jueves, 8 de julio de 2010

Divorcio expréss, continúa tu vida

El “divorcio expréss”, como ya se ha visto en España, puede ocasionar serios problemas en la estabilidad y sana convivencia de los matrimonios. Esto porque ya ahora en menos de un día, y sin el consentimiento de la otra parte, se puede acudir al juez familiar y llenar la solicitud de divorcio.

Para que éste proceda se realizan unas pruebas para ver si la mujer está embarazada y en caso de que resulte negativo el examen, que la pareja tenga al menos un año de casada y no tengan hijos menores de edad, entonces se obtiene el divorcio.


Uno de los argumentos en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal en México (ALDF) para avalar el “divorcio expréss” en la capital del país fue que la voluntad autónoma de las personas sobre su situación matrimonial debe ser respetada por el Estado y éste no debe empeñarse en mantener, de forma ficticia, un vínculo que en la mayoría de los casos resulta irreconciliable.

También se dijo que sólo los cónyuges pueden decidir lo que consideren una causa bastante y suficiente para divorciarse, puesto que sólo ellos conocen el ambiente en el que se desenvuelve el matrimonio.

Sin embargo, no se debe dejar a un lado que también debe ser el Estado el que promocione y garantice el derecho de los hijos y de los padres a la estabilidad conyugal. Si bien es cierto que hay ocasiones en donde la situación conyugal es insostenible, no se debe poner en la mesa las herramientas para que se denigre de una forma tan burda el matrimonio, institución fundamental de la sociedad.

Pero más aún, el divorcio expréss es una exaltación al egoísmo y la salida fácil a lo que podrían ser problemas banales. Hoy en día que se entiende muy poco el sentido trascendental del matrimonio, la forma en que plenifica al ser humano.

Este procedimiento exalta la forma de ver al matrimonio como un simple requerimiento para “entrar en sociedad” o como un simple capricho en donde lo único que se debe tener en cuenta es la satisfacción física y emocional superflua.

Sin embargo, el divorcio exprés ya es un hecho, y es probable que empecemos a ver estadísticas como las que se ven en España, donde a pesar de la crisis económica y del descenso de matrimonios, el porcentaje de divorcios aumentó en un 4.8 por ciento.

Probablemente el verdadero problema no sea el divorcio exprés en sí mismo, si no que el Gobierno del Distrito Federal (GDF) no implemente políticas públicas para concienciar a la población sobre la importancia de formar familias y el verdadero perfeccionamiento humano.

Sin embargo, parece que esto es como pedirle peras al olmo, ya que hemos visto por parte de Marcelo Ebrard, jefe de gobierno capitalino, y su golpeador oficial, la ALDF, que su principal objetivo es denigrar lo más que se pueda la institución de la familia.



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