MELBOURNE, AUSTRALIA. Nuevas directrices entregadas esta semana a los sacerdotes y directores fúnebres de las iglesias católicas en Australia establecieron la prohibición de emitir canciones de clubes de fútbol o música rock o pop en los funerales.
Un funeral no debe ser una "celebración" del término de la vida, dijo el arzobispo de Melbourne Denis Hart en las normas, sino una despedida sagrada. Las celebraciones de esa vida deben ser en ocasiones sociales antes o después del funeral, afirmó.
"Los deseos del difunto, familia y amigos deben ser tomados en cuenta (...) pero en una misa planificada, el celebrante debe moderar cualquier tendencia a convertir el funeral en una celebración secular de la vida del fallecido", establecen las normas.
"Los asuntos seculares no deben ser cantados ni tocados en un funeral católico, como baladas románticas, música pop o rock, canciones políticas o de clubes de fútbol", agregó.
Algunos directores fúnebres, sin embargo, dicen que la directiva ha sido insensible a las necesidades de los seres queridos, ya que muchas familias que sufren quieren incorporar presentaciones multimedia, fotografías y videos de la vida del difunto, así como también música.
"Los funerales se han convertido en una celebración de la vida de las personas y hay pocos que no incluyan una presentación en DVD", dijo John Fowler, gerente general de Le Pine Funerals, al diario Herald Sun de Melbourne.
"Realmente da una idea de la alegría que esa persona trajo al mundo", agregó.
Las canciones pop se han vuelto comunes en los funerales, ya que la nueva tecnología permite en las iglesias y funerarias instalar sistemas de sonido y cada vez más gente opta por servicios dirigidos por oficiantes en vez de ministros religiosos.
Centennial Park, un proveedor importante de cementerios, crematorios y servicios memoriales en Australia, en el 2008 realizó una lista de las 10 canciones más populares en los funerales australianos.
La canción preferida era la versión de Frank Sinatra de "My Way", seguida por "Wonderful World" de Louis Armstrong, "Time To Say Goodbye" de Andrea Bocelli y Sarah Brightman, y "Unforgettable" de Nat "King" Cole.
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