El Papa Benedicto XVI defendió el jueves el celibato como un acto de fe de los sacerdotes.
Cuando aún resuenan los ecos de los escándalos de pedofilia en los que recientemente se ha visto envuelta la Iglesia Católica, Benedicto XVI dijo que esta práctica es "un acto de fe (que) a menudo es considerado un escándalo en un mundo sin Dios"."Ser sacerdote no es un trabajo, sino una dedicación y el celibato es el mejor antídoto contra otros escándalos provocados por nuestras carencias como mortales", afirmó el Papa.
En una vigilia en la Plaza de San Pedro para conmemorar el final del año sacerdotal, el pontífice no se refirió directamente a los casos de pedofilia pero reconoció que "nada hace sufrir más" a la Iglesia como los pecados de sus pastores, sobre todo los de aquellos que dañan a las personas que deben cuidar.
Menos vocaciones
El corresponsal de la BBC en Roma David Willey explicó que el Papa hizo estas declaraciones ante 15.000 sacerdotes de más de 90 países en la plaza de San Pedro de El Vaticano.Según Willey, los asistentes a la ceremonia pudieron escuchar los testimonios en directo de una familia alemana con seis hijos, un sacerdote argentino que trabaja en un barrio marginal, un párroco de Hollywood, en Los Ángeles, y otro de Jerusalén.
Además, Benedicto XVI respondió a las preguntas de cinco sacerdotes, cada uno de un continente, y reconoció que el descenso de nuevas vocaciones para el sacerdocio es una preocupación creciente en muchas partes del mundo.
Por otra parte, el periódico de El Vaticano, L´Osservatore Romano, recogió el jueves en un artículo que la Iglesia Católica tardará mucho tiempo para sanar las heridas de los escándalos de pedofilia en su seno.
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