La Hermandad musulmana contra Occidente.
Los Islamistas, parece que están a punto de tomar el poder en todo el Oriente Medio como consecuencia de los disturbios, y que ya han derribado al régimen árabe; además que están amenazando a los demás países, en lo que algunos llaman la última ola de un islámico "Tsunami" que barrerá el mundo.
En Egipto, los miembros de la familia del presidente Hosni Mubarak, según se informa han huido del país después de una avalancha de protestas violentas en las calles lo que significa una grave amenaza para la estabilidad de esta nación árabe, un viejo aliado de EE.UU. y la única nación musulmana con un acuerdo de paz con Israel.
No se puede comenzar a describir con palabras la transformación absoluta y fundamental que está en marcha en la política mundial. Los medios de comunicación apenas están empezando a comprender la magnitud de una pequeña fracción. Nada como esta profunda crisis que ha sucedido desde la caída de la Unión Soviética. Ni siquiera los ataques terroristas del 9-11 están en comparación con lo que está sucediendo ahora.
Esto es nada menos que un cambio de paradigma en todo el mundo... y apenas empieza.
La revolución de disturbios en Egipto, es sólo el comienzo.
Túnez ya ha caído. Yemen y Jordania están en espera. Turquía ha cambiado su curso a una política más anti-Israel y con mayor posición anti-occidental. Arabia Saudita y los Estados árabes del Golfo se están quedando cada vez más aislados. Incluso, sus regímenes, es probable que se vuelvan mucho más vulnerables en los próximos meses.
Para entender todo esto, tenemos que retroceder un poco.
1979 los radicales islámicos orquestaron una revolución desenfrenada al expulsar al Shá de Irán, reemplazaron a su monarquía con una república teocrática islámica. Desde entonces, Irán se ha convertido en una piedra en el zapato para todo el mundo occidental, especialmente para los Estados Unidos e Israel. Desde Irán se orquesta y financia el terrorismo islámico. Desde el Líbano, Irán a través de Siria ha creado la organización terrorista Hezbolá1. Por otra parte, Irán ha proseguido recientemente la elaboración de sus armas nucleares y los medios para ofrecerlos a éstos países como son los llamados misiles balísticos intercontinentales. En respuesta al secuestro terrorista de 1979 al personal de la embajada americana en Irán, los Estados Unidos apoyaron a un dictador en Irak llamado Sadam Hussein. Washington DC, organizó la transferencia de armas - incluso armas químicas - a Sadam Hussein para su uso en su guerra contra Irán.
Después la administración de Ronald Reagan, en Washington, intentó jugar en ambos lados de la guerra entre Irak e Irán mediante la entrega de armas a Irák. Sólo después de que Saddam Hussein utilizó las armas químicas contra su propio pueblo, fue que los Estados Unidos dejaron todas las relaciones militares con Hussein. Fue en ese momento que Hussein hizo creer que el verdadero enemigo eran los Estados Unidos y no los vecinos países vinculados en el Golfo Árabe. Así que firmó un tratado de paz con Irán y le dio por tomar las armas hacia el sur, hacia el mismo Kuwait. En agosto de 1990 las tropas iraquíes invadieron Kuwait - un aliado de EE.UU. y productor de petróleo para el mercado americano-. Kuwait fue tomado de forma rápida y Arabia Saudita dio cuenta de que era el siguiente en la lista negra de Hussein. Así que Estados Unidos respondió con la Guerra del Golfo, que terminó en febrero de 1991 con la derrota de Saddam Hussein, la contención de Irak, la liberación de Kuwait, y la presencia de una base permanente militar de EE.UU. en Arabia Saudita.
El 11 de septiembre de 2001, los Estados Unidos fueron atacados brutalmente por terroristas islámicos, (al menos eso nos hacen creer). La devastación en Nueva York, Washington DC y Pennsylvania enfureció al pueblo estadounidense. Osama Bin Laden, un saudí, y educado en Estados Unidos y radicales musulmanes suníes de la secta wahabí, orquestaron y financiaron los ataques terroristas a través de su organización terrorista internacional llamada Al Qaeda. Los ataques a los Estados Unidos se celebraron en muchos lugares en todo el Oriente Medio, y otras naciones islámicas, gracias a que muchos musulmanes perciben a Estados Unidos como aliado de Israel y de los demás dictadores árabes.
Cuando el ataque a las Torres Gemelas, Osama Bin Laden citó el respaldo estadounidense a Israel, y condenó la presencia de una base militar estadounidense en su país Arabia Saudita. Como un puritano radical islámico, Bin Laden vio la presencia estadounidense como una profanación de la tierra santa por estar tan cerca de La Meca. En respuesta, los Estados Unidos, encabezados por el presidente George W. Bush, formuló una "guerra contra el terrorismo" en virtud del cual los Estados Unidos invadieron Afganistán e Irak, en un intento de "crear" democracias. En ambos casos se organizaron las democracias, pero democracias islámicas que siguieron aplicando diversos elementos de la sharia, que en determinado momento pueden ser extremadamente vulnerables a la presión política-religiosa y que empujan a estos estados a convertirse en repúblicas islámicas teocráticos como Irán. En esta "guerra contra el terrorismo" -como llegó a ser llamada-, los Estados Unidos continuaron apoyando dictaduras en varios países islámicos como Egipto y Pakistán como agradecimiento por su colaboración en la lucha contra el terrorismo. Provocando ésto, los Estados Unidos se embarcaron en un gasto deficitario apoyando la guerra y aumentando los programas sociales, así como impulsaron el crecimiento económico, inflando una burbuja de crédito para respaldar al gobierno.
Ahora vamos a avanzar rápidamente diez años hasta la actualidad.
La burbuja de crédito para respaldar al gobierno estadounidense en su "guerra" apareció en septiembre de 2008, como resultado de ésto, los Estados Unidos rescataron a los bancos y a los prestamistas con billones de dólares de déficit. La Reserva Federal, flotaba por la monetización de la deuda con miles de millones de dólares de dinero impreso. Esta inyección de liquidez en los mercados internacionales provocó la inflación en los mercados en el mundo, aumentando el costo de los alimentos, la energía, los textiles y el aumento de la pobreza a lo largo de todas las naciones que utilizan el dólar como moneda de comercio internacional. Estas condiciones golpearon duramente a las naciones del Medio Oriente, especialmente los que trabajaron estrechamente en colaboración con los Estados Unidos, causando disturbios que desembocaron en revoluciones políticas - Túnez, Yemen, Egipto y ahora Jordania- . No parece tener fin.
Los disturbios y las manifestaciones son comprensibles. Estas personas han sido víctimas de los gobiernos que les han fallado y los dejó en la pobreza y el hambre. El problema de estas revoluciones es que los grupos radicales islámicos estaban listos desde hace años, a punto de correr rápidamente y en directo hacia la creación de más teocracias islámicas radicales. El momento parece imparable ahora, y no hay nada que los Estados Unidos (o cualquier potencia occidental) puede hacer para influir en ésto. Cuanto más los Estados Unidos tratan de intervenir en los países islámicos, más frustrada está la población civil que a su vez voltea hacia las organizaciones más radicales como los "Hermanos Musulmanes".
Por esto, ¿quién puede culparlos? Los Estados Unidos apoyaron a muchos de estos dictadores que trajeron la ruina sobre ellos -la población civil- en primer lugar. ¿Por qué demonios iban a confiar en los estadounidenses?
Para empeorar las cosas, Washington ha estado tratando de jugar en ambos lados de nuevo, al apoyar a los alborotadores, así como a los dictadores en los disturbios. Su conjetura es tan buena como la mía... ¿por qué repetir esto?... pero lo siguen haciendo, especialmente en Egipto. Tal vez esto es para ganar capital político, apoyando a los líderes, pero con los grupos de oposición debe ser tal vez porque ven muy cercano el éxito la revolución. Sin embargo, ya enfrascado en este juego, sea cual sea el capital político que esperaba ganar, se está pasando rápidamente y todo parece indicar que Estados Unidos vuelve a fracasar como lo hizo con el apoyo a Saddam Hussein en Irak durante la década de 1980.
Ahora todo el Medio Oriente está estallando en la revolución, y tan pronto como un dominó cae, no tardará en caer el próximo. Lo que sucedió en Irán en 1979 y lo que está ocurriendo en todo el Oriente Medio en 2011 nos hace ver que los estadounidenses son incapaces de hacer algo al respecto.
Desde una perspectiva católica, todo ésto fue predicho desde hace siglos por los místicos y visionarios aprobados por la Iglesia.
En los próximos años la fuerza política se alejará de los Estados Unidos y Europa, y volteará más hacia los poderes islámicos radicales.
No tardarán en mostrarse los radicales marxistas en Europa, que también intentarán la misma clase de revoluciones desenfrenadas en esos países.
Lo que sigue es lo que muchos místicos católicos han llamado " El Castigo ", que dará lugar a otro cambio de paradigma que va a llevar a cabo la gran última era en la historia cristiana... antes del surgimiento del Anticristo y la Segunda Venida.
1(Hezbolá se formó en gran parte con la ayuda de los seguidores del Ayatollah Jomeini a principios de los años ochenta con el fin de difundir la revolución islámica y sigue una versión de ideología islámica chiíta ( "Willayat Al-Faqih") elaborada por el Ayatola Ruhollah Jomeini, líder de la Revolución Islámica de Irán).
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