A través de un largo comunicado, el Vaticano condenó la ordenación episcopal del obispo chino Joseph Guo Jincai, quien no cuenta con el visto bueno del Papa Benedicto XVI.
El nombramiento de Guo Jincai se dio en una ceremonia el pasado 20 de noviembre, acción que asegura la santa sede que fue respaldada y motivada por el gobierno chino.
'El Santo Padre recibió la noticia con gran pesar, debido a que la ordenación episcopal fue conferida sin el mandato apostólico y, por tanto, constituye una dolorosa herida a la comunión eclesial y una grave violación de la disciplina católica', indicó la nota.
Denunció que varios obispos fieles a Roma fueron sometidos a presiones de parte de las autoridades gubernamentales con el fin de obligarlos a conferir la ordenación episcopal y calificó tales acciones como 'una grave violación de la libertad de religión y de conciencia'.
Agregó que las autoridades civiles chinas quieren imponer a los fieles un pastor que no está en la plena comunión, ni con el Papa, ni con los demás obispos de todo el mundo.
Más adelante el comunicado aclaró que en varias ocasiones El Vaticano comunicó a Pekín su oposición a que Joseph Guo Jincai se convirtiera en obispo.
La Sede Apostólica 'reafirmó' su disponibilidad pero se quejó de políticos que apoyan a la Asociación Patriótica Católica China, la 'iglesia' fiel al régimen comunista guiada por Liu Bainian, y le permiten adoptar actitudes que obstaculizan dicho diálogo.
El Vaticano y China carecen de relaciones diplomáticas oficiales desde 1948; durante el régimen de Mao Zedong la Iglesia católica perdió su reconocimiento jurídico y en su lugar surgió la oficialista Asociación Patriótica (AP) .
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