Durante una intervención en el Parlamento venezolano, con motivo del aniversario de la Declaración de Independencia, Chávez llamó "indigno" al cardenal por "salir como un troglodita" a "meter miedo con el comunismo", y pidió al Nuncio Apostólico, presente en el hemiciclo, transmitirle un mensaje al Papa Benedicto XVI.
"Mándele un mensaje a su Santidad (...) mientras manden estos obispos aquí, nos sentiremos bien alejados" de la jerarquía católica, dijo el presidente venezolano, antes de añadir que "esta batalla no ha terminado".
"No merecemos un cardenal como éste", insistió Chávez, quien llamó varias veces "troglodita" al cardenal Urosa, que en repetidas ocasiones ha criticado las políticas del Gobierno.
"Este pueblo merece respeto" de la jerarquía apostólica y romana (...) Este señor es indigno de llamarse cardenal", dijo el gobernante venezolano, dirigiéndose al representante del Vaticano, Pietro Parolini, cuya presencia saludó.
Chávez indicó que él ya se había opuesto al nombramiento del cardenal y que así se lo dijo a un emisario del Papa cuando vino a Caracas para hablar de la cuestión, aunque al final, indicó, había "cedido" a esa elección.
"No estaba equivocado, Señor Nuncio", consideró el presidente, antes de señalar que "el anterior cardenal", en alusión al predecesor de Urosa, "se metió a golpista", y dijo también que "el obispo estaba en el golpe" que le desalojó del poder durante 48 horas en abril de 2002.
Chávez añadió que él tenía su candidato para cardenal, que era Mario Moronta, obispo de San Cristóbal, ciudad de los Andes venezolanos.
"Mario Moronta (...) debería ser cardenal porque lo merece (...) Por allá lo tienen, en San Cristóbal (...) la conferencia episcopal casi lo mandó al exilio", dijo, antes de insistir en que, para él, "el cardenal es Mario Moronta" por su trabajo por el pueblo.
"Este pueblo no es manipulable por sotanas", destacó Chávez, quien añadió que "el camino de Cristo es la justicia" y que "socialismo y cristianismo bien pueden caminar tomados por la mano".
Por su parte, la oposición aglutinada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD) rechazó los dichos contra el prelado, y acusó a Chávez "de insultar a todo el mundo prevalido de la ventaja del poder y de sustituir, con el agravio a los demás, sus carencias en el ejercicio de la responsabilidad de gobernar".
La "agresión" del presidente "no es solo" un agravio al cardenal Urosa "y al pueblo católico, sino a todo el pueblo venezolano", indicó un breve comunicado de la MUD suscrito por su secretario ejecutivo, Ramón Guillermo Aveledo.
Los venezolanos, "con independencia de las creencias de cada quien, saben ser respetuosos de las personas, y máxime de aquellas que por las ejecutorias de su vida limpia se han ganado un sitio de honor en el gentilicio", indicó la misiva de la coalición opositora.
"El presidente de la República debe aprender a comportarse como hombre, como ciudadano y como primer magistrado de la Nación. Casi doce años en el poder deberían haber sido suficientes para que tomara conciencia de su responsabilidad", añadió la MUD.
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