectamente el que en diversas ocasiones quienes verdaderamente merecerían por su virtud y su lealtad a la Iglesia las jerarquías eclesiásticas, sean hechos a un lado, discriminados, para dar preferencia a esos clérigos que defienden al judaísmo, favorecen los triunfos de las masonería o del comunismo y atacan con ferocidad a los verdaderos defensores de la Santa Iglesia. En tales casos, el engranaje de intriga y de influencias de la quinta columna, sorprendiendo con engaños la bondad y buena fe de la Santa Sede, se ha anotado nuevos triunfos no sólo asegurando la sucesión en las diócesis controladas, sino hasta introduciéndose en las diócesis ajenas para controlar en ellas la sucesión, en perjuicio de quienes mayores derechos tendrían para ocuparlas. Por fortuna, este tipo de maniobras ha fracasado por completo en muchos casos. Nosotros esperamos que al conocerse la verdad y desenmascarar al enemigo como lo estamos haciendo, sean mayores en un futuro los fracasos de la quinta columna, ya que además la Santa Iglesia, como en ocasiones anteriores, se salvará nuevamente de las mortales asechanzas de la Sinagoga de Satanás. Cristo Nuestro Señor dijo claramente que la Verdad nos haría libres; por eso nos hemos atrevido a decir la verdad, aunque esto disguste en extremo a los clérigos seglares que en secreto practican el judaísmo, traicionando a la Iglesia y a la Cristiandad


El ilustre historiador que estamos transcribiendo, al referirse a la ciudad de Zaragoza, capital del reino de Aragón, comenta que: “Los conversos, que se conceptuaron depositarios de la antigua cultura de sus mayores, pusieron la mira no solamente en los cargos menores de la república, sino también en las dignidades eclesiásticas...” 


En otro lugar, presenta un dato interesante relativo al importante entronque de una judía con un príncipe de la sangre, como lo era don Alfonso de Aragón, que se enamoró deuna judía pública, hija de Aviatar-Ha Cohen, la cual: “...a las súplicas del príncipe, abrazaba, antes de hacerle dueño de su hermosura, la fe del Salvador; y tomando en el bautismo el nombre de María, hacíale padre de cuatro hijos. Fueron éstos don Juan de Aragón, primer conde de Ribagorza; don Alfonso de Aragón, obispo de Tortosa, y ya en tiempo de los Reyes Católicos, Arzobispo de Tarragona; don Fernando de Aragón, comendador de San Juan y Prior de Cataluña, y doña Leonor de Aragón, esposa del conde de Albaida en el reino de Valencia” (237). Sigue citando, el ilustre historiador, a las familias conversas del judaísmo que se propusieron entroncar con la más rancia nobleza, proceso que no terminó hasta que la Inquisición española sustituyó a los antiguos Tribunales de la Fe. 


Hace notar también, el culto literato, que muchas de esas familias de estirpe hebraica hacían alarde de descender de David y de tener parentesco directo con María Santísima (238). Se ve pues, que usaban este truco desde hace quinientos años. Hablando de la familia de la Caballería, constata que fueron hermanos de don Bonafós: “... don Simuel, que recibió, como don Bonafós, el nombre de Pedro; don Achab, que se llamó Mosén Felipe; don Simuel Aben-Jehudáh, Juan; don Isaac, Fernando; don Abrahán, Francisco; don Selemóh, Pedro Pablo; y Luis, cuyo nombre hebraico no llegó a consignarse, por haber recibido muy niño las aguas del bautismo. Bástenos saber, por lo que a estos siete ilustres conversos toca, que abrazada la carrera eclesiástica, gozó Pedro (Simuel) de grande autoridad en el clero, con el priorato de Egea; alcanzó Mosén Felipe la representación de caballeros e infanzones en las Cortes del reino, (especie de Parlamento)... Los hijos de Fernando (don Isahák) tomaban parte, con otros conversos, en los arrendamientos de las rentas públicas, bajo las alas de Luis, su tío; los de éste, que fueron tres, obtuvieron: Luis, el primogénito, la plaza de Camarero de la Seo; Juan una ración en la misma Iglesia, y Gonzalo, distinguido puesto entre los caballeros de la corte”(239). 


Tanto en la familia Santa María como en la de la Caballería, hubo después varios procesados por la Inquisición, acusados de practicar el judaísmo en secreto. La familia entera de Vidal de la Caballería fue quemada por el Santo Oficio en Barcelona y hasta el historiador y notable jurista Tomás García de Santa María fue procesado. Quien quiera profundizar más en este interesante asunto puede consultar, además de la obra que citamos, el llamado “Libro Verde de Aragón” de Juan de Anchias, donde vienen interesantísimos detalles de la infiltración judaica en el clero, en el gobierno y en la nobleza; precioso manuscrito que fue después editado y que se encuentra en la Biblioteca Nacional de Madrid. 


También es interesante, a este respecto, el libro del siglo XVI, llamado “Tizón de la nobleza española”, del Cardenal Mendoza y Bobadilla, que también seencuentra en dicha biblioteca. Antes de terminar este capítulo, citaremos otras fuentes de autoridad incontrovertible, empezando por otra publicación de la Editorial Israel de Buenos Aires: la obra de Rufus Learsi, titulada “Israel, a History of the Jewish People” elaborada por su autor, con la “generosa ayuda de la Jewish History Foundation Inc.”, la que refiriéndose a los acontecimientos citados, dice literalmente: 


“En verdad era contra los cristianos nuevos contra quienes ardía con mayor intensidad y seguía creciendo constantemente la ira general. No era tan sólo que se sospechara que seguían clandestinamente leales a la fea que habían renunciado, aunque a los ojos del clero ningún crimen podía ser más odioso que tal herejía; los cristianos nuevos suscitaban un resentimiento mucho más enconado aún por los éxitos que lograban. Un número demasiado elevado de ellos, ahora que la religión había dejado de obstaculizar su camino, se tornó rico y poderoso. Ocupaban altas posiciones en el gobierno, el ejército, las universidades...¡en la misma Iglesia!. En todos ellos, incluso en los que llevaban los hábitos de la Iglesia, los sacerdotes y los frailes veían herejes, e inflamaban contra ellos las pasiones del pueblo hasta llevarlos a la violencia. En 1440,y nuevamente en 1467, la chusma se desató en Toledo y muchos cristianos nuevos fueron asesinados y sus casas incendiadas. Seis años más tarde volvieron a producirse sangrientos tumultos contra ellos en Córdoba, Jaén y Segovia” (240). 


Es natural que el clero viera herejes en los descendientes de judíos que vestían los hábitos de la Iglesia, ya que había datos de sobra para justificar esta creencia, y que medio siglo después, cuando fue fundada la Inquisición española, pudo comprobarse plenamente. Por otra parte, Rufus Learsi culpa al clero de la ola de antisemitismo que se desató contra los cristianos de origen hebreo, pero para comprender esta situación, es preciso conocer en todos sus detalles los motivos que los marranos dieron para que se desataran en su contra esas reacciones. 


El historiador israelita, Joseph Kastein, profundiza más en el estudio de tales motivos en su interesante “Historia de los judíos”, al referirse a las grandes y falsas conversiones de hebreos al cristianismo: “Al principio, ambos, el pueblo y la alta sociedad,percibieron a los conversos como un grupo homogéneo; la nobleza y el clero en particular vieron en ellos el fruto de la victoria y en un principio, fueron recibidos con una explosión de júbilo. Numerosos conversos, traspasaron las puertas abiertas a ellos y se introdujeron en la sociedad española y en el clero español...” A continuación el mismo historiador hebreo recalca que los conversos del judaísmo, “empezaron a aparecer...en las más altas y exaltadas posiciones de la organización del clero... Los conversos se convirtieron en miembros de la sociedad española, con iguales derechos, pero ello no trajo por consecuencia que perdieran las cualidades que siempre habían tenido. Previamente habían ejercido sus dotes peculiares como comerciantes,industriales, financieros y políticos. Y ahora lo hacían de nuevo, pero con esta diferencia,que estaban ya dentro de la sociedad española y no fuera de ella. Habían sido forzados a entrar en ella, con el fin de eliminar a un peligrosos extranjero. Y ahora éste se encontraba establecido dentro de la casa. El problema había sido sólo trasladado del exterior,al interior mismo de la estructura social” (241). 


Difícilmente se podrá encontrar estudio tan profundo y tan minucioso de lo que en su esencia constituye la infiltración de los judíos en la sociedad cristiana y en el clero por medio de su falsa conversión. Y termina el historiador israelita el párrafo con el más despectivo concepto acerca de la utilidad del bautismo para los judíos,cuando dice, irónicamente, que un apologista judío de esos tiempos afirmaba: “Hay tres modos de desperdiciar el agua: bautizando a un judío; dejando que el agua del río corra al mar, y mezclándola con el vino”. En siguientes párrafos,el historiador hebreo profundizasu estudio sobre los cristianos nuevos, diciendo que los conversos: “Buscaron su ascenso donde los que los habían obligado a convertirse lo buscaron, o sea, en los altos círculos de la corte, en la nobleza y el clero. Su propósito no era tanto adquirir más fuerza económica, sino obtener influencia política y social... Ellos se habían convertido en miembros de la Iglesia pero no en adictos a la fe. Los nexos indisolubles de miles de años de desarrollo religioso, los obligaron a llevar el judaísmo secretamente en su corazón, todavía indestructible, llevándolo consigo en forma más profunda. Tomando precauciones para no ser descubiertos por los miembros de su nueva religión, ellos observaban todos los ritos y leyes, festivales y costumbres de su propia fe, temerosos y ensecreto ellos lucharon por el derecho de hacerlo así y vivían una doble vida y cada  hombre llevaba una doble carga”


Y añade el citado historiador israelita que cuando la Iglesia descubrió lo que estaba ocurriendo: “Un nuevo grito de batalla se levantó: `¡La Iglesia está en peligro! ¡Los judíos han forzado su entrada dentro de la Iglesia y dentro de la sociedad, con el fin de minarlas por dentro!´ La inevitable aunque absurda consecuencia de esto fue que la guerra fue declarada contra el `enemigo interno’. Y para poderla realizar, el clero se armó con la maquinaria de laInquisición; recurrió al pueblo,llevó sus intrigas a la corte e hicieron todo lo posible para influenciar a la alta sociedad. Y los conversos que habían sido con anterioridad el objetivo de la política religiosa nacional, se convirtieron en marranos, una palabra vulgar con el significado de `maldito´, `cerdo´. A partir de esos momentos ya no se hizodistinción entre los verdaderos yfalsos conversos, todos eran considerados marranos y la guerra que hizo la Iglesia contra ellos...se inspiraba más en motivos sociales y económicos que en los religiosos...” (242).


Difícilmente hubiéramos podido describir con tanta exactitud, como lo hace el profundo historiador israelita, lo que es la esencia de la quintacolumna judía introducida en el seno de la Santa Iglesia y de la sociedad cristiana, y los verdaderos motivos que dieronnacimiento a la Inquisiciónespañola, que fue considerada por el pueblo y sus dirigentes como “remedio venido del cielopara remediar tantos males”; pero cuya necesidad y utilidad fueron desvirtuadas después por medio de una campaña generalizada de calumnias que ha durado siglos. La “Enciclopedia Judaica Castellana” dice que: “Daniel Israel Bonafou, Miguel Cardozo (1630-1706), José Querido, Mardoqueo Mojíaj, y otros, defendían al marranismo como un método para socavar los cimientos del enemigo y como un medio que contribuía a hacer más elástica la lucha contra él”. 


Y en otro lugar, refiriéndose a los marranos, dice:


“La reina Esther `que no confesó su raza ni su nacimiento´...les parecía su propio prototipo” (243). En cuanto al nombre de cristianos nuevos, que todavía en la actualidad conservan en secreto los falsos cristianos criptojudíos, sobre todo aquellos que son de origen español y portugués, es usado también entre los musulmanes. La referida Enciclopedia Judaica, en su vocablo “Criptojudíos”, citando casos, afirma: “Es de fecha relativamente reciente el criptojudaísmo que surgió cuando el `Shah’ de Persia obligó en 1838 a la comunidad hebrea de Meshed a aceptar el islamismo. Varios centenares de judíos constituyeron entonces una congregación conocida por`Djalid ul-Islam´ (musulmanes nuevos) que mientras aparentaba observar los ritos mahometanos, sin dejar deemprender las peregrinaciones de rigor a la Meca, continuó ensecreto practicando las usanzas religiosas de sus mayores. Los`Djalid ul-Islam´ celebraban reuniones espirituales en sinagogas subterráneas, circuncidaban a sus hijos, santificaban el sábado,respetaban leyes dietéticas y supieron sobrevivir a los  peligros a los que así se exponían. Posteriormente, sin embargo, muchos de ellos abandonaron Meshed y fundaron ramificaciones de su secta en Herat (Afganistán), Merv y Samarkanda (Turkestán), Bombay, Jerusalén y hasta en Europa (Londres). Pese a su emigración créese que su número aumentó hasta unos 3.000 en Meshed y que cuentan con medio millar de fieles en Jerusalén. El viajero y orientalista Walter Fischel hizo una descripción de las costumbres y tradiciones de los`Djalid ul-Islam´ en su obra `Una comunidad de marranos en Persia´(en hebreo, 1930)” (244). 


Cuídense los ingleses, pues muchos de los musulmanes radicados en Londres son judíos secretos, como muchos otros mahometanos dispersos en el mundo islámico también lo son. Los falsos musulmanes, que en secreto son judíos, constituyen un grave peligro para el Islam y los países afroasiáticos: a ambos tratan de uncirlos al carro comunista.

Complot contra la Iglesia
Maurice Pinay Tomo III

NOTAS


[227] Mons. León Meurin, S.J., Filosofía de la masonería. Madrid: Editorial NOS,1957. p. 223.[228] Abram León Sachar, Historia de los judíos, trad. de la 2ª ed. norteamericana revisada hasta 1940. Santiago de Chile:Ediciones Ercilla, 1945. cap. XVI (Los marranos y la Inquisición), pp. 276, 277.
[229] Abram León Sachar, obra citada,Cap. XVI, p. 277.
[230] Cecil Roth, Historia de los marranos,Buenos Aires: Editorial Israel, 1946(5706). Cap. I, pp. 26, 27.
[231] Cecil Roth, obra citada, edic. citada,Cap. I, nota 3 de la p. 27.
[232] No debe ser confundido con Fray Tomás de Torquemada, Gran Inquisidor,como muchos lo hacen, lamentablemente.
[233] Cecil Roth, obra citada, Cap. I y II,pp. 28, 30, 31, 32, 35, 36.
[234] José Amador de los Ríos, obra citada, tomo III, Cap. I, pp. 12-16.
[235] Crónica de don Juan II, año 1420,Cap. XVIII, citada por José Amador de los Ríos, obra citada, tomo III, Cap. I, pp. 12,16, 20.
[236] José Amador de los Ríos, obra citada, tomo III, Cap. II, p. 88.
[237] José Amador de los Ríos, obra citada, tomo III, Cap. II, pp. 91, 95, 96.
[238] José Amador de los Ríos, obra citada, tomo III, Cap. II, pp. 97, 98, nota 1.
[239] José Amador de los Ríos, obra citada, tomo III, Cap. II, pp. 1000, 101.
[240] Rufus Learsi, Historia del pueblo judío, traducción castellana de Editorial Israel, Buenos Aires. Escrita con la ayuda de la Jewish History Foundation Inc. 1959-5719. Cap. XXXVII, pp. 324, 325.
[241] Josef Kastein, History and Destinyof the Jews. Nueva York, 1936, pp. 290,291.
[242] Josef Kastein, obra citada, pp. 291,292.
[243] Enciclopedia Judaica Castellana, México, 1948. Tomo VII, vocablo Marranos, pp. 292, 294.[244] Enciclopedia Judaica Castellana,tomo III, vocablo Criptojudaísmo, p. 206,col. 1 y 2

sábado, 26 de marzo de 2011

COMENTARIOS ELEISON 193 (26-III-2011): RESPONSABILIDAD TREMULANTE





Muchas personas hoy en día tienen una idea tan sentimentalista de Dios, o una idea tan limitada de su poder, que es casi imposible para ellos imaginarlo castigando, aun menos utilizando el universo material o su clima para castigar. Sin embargo existe un fuerte argumento que indica que la misma inestabilidad de las placas tectónicas de la tierra, que ocasiona desastres semejantes a los que hemos visto recientemente en Japón, fue resultado y castigo por los pecados de los hombres. Aquí presento el argumento (del cual yo nunca aprendí nada en la escuela) : 


Antes de que Adán y Eva pecaran, la naturaleza humana era una creación gloriosa de Dios, fuerte y estable, pero no inquebrantable. La revuelta en contra de Dios podía quebrantarla. Así es que cuando Adán y Eva cometieron el pecado original, todos sus descendientes (excepto Nuestro Señor y Nuestra Señora) heredaron una naturaleza herida, así que todos nosotros podemos sufrir, tenemos que morir y únicamente con dificultad controlamos nuestra baja naturaleza. De manera similar sucede con la naturaleza física de nuestro planeta. Antes del Diluvio en el tiempo de Noé, era como un jardín del paraíso, una creación gloriosa de Dios, fuerte y estable, pero no inquebrantable.. La corrupción universal del hombre (Gen. VI,11,12) podía e iba a quebrantarla.


Tal vez muchos geólogos hoy en día no tienen fe en el Diluvio como está descrito en la Biblia, pero si creen en una convulsión prehistórica muy poderosa de la superficie de la tierra como una manera de explicar, por ejemplo, la evidencia de los fósiles de animales marinos que se encuentran hoy en día en algunas de las cordilleras de la tierra, como las Rocosas en Norte América. Originalmente, según especulan, la circunferencia rocosa de la tierra se mantenía bastante más alejada del centro de la tierra por inmensas cámaras subterráneas de agua, sobre las cuales las rocas ejercían presión debido a la gravedad. Si entonces esa concha esférica de roca comenzó a fisurarse en algún punto, el agua fluiría hacia la superficie, inundando la superficie abierta que se encontraba arriba, y la roca se colapsaría hacia abajo para tomar su lugar. Las inmensas tensiones involucradas podrían dispersar la inundación y el colapso alrededor de todo el mundo. (Note que de las Escrituras parece claro que las aguas que ocasionaron la Inundación no solamente cayeron del cielo sino que también surgieron de la tierra: Génesis VII, 11; VIII, 2.)


Pero es obvio que si en toda la tierra, la circunferencia de roca se colapsó hacia adentro para formar una circunferencia más pequeña, habría demasiada roca para un menor espacio, así es que no solamente se fisuraría, para formar las placas tectónicas colisionantes, sino que también se desmoronaría para formar, en adición a otras características visibles de la geología de nuestro planeta hoy en día, las inmensas cordilleras, levantando a los animales marítimos mucho más por encima del nivel del mar. El Monte Everest sigue elevándose unos pocos centímetros cada año, porque la placa de India se está empujando por debajo de la placa Euroasiática de China y el Tíbet.


Entonces así como el pecado original generó desde entonces tensiones punitivas dentro de la naturaleza humana, así la corrupción prehistórica de la humanidad generó tensiones dentro de la corteza de la tierra en donde yacen los terremotos y maremotos históricos como el que acabamos de presenciar en Japón. "La Naturaleza", dijo Nuestra Señora en La Salette en 1846, "está clamando venganza por causa del hombre, y tiembla con pavor de lo que debe de suceder a la tierra manchada de crimen. Tiembla, tierra, y ustedes que se proclaman servidores de Jesucristo y quien, en el interior, solo se adoran a sí mismos, tiemblen, porque Dios los entregará a su enemigo, porque los lugares santos están en estado de corrupción."


Temblemos. ¡Oremos!


Kyrie eleison.

EL "CRISTIANISMO-MARXISTA" DE CHÁVEZ

El marxismo es sin duda, la más avanzada propuesta hacia el mundo que Cristo vino a anunciar hace más de 2.000 años, el Reino de Dios aquí en la tierra, el reino de la paz, el amor, el reino humano. HUGO CHÁVEZ. PRESIDENTE DE VENEZUELA








Hugo Chávez asume el marxismo-cristianismo como la teoría económica más avanzada que existe actualmente. Esta asunción, la ha realizado después de leer “El capital” y la biblia.

Miguel Poradowski nos dice:


Gradualmente, inyectando su veneno, el marxismo pretende adaptar el cristianismo a las exigencias de su filosofía atea y materialista. Pocos podrán aceptar el concepto de "cristianismo marxista" en la forma que la presenta Engels. Si hoy día hay tantos cristianos, laicos y clérigos, y entre estos incluso obispos, que aceptan el concepto marxista del cristianismo, al parecer sin mayores problemas de conciencia, probablemente ello es debido a la previa preparación, al previo "tratamiento". Quién aceptó el "saduceísmo", después de algún tiempo, está dispuesto a aceptar también la invitación por parte de los marxistas a participar en la construcción, llevada por los marxistas, de una sociedad ideal socialista del futuro, presentada como algo muy parecido y muy cercano al concepto del "Reino de Dios en la tierra". Quien acepta esto ya está preparado para dar un paso más hasta el marxismo, aceptando el "cristianismo horizontal", el cual, a su vez, lo va a llevar hasta el cristianismo concebido como "una fe sin religión". Y siguiendo este "tratamiento", quiero decir "lavado de cerebro", poco a poco se irá acercando al "cristianismo desmitologizado" y, por intermedio de él, al "cristianismo ateo". Así por estos grados y etapas, sin mayores dificultades, va a llegar al "cristianismo marxista".1



EL domingo 13 de marzo Chávez en su programa Aló Presidente habló sobre el papel de la religión en la sociedad y la misión de Cristo. Al relatar la anécdota de un hombre empobrecido que trabajaba en una finca y le dijo que posiblemente ese era su destino porque “Dios quiso que así fuera”, Chávez expresó su punto de vista:

“Es ahí donde la religion actúa como opio, (es) adormecedora”. La religión debe ser liberadora, he allí la teología cristiana de la liberación”. Cristo no vino a adormecer al pendejo para que lo exploten los ricos, Cristo vino fue a despertar a los pobres para que luchen por la dignidad, por la justicia social, esa es la verdad. Yo insisto porque hay mucha gente que cree que es pobre y explotada porque así lo quiso Dios”.


Con el paso de los años los marxistas han comprendido que es mejor para la revolución marxista no tanto combatir la religión como servirse de ella. Hoy lo entiende muy bien Chávez, pero no encontrando eco en la Iglesia Católica venezolana buscará adherir a protestantes y evangélicos a esta lucha, para con ésto facilitar el proceso de infiltración del marxismo en la teología protestante, tratando de debilitar, descomponer y socavar los cimientos de la Tradición y el Magisterio de la Iglesia Católica.



1.- El marxismo en la teología, Miguel Poradowski, pág. 32
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jueves, 24 de marzo de 2011

La debacle en la misión apostólica en Mexico

Especialista en asuntos religiosos. Foto: Mónica González
A decir del experto en religiones Bernardo Barranco hay una debacle de católicos al decrecer 8% de acuerdo al Censo 2010. Aumentan los hombres sin religión en 60%. Todo esto en la Arquidiócesis de México.



En la Arquidiócesis de México hay una “debacle” en pérdida de católicos, afirmó el especialista en religión Bernardo Barranco, tras indicar que la población católica tuvo un decrecimiento de 8 por ciento de acuerdo al Censo de 2010 y esto se debe a las fallas pastorales del cardenal Norberto Rivera Carrera.

Barranco explicó que éste es un caso particular frente a un crecimiento natural de la población, porque en los últimos 10 años tan sólo creció el número de fieles católicos en 300 mil personas en términos absolutos, cifra que “no es nada” para una ciudad como la de México. Pero en términos porcentuales hay un decrecimiento de 8 por ciento en comparación con la población que creció en 1.1 millones de habitantes.

De acuerdo con datos del Censo de 1990, en el DF había 6.8 millones de católicos mayores de cinco años, de una población de 7.3 millones; para el 2000 el registro de fieles fue de 6.9 millones en una población de 7.7 millones y en 2010 son 7.2 millones de una población de casi 12 millones de personas.

Las iglesias que registran un mayor crecimiento son las evangélicas junto con las no bíblicas evangélicas. Por otra parte, el número de hombres sin religión aumentó casi 60 por ciento en la última década.

Para el investigador en religiones, la “debacle” en el DF se debe a la falta del trabajo pastoral del cardenal Norberto Rivera, quien se hizo cargo de la Arquidiócesis en 1995.

Cinco años después, el purpurado arrancó en la ciudad de México la “Gran Misión” de evangelización de carácter permanente. A la anterior se suman la Misión Continental resultado de la reunión del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) realizado en Brasil en donde el papa Benedicto XVI y los obispos de la región, delinearon los trabajos de evangelización a seguir en 2007.

En las reuniones de Aparecida, Brasil, el cardenal Norberto Rivera presentó a la “Gran Misión” como ejemplo de evangelización para las grandes ciudades.