martes, 25 de mayo de 2010

Aumenta la tensión en la península coreana

La noche del 26 de marzo, un buque militar de Corea del Sur realizaba un patrullaje cerca de la frontera marítima con el vecino del norte. 

La nave chocó contra algo que provocó su hundimiento en minutos.
El buque prácticamente se partió en dos y sus 46 tripulantes murieron en el misterioso accidente. La semana pasada Seúl afirmó que había encontrado al responsable.
"Se confirmó que el sistema de armas usado fue un torpedo de gran potencia, con una capacidad destructiva de 250 kilos, producido en Corea del Norte", afirmó Yoon Du Kyun, del Grupo de Investigación Internacional.
Pyongyang rechazó las acusaciones y amenazó con atacar a Surcorea si la comunidad internacional impulsa sanciones en su contra.
Ayer Seúl decidió tomar medidas concretas. El presidente Lee Myung Bak suspendió el comercio, inversiones y visitas a Corea del Norte, hasta que ese país ofrezca disculpas y castigue a los responsables del hundimiento.
"Si nuestras aguas, espacio aéreo o territorio son violados, inmediatamente ejerceremos nuestro derecho a defendernos", comentó Lee Myung Bak, presidente de Corea del Sur.
Surcorea anunció también una campaña de propaganda contra el régimen enemigo en la frontera de ambos países y advirtió que solicitará al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que aplique sanciones a Pyongyang.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, confió en que el organismo emitirá una respuesta acorde a la situación.
"Tengo confianza en que el Consejo de Seguridad, en el cumplimiento de su responsabilidad para mantener la paz internacional y la seguridad, tomará las medidas apropiadas para la gravedad de la situación", dijo Ban Ki Moon.
Nada parece amedrentar a Norcorea.
"Si el sur establece nuevas acciones para una guerra psicológica, como utilizar altavoces para lanzar condenas hacia nosotros y desafía nuestras demandas, lanzaremos tiros directos para destruirlos", expresó la presentadora de noticias de la Televisión de Corea del Norte.
Pero Corea del Sur no está sola. Estados Unidos ordenó que sus efectivos en la región realicen ejercicios marítimos con las fuerzas surcoreanas.
En respuesta el líder norcoreano Kim Jon Il ordenó a su Ejército prepararse para el combate.


Actualización:

Tambores de guerra entre las dos Coreas



La tensión en la península coreana, la zona más militarizada del planeta y donde oficialmente sus dos Estados no han firmado aún la paz, sino apenas un armisticio, se agrava por momentos.
Ayer, un día después de que Corea del Sur anunciara que cortaba sus intercambios comerciales con el Norte, en represalia por el hundimiento de una nave surcoreana y la muerte de 46 de sus ocupantes, fue turno de un contraataque del régimen comunista con poder nuclear: el país que gobierna despóticamente Kim Jong-il anunció que rompía todas sus relaciones con el Sur, aunque esto implique que no aceptará la ayuda humanitaria destinada a paliar la hambruna de los norcoreanos.
Además, una organización de refugiados norcoreanos en Seúl advirtió que sus contactos en el Norte aseguran que el “Querido Líder” (como se hace llamar Kim Jong-il) ya ha puesto en alerta a su tropas y a los reservistas, en respuesta al anuncio de Estados Unidos de inminentes maniobras militares conjuntas con sus aliados surcoreanos.
Relaciones “congeladas”. Además de poner en alerta a su hiperinflado y bien alimentado ejército, el único pilar que sostiene el régimen estalinista, Pyongyang calificó de “farsa” la investigación del hundimiento el 26 de marzo de la corbeta surcoreana “Cheonan”, que concluyó el jueves de la semana pasada con la denuncia de que fue torpedeado por fuego norcoreano.
“Declaramos formalmente que, desde ahora, pondremos en marcha medidas resolutivas para congelar las relaciones intercoreanas”, reza el comunicado norcoreano, en el que también se anunció la expulsión de personal surcoreano de su complejo industrial de Kaesong, durante años un símbolo de la futura reunificación de las dos Coreas.
Llegada de Clinton. Mientras se espera para hoy la llegada a Seúl de la secretaria de Estado de EU, Hillary Clinton, el gobierno surcoreano ha vuelto a considerar al Norte como su “principal enemigo”, término que no acuñaba desde 2004.
Asimismo, se anunció ayer ejercicios militares anti-submarinos en sus aguas de la costa occidental (que el Norte considera como suyas) para mañana jueves, en los que participarán diez navíos de guerra.
Desde Pekín, Clinton reiteró ayer el “total apoyo” estadunidense a Corea del Sur, mientras el gobierno chino, el único aliado de Pyongyang, aboga por la calma y el diálogo entre las dos Coreas para solucionar el conflicto.
Por su parte, el presidente de Rusia, Dmitri Medvedev, también pidió contención para impedir la escalada de la tensión entre las dos Coreas, que ha provocado turbulencias en las bolsas de todo el mundo.

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