martes, 8 de junio de 2010

Descubren secta que se preparaba para el fin del mundo en Temuco

El grupo había transformado su casa en un santuario, contaban con un profeta o mesías y una menor de 11 años era la "princesa", encargada de iniciar una nueva vida.




TEMUCO.- Una secta de tipo mesiánica y destructiva fue lo que descubrió esta mañana Carabineros, al tocar la puerta de una vivienda en El Cajón, comuna de Vilcún, en La Araucanía.
Los funcionarios habían concurrido hasta el inmueble para constatar el estado de la menor M.B.M.B. (11 años), ya que según denunció el establecimiento escolar que atendía, hace dos años que no asistía a clases y se temía que podría estar embarazada.
Dando cumplimiento a una orden judicial, Carabineros concurrió hasta el domicilio sindicado, percatándose de la presencia de ocho sujetos.

"Todos los hombres tenían pelo largo, barba y hablaban sobre que Carabineros no podía ingresar porque era campo santo", recordó el mayor Jorge Alvarado.
En el lugar, se advirtió la existencia de una secta, integrada por un mesías o profeta que dirigía al grupo y cuyas temáticas se referían al fin del mundo.
En dicho grupo, la menor tenía un rol importante: era la "princesa" y la elegida para iniciar una nueva vida.
Asimismo, el mayor detalló que el inmueble cumplía la labor de santuario, por lo que se encontraba tapizada en su totalidad por telas blancas, tanto techo, como paredes y escalera.
Además, contaban con un importante número de imágenes de carácter religioso, y gran número de provisiones, de modo de prepararse para el fin de los tiempos.
Los sujetos, todos familiares de la menor- entre los que se incluía la madre, abuelos y tíos- fueron puestos a disposición de la justicia para su formalización por porte ilegal de armas, luego que se descubrieran siete revólveres, una pistola, dos escopetas y un rifle.
Asimismo, se evalúa formalizar a los ocho miembros por asociación ilícita.
Por su parte, los implicados mantienen su tesis religiosa, argumentando que se cometió un pecado al ingresar al "santuario".
Previo a la presencia de Carabineros, la policía fue advertida sobre una denuncia presentada a fines de 2009, que trataba del supuesto secuestro de una familia, que fue obligada a permanecer en aquella vivienda y rezar, siendo amenazada con armas de fuego, pero cuyo caso nunca fue resuelto.
Los informes preliminares sobre los exámenes practicados a la menor de 11 años, quien sería nieta del jefe de hogar, habrían descartado un embarazo como se pensó inicialmente, aunque persisten las indagaciones por eventuales abusos sexuales.








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