Tomado de STAT VERITAS
AVATAR
LA SUMA ANTICRISTIANA DE JAMES CAMERON
Por Flavio Mateos
La primera impresión, quizás algo superficial, luego de ver la película “Avatar”, me ha resultado positiva. Más allá del impresionante y soberbio despliegue artístico y técnico, el cual asombra por su equilibrio en el diseño y el color, más allá de aquél mundo totalmente creado por artistas y técnicos digitales, podría pensarse que “Avatar” tiene un mensaje “positivo”, en el cual, encontramos una especie de alegoría de la batalla entre la modernidad atea, mecanicista, materialista y del progreso tecnológico contra el mundo tradicional, espiritual y religioso que prescinde de los avances de la ciencia y de la tecnología. Todo presentado con un argumento similar al de la ganadora del Oscar “Danza con lobos”.
Pero una mirada más profunda –bajo la luz de la tradicional doctrina católica– nos muestra que aquellas pinceladas positivas, en realidad, revisten un mensaje anticristiano. Dejamos, entonces, al autor de esta crítica y nuestro colaborador Flavio Mateos, quién ha sabido ver y dar en el clavo con los símbolos que revisten ésta producción, para iluminarnos desde la mirada católica del cine y desvelarnos el mensaje anticristiano de Cameron.
El Editor
“El New Age es uno de los más importantes desafíos que el cristianismo deberá afrontar en los años futuros, ya que estos movimientos están deseosos de apresurar su desaparición para dar lugar a la futura religión mundial”.
Padre Jean Vernette. “Iglesia Católica y New Age (Nueva Era)”, Revista Tradición Católica Nº 78, Mayo 1992.
“Ya no se puede hablar, como hace unas décadas atrás, de “decadencia de Occidente” o de “crisis de nuestra civilización” porque hoy la cultura occidental está en las catacumbas. Los grupos dominantes en los países que alguna vez pertenecieron a la cristiandad o que recibieron su influjo vivificador son al presente abierta o encubiertamente antioccidentales. Occidente está en liquidación, y la masa de sus liquidadores se integra con la concurrencia de fuerzas ideológicas de distinto signo pero similar intención. La “cultura” economicista de la burguesía tecnocrática con su jerga mundialista y su soporte multinacional ocupa uno de los primeros planos en el desvastado escenario. A su lado florecen sectas irracionalistas que buscan develar los misterios del universo con las técnicas gnósticas del teosofismo oriental y la “cultura” periodística de la ciencia ficción”.
Enrique Díaz Araujo. A modo de prólogo, “La Rebelión de la Nada”, Cruz y Fierro Editores, 1983.
“¿Qué nos ofrece, pues, el futuro? ¿Qué nuevos espejismos han de ensayarse para que no se logre alcanzar la recta senda que conduce a la verdad?”
José León Pagano (h). “Veinte siglos de herejías”. Editorial Sudamericana, 2004.
“¿De dónde parten los enemigos de la religión para sembrar tantos y tan graves errores, con lo que la fe de un tan gran número se encuentra sacudida? Comienzan por negar la caída primitiva del hombre y de su descendencia. El edificio de la fe queda destruido totalmente...”
San Pío X. Ad Diem Illud, 2 de febrero de 1904
Salimos del cine asombrados, no por la maravilla de la técnica, la imponente prepotencia de los efectos visuales o los sorprendentes personajes digitales. Eso es admirable, sin dudas, pero no dejamos que ello nos exima de pensar. Sabemos que el Anticristo cuando aparezca también obrará “prodigios”.
No, salimos asombrados porque vemos el empeño increíble de destruir al Cristianismo que se despliega en conjunción con esta “liquidación de Occidente”, y ello realizado de la forma más inteligente, soberbia y desesperada que jamás se haya visto.
De una forma inteligente, porque “Avatar” es una película pensada hasta en sus menores detalles significativos, perfectamente ensamblados; soberbia, porque su impresionante exhibicionismo visual apunta a aplastar toda competencia que quiera hacerle sombra, además de obligar a una arrolladora imposición mundial; desesperada, porque se acortan los tiempos y los pseudoprofetas del Anticristo necesitan cada vez mayores estímulos para atraer a las multitudes.
Intentaremos una aproximación general a lo que esta película nos propone, pero no pretendemos abarcar todo el soporte simbólico que la misma en su aspiración a una totalidad, contiene. Hemos abordado en un ensayo anterior muy someramente la presencia del gnosticismo en el cine, que puede servir de complemento al presente.
Como nunca da a conocer Cameron su gnosticismo ya acusado en sus anteriores films1. Esta vez agrega un conjunto –diríamos un cóctel– de cosas que terminan haciendo de su película un pastiche New
1 Para ampliar sobre Cameron ver el perfil que incluimos en nuestro blog de cine www.videotecareduco.blogspot.com.
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Age cuyo único fin es lo que dijimos más arriba, la negación del Dios Trinitario con la excusa de patear al occidentalismo imperialista que atenta contra la ecología y la diversidad cultural y religiosa. Esas cosas que mezcla “Avatar” son el gnosticismo, el panteísmo, el feminismo, el ecologismo, el indigenismo, la New Age, el espiritismo, etc.
Daremos primero una brevísima referencia al tema enunciado y a continuación su aplicación concreta en la película.
Argumento de “Avatar”
Es el año 2154 y un marine parapléjico, Jake Sully, es enviado a Pandora, una luna del planeta Polifemo, para reemplazar a su hermano, un científico que acaba de morir, con el fin de continuar un experimento científico llamado “Avatar”. Éste consiste en ser introducido dentro de otro cuerpo, una mezcla de humano y de Na‟Vi, extraña criatura azul gigante que vive en el planeta. El fin es insertarse entre los nativos e investigar su cultura a fin de convencerlos de que pacíficamente dejen a los norteamericanos explotar un mineral muy valioso, que yace debajo de un árbol gigantesco en el cual este pueblo vive. Jake es tentado por un malévolo coronel para que una vez infiltrado entre los Na‟Vi le pase información a él en vez de a la científica que comanda el programa, para de esa manera poder tener datos precisos con los cuales lanzar una ofensiva y arrasar con los nativos. El marine se debatirá entre una y otra lealtad hasta que, introducido en este sorprendente nuevo mundo, sufra una modificación de su persona al ser iniciado en las costumbres y la espiritualidad de los Na‟Vi, que adoran a una diosa que desde un árbol se mantiene interconectada con todas las criaturas del planeta mediante una sustancia energética que dota de espíritu a los animales y las plantas, logrando de esa forma una armonía perfecta que los alienígenas humanos se proponen destruir. Jake se enamora de la princesa Neytiri, se une a ella y pasa a combatir con los Na‟Vi en contra de los humanos. Terminará siendo el libertador en una guerra donde todas las criaturas de la Naturaleza, por orden de la diosa de los Na‟Vi, destruyen a los invasores.
Símbolos Gnósticos
“En un sentido amplio, “gnosis” es la creencia según la cual no es la fe sino un conocimiento superior lo que nos puede liberar. Desde Cornelio Agripa, se dice que esta sabiduría será forzosamente “oculta”, debido a que solo unos pocos elegidos, iniciados por maestros tradicionales, pueden acceder a ella. La divulgación de este saber elitista estaría, en principio, condenada al fracaso, salvo cuando sirviese para despertar a potenciales adeptos. Históricamente se registran dos clases de gnosis: una pesimista y apocalíptica, a la que combatieron los Padres de la Iglesia y renace periódicamente, y una optimista, conocida como “hermetismo”, que anuncia una restauración mesiánica y una nueva era de plenitud. La gnosis hermética ha hallado eco siempre entre los intelectuales. Las versiones más recientes de esta gnosis también apuntan a las clases medias y altas, informadas y semicultas: hasta ahora, el principal vehículo de la New Age ha sido el libro.”2 El cine nos ha acercado con más frecuencia la variante “pesimista-apocalíptica” que la “hermética”, y cuando estas últimas hacen aparición (caso “Misión a Marte” o la que nos ocupa) las soluciones “integrales” deben ser buscadas fuera del planeta y a manos de los extraterrestres, de quienes debemos aprender a vivir; el componente “místico” y el reemplazo del Dios Trinitario y su Iglesia son la razón de ser de estas películas. Es a través del conocimiento científico como se accede a esa instancia superior que conecta con la divinidad.
Es propio de la herejía gnóstica “sobrevalorar la razón especulativa en su afán de llegar a conocer a Dios y desentrañar sus secretos.”3 Apartándose de la doctrina cristiana, ataca en su soberbia especialmente a Dios Padre. Por eso proponer la creación de un mundo y un orden nuevo y distinto del creado por Dios es propio de los sistemas gnósticos. No se olvide que todos los movimientos revolucionarios se han propuesto siempre acabar (es decir, arrasar) con todo el orden anterior, con el fin además de crear al “hombre nuevo”,
2 Pablo Capanna, “El mito de la Nueva Era. Vino viejo en odres descartables”, Ed. Paulinas, 1993.
3 José León Pagano (h), “Veinte siglos de herejías”, Ed. Sudamericana, 2004.
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sabemos con qué resultados. Cameron llega al extremo de, para crear al “hombre nuevo”, dotarlo de un nuevo cuerpo, ya no humano, haciendo que el hombre se desprenda del suyo.
Es interesante ver cómo a fines del siglo XII el gnóstico Joaquín de Fiore traza su especulación teórica (dirigida contra la teología de la historia de San Agustín) a través del siguiente esquema simbólico4:
1. El primero de los símbolos es el del “Tercer Imperio” o una tercera fase en la Historia Universal, superadora de las anteriores y con la cual se llega al perfeccionamiento. Esto obedece a su cuadro de la Historia en un esquema trinitario.
2. El segundo símbolo es el del caudillo o líder que encabezará esa última etapa, “que aparece al principio de una nueva época y que con su aparición funda ésta”.
3. El tercero de los símbolos joaquinistas es el del precursor. “Joaquín suponía que el caudillo de cada época tenía un precursor, al igual que Cristo tuvo a San Juan Bautista (...) En la creación del símbolo del precursor ha entrado a formar parte de la historia occidental un nuevo tipo: el intelectual, que conoce la fórmula para la liberación de los males del mundo y que sabe profetizar el curso de la Historia universal en el futuro”. Ocurre a veces que no es posible diferenciar, en la práctica política, la figura del intelectual de la del caudillo, que pueden darse en la misma persona.
4. El cuarto de estos símbolos es “la comunidad de individuos espiritualmente autónomos (...) Lo esencial de esta figuración para nuestro tema es la idea de una Humanidad espiritualizada que puede existir en comunidad sin la mediación o sostén de instituciones, porque, según la idea joaquinista, la comunidad de monjes debía ser realidad sin el apoyo sacramental de la Iglesia. Reconocemos en esta comunidad de personas autónomas, sin organización institucional, el simbolismo de la comunidad de los movimientos de masas gnósticos que se imaginan el estado final como una comunidad libre de los hombres, una vez desaparecidos el Estado y otras instituciones”.
En “Avatar”:
Veamos entonces cómo este sistema de símbolos que se ha manifestado activamente en los movimientos políticos modernos, es reutilizado en la propuesta cameroniana:
1. Una nueva fase de la Historia sepulta y reemplaza a la Humanidad arruinada. Esa nueva fase se da en otro planeta pero es una forma de analogía que usa Cameron para decirnos que una era se acaba para nosotros y otra mejor debe comenzar. A esto se añade –como veremos luego– el motivo New Age de la Era de Acuario, que significa también el comienzo de una nueva y armoniosa etapa; la etapa fracasada que se acaba es la del “Cristianismo”.
2. El caudillo que encabeza ese “renacimiento” es Jake Sully (él mismo habla en la película de un renacimiento). Llega a ser ese caudillo luego de que ese planeta casi es destruido por los hombres –de la misma forma en que destruyeron la Tierra. Es además un Salvador o Mesías, el Ungido: precisamente vemos cómo es ungido ritualmente con la pintura en la cara. No nace Salvador, sino que “se hace”.
3. El intelectual precursor es aquí la científica, Grace Augustine (atención con el nombre), que conoce mejor que nadie que la solución a los problemas de la humanidad se encuentran en ese planeta y la forma de vida de sus habitantes. Además dirige el programa de los avatares, mediante el cual Jake Sully llegará a ser el caudillo libertador de los Na‟Vi. Se llega entonces a ese conocimiento superior de liberación a partir del progreso del conocimiento científico. Como San Juan Bautista, la Dra. se enfrenta a los poderosos (el militar, el representante de los industriales) que la llevan a la cárcel, de la que luego es rescatada –a la manera de San Pedro– no por un ángel de Dios, sino por una mujer militar que actúa por analogía de esa manera (conducirá luego un helicóptero en la batalla final).
4 Todo esto lo tomamos de “Los movimientos de masas gnósticos como sucedáneos de la religión”, de Eric Voegelin, Ediciones Rialp, 1966.
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4. El cuarto de los símbolos se verifica en esa comunidad de los Na‟Vi cuya religiosidad o espiritualidad no necesita de una iglesia para su efectivización. Recuérdese cuando Jake se aparea con la princesa Neytiri, ella les dice a todos: “Nos unimos ante Eywa”, es decir, ante la diosa. Lo mismo cuando toda la comunidad se junta tomados de la mano frente al “árbol de los espíritus” para rezar o algo así. Se cumple de esa manera la idea fantasiosa comunista de una sociedad sin Estado, ni Iglesia ni policía, donde todo es armonía, atribuida a las comunidades primitivas pre-cristianas que adoraban a los espíritus de la naturaleza y por ello vivían en paz. La religiosidad se manifiesta principalmente como un sentimiento, pero, “quien afirma que no se puede llegar a Dios sino a través del ansia del sentimiento, no podrá jamás indagar ni apreciar relaciones religiosas de contenido ético e intelectual. En el reino del sentimiento todo permanece obscuro e instintivo, todo está dominado de espontaneidad pura.”5
Hablemos de otra característica gnóstica que ya adelantamos. Es la de “alterar la estructura del mundo, que es considerada como deficiente, para que resulte un mundo nuevo y satisfactorio (...) El intento de crear un nuevo mundo es común a todos”6. De allí precisamente que Cameron salga de nuestro planeta para inventar uno nuevo, con criaturas nuevas, nuevos animales y plantas, nuevo idioma, etc. La negación de la obra de Dios y hasta del hombre mismo –la cumbre de la Creación- se ven perfectamente por el hecho de que en el film somos nosotros los alienígenas, y el héroe prefiere dejar de ser humano para ser uno de ellos hasta en su aspecto físico. ¿Por qué, además, Cameron aplica esta receta de sabiduría barata en otro planeta completamente diferente? Porque debe “suprimir todos los caracteres de la estructuración de la existencia que pudiesen demostrar que el programa es absurdo y estéril”7. Por eso ubica su historia en un marco idílico que la haga creíble.
Para Cameron, una combinación de la ciencia ultrasofisticada con una sabiduría panteísta ancestral dará como resultado la armonía, la paz y la felicidad de los hombres. Pero hay un pequeño problema que Cameron escamotea, y éste es el problema del mal. Para llegar a los resultados que se pretenden se debe negar la existencia del pecado original, y por lo tanto la necesidad de la Redención, y entonces de la Encarnación y así hasta llegar a la negación de Dios. Estamos entonces en plena fantasía subjetivista con aires de ciencia y sabiduría tradicional.
La estructuración simbólica gnóstica le otorga además al hombre –y por esto la acepta- “una certeza más firme sobre el sentido de la existencia humana, en un saber nuevo sobre el futuro que aparece ante nosotros y en la creación de una base firme para la actuación proyectada hacia el futuro”8. A diferencia de la religión cristiana, donde la Fe es el convencimiento de las cosas que no se ven, en este caso se le permite al hombre ver y tocar, se le muestra seductoramente todo para que “sienta” esa espiritualidad y “crea” en ella. “Avatar” es un caso ejemplar: la prepotencia de la imagen que no necesita ni construye una fe. “Bienaventurados aquellos que creen, sin haber visto” dijo Nuestro Señor.
Como sustitución o sucedáneo de la historia de salvación cristiana, Cameron recurre puntualmente a cada uno de los elementos que constituyen la Redención para negarla o subvertirla, o, más bien, para invertirla: Así como Dios se hizo carne en N. S. Jesucristo, a través de una mujer, la Sma. Virgen, en “Avatar” el hombre mediante la ciencia toma cuerpo –primero a través de una mujer que lo hace posible, la Dra. “Gracia” y luego de otra mujer que lo eleva espiritualmente, Neytiri- y baja del cielo a una tierra. Llega a ese planeta sin ser todavía un salvador, pero poco a poco asume esa misión. No para salvar a los Na‟Vi de sus pecados, sino de los malvados de afuera, a los que llama “los hombres del cielo”. Es un mesianismo carnal que triunfa mediante el poder de las armas y la intervención final de la “diosa” que toma partido –como Yahvé- por su pueblo. Jake Sully, el “elegido” (así da cuenta de sí mismo en la película) es tentado por el demonio (en la película, el Coronel) para que traicione su misión. A cambio no le ofrece todo el mundo, sino lo que más necesita y quiere en ese momento, unas nuevas piernas. Vence finalmente a ese demonio no con ayunos y oración, sino peleando con las armas y con ayuda de la mujer. Es interesante ver que en un momento este “salvador” es condenado por su propio pueblo y atado a una columna, como Cristo en la cruz. Pero, para que los salve, debe ser liberado de esa atadura, es decir, bajarse de la cruz. Es lógico: la salvación
5 José Graneris, “La religión en la historia de las religiones”, Pág. 82, Ed. Excelsa, 1946.
6 E. Voegelin, Ob. cit.
7 E. Voegelin, Ob. cit.
8 E. Voegelin, Ob. cit.
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no viene por la cruz porque no se trata de una liberación espiritual, sino carnal. Espiritualmente los Na‟Vi ya son libres, (son “sanos”, como lo “eran” los fariseos) así que el Mesías sólo debe salvarlos de sus opresores extranjeros, cosa que hace.
El Gnosticismo de la Cábala Judía
“El Universo es un Dios que se hace. Tal la enseñanza de la Cábala, que es la misma de Spinoza, de Hegel y de todos los pensadores modernos, y que asimismo es la cultura moderna y de masas que ha acabado por imponerse (...) Las ciencias, en consecuencia, no se han de dirigir al conocimiento del Creador, sino, con la gran sociedad máquina producida por las técnicas, a la exaltación y glorificación del hombre.”9
En “Avatar”:
Hay ciertos elementos sospechosos de pertenecer –en este shopping del ocultismo New Age que registra la película- a la Cábala judía procedente del esoterismo egipcio. Parece haber una evolución en esta diosa del árbol, que primero “no toma partido” como allí se aclara, sino que se limita a mantener un equilibrio entre el bien y el mal. Esto quiere decir que, si hay mal en ese mundo y no hay pecado original, ese mal (la tristeza, el miedo) procede también de la diosa, y está bien que exista. Luego esta deidad hace lo que antes no hacía: toma partido por uno de los dos contendientes, en el enfrentamiento final, por pedido de Jake Sully. ¿Es éste tal vez el componente masculino que completa a la diosa y por el cual ésta ahora cambia? En la Cábala judía cobra un papel preponderante el acto sexual en relación a las teogonías. ¿Será por esto que se incluye la escena de la unión sexual de Jake y Neytiri? Si fuera así sólo en el Hombre alcanzaría la diosa la totalidad de su ser. Por lo tanto habría evolución en la diosa, que necesita del Hombre (un hombre que produjo la ciencia a medias con su religión). De allí que, aun sin negar la divinidad, se exalte y glorifique al hombre.
El Arquetipo femenino, según Cameron. (Cuidado con hacerla enojar)
Panteísmo
El dogma constitutivo del panteísmo consiste en admitir una sola substancia, de la cual los seres visibles son modificaciones o evoluciones. Es decir “suprimir la distinción de naturaleza o esencia entre el mundo y su causa. Abolida esta distinción, se esfuma toda verdadera trascendencia y desaparece la dependencia absoluta. Si yo soy una parte del “Divino Todo”, o una de las infinitas realizaciones del “Yo universal”, o un punto foco de la conciencia del universo, en cada hipótesis yo aporto mi contribución intrínseca y constitutiva al gran mar del ser, y si yo dependo del Todo, el Todo depende de mí, porque de mí
9 R. P. Julio Meinvielle, “De la Cábala al Progresismo”, Ed. Epheta, 1994.
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recibe algo. Yo seré el átomo invisible, uno de aquellos infinitesimales que se pueden descuidar en los cálculos matemáticos, y sin embargo, insuprimibles en la realidad y en el pensamiento metafísico; y como tal me afirmo y me jacto de mis derechos y mido mi fuerza. Seré una manifestación efímera y crepuscular de una conciencia eterna y luminosa, pero en ese relámpago, en ese momento en que mi fuego arde, la Gran Conciencia vive y palpita en mí, y si yo brillo con su luz, ella resplandece con la mía, o mejor dicho, las dos luces no constituyen sino una. De aquí que, aun colocándome abstractamente como parte frente al todo o como particular manifestación o realización frente al Yo universal, yo pueda todavía pensar en cierta dependencia e inferioridad mía, eso no es ya posible cuando, hecho abandono de la posición abstracta, yo paso a considerarme en concreto como parte activa que coopera a la vida del todo, como manifestación o conciencia en la cual se actualiza y realiza lo universal. En esta visión plena y concreta yo descubro mi valor y a pesar de que vea caer mi individualidad, no por ello me humillo, antes bien, me exalto, y en vez de profesar mi absoluta dependencia celebro mi absoluta independencia, identificándome con aquello que parecía sujetarme”10
En “Avatar”:
Los Na‟Vi van a decir sus plegarias debajo de un árbol mágico al que se enchufan a través de ese conducto que tienen en la trenza. Así pueden unirse a la divinidad y, además, hacer actos de espiritismo, escuchando las voces de los muertos. Esa especie de energía que los une con la diosa y con todas las criaturas puede ser asimilada a otra práctica difundida por la New Age, que es la de “despertar a la serpiente Kundalini” activando los centros nerviosos espinales. Esa “serpiente” (que puede estar representada por esas largas trenzas que estas criaturas tienen detrás) viene a significar, según los esoteristas, la energía femenina que estaba enrollada y adormecida y que al despertar abre la conciencia del hombre a una mayor comprensión de las cosas. En la película se hace hincapié en el “ver” pero ver “dentro” de las cosas. Eso lo hacen a través de esa conexión física con todas las criaturas. En síntesis: la serpiente los hace “ser como dioses”.
Esta suerte de panteísmo que “Avatar” presenta al espectador, esa confusión entre el Creador y las criaturas, ese “retorno a la Madre Naturaleza” conduce a la nada de los ateos, siendo desconsolador para el hombre cuando se encuentra de frente al mal y las consecuencias del pecado original que son inevitables. “Avatar” propone una espiritualidad que prescinde de la razón y acerca al hombre subjetivista de hoy a los “espíritus” de la naturaleza mediante la “visión” y la “sensación” o “experiencia” (algo propio, también, del carismatismo). Con esto lo que hace Cameron, además, es quitar de en medio no sólo a la Razón sino también el Misterio, propio de la religión sobrenatural, el Cristianismo. Allí no se pide la fe, sino que, mediante una iniciación, imbuida de sentimientos estéticos que proporcionan las criaturas, se adquiere un conocimiento superior, y esto basta. No hay en “Pandora” la idea de pecado sino de “desequilibrio”, no se peca y ofende directamente a Dios sino a todo el cosmos, al conjunto de la Naturaleza que está unida por una corriente espiritual o energética con la diosa.
La conexión energética entre los Na‟Vi y los animales es un elemento que también remite a los delirios evolucionistas. Mediante esa conexión las criaturas obedecen infaliblemente a estos seres con sólo su palabra o su pensamiento, como si fueran dioses (por ejemplo, cuando vuelan sobre las aves-reptiles gigantescas). También se observan unas criaturas que parecen pequeñas anémonas que revolotean suavemente por el aire y que Neytiri explica que “son espíritus muy puros”. Se acercan y lo cubren a Jake. ¿Tienen alguna relación con el “mundo intermediario”, entre medio del mundo espiritual y el mundo físico, otra de las teorías delirantes de los esoteristas? ¿Serían en ese caso los demonios que habitan en ese espacio? Más bien esa escena obedece a una parodia del bautismo de Nuestro Señor en el Jordán, cuando el Espíritu Santo en forma de paloma descendió del cielo sobre Él. En este caso, esos espíritus blancos se unen sobre él y lo cubren, mostrando así que él es “el elegido”. Para el espectador de esta película adoptar esta forma de “sentir” (no decimos “pensar”) el mundo sería una forma de extravío insensato dentro del propio subjetivismo que no haría otra cosa que acrecentar su orgullo para alejarlo aún más del verdadero camino trascendente.
10 J. Graneris, Ob. Cit. Pág. 119.
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New Age
“Los movimientos de la Nueva Era no solo proponen un marco ideológico para rehabilitar al ocultismo, sino que además aspiran a recoger la “herencia” de las grandes religiones, cristianismo incluido. No plantean una lucha frontal, como lo hacía el ateísmo marxista, sino intentan un vaciamiento espiritual (...) El marco ideológico que ofrecen rehabilita y justifica a las prácticas mágicas, adivinatorias, astrológicas y chamánicas, junto con el “orientalismo”, el indigenismo y el neopaganismo europeo.”11
En Estados Unidos la influencia de la New Age es mucho mayor que en otras sociedades, incluyendo entre sus influencias a la educación católica. Quien fuera subsecretario general de las Naciones Unidas y se definiera a sí mismo como católico, expositor en la Asociación Nacional de Educación Católica, escribió en un libro cosas como ésta: “La humanidad no busca sino su unión con lo divino, su trascendencia en formas más elevadas de vida. Los hindús llaman a nuestra tierra brahma, o sea Dios, porque no ven ninguna diferencia entre la tierra y lo divino. Debemos considerar a nosotros mismos y a nuestro planeta como células de un Universo que se hace más consciente de sí mismo en nosotros”.12
Una hechicera del culto de Wicka, asociada a un sacerdote para promover el feminismo, la brujería y el culto de la “Diosa” y con predicamento considerable en la educación católica, escribió: “En el Kraft (abreviatura por Witchcraft, brujería) nosotros no creemos a la diosa, sino que nos unimos a ella por medio de la luna, las estrellas, el océano, la tierra, a través de los árboles, los animales, por medio de otros seres humanos, por nosotros mismos. Ella está aquí, ella está en todos nosotros.”13
El físico James Lovelock, miembro de un famoso centro de difusión gnóstica llamado Esalen, lanzó en un manifiesto colectivo de esta New Age el argumento de “Gaia”, una hipótesis metafísica “según la cual la Tierra es un solo organismo vivo e inteligente. La economista Hazle Henderson la usa para fundamentar una economía ecológica y se apoya en ella para proponer el culto de la Diosa Madre, opuesta al judeocristianismo “patriarcal.”14
“La propuesta de la New Age suele desconcertar por la ligereza con que mezcla modelos científicos con creencias astrológicas o alquímicas, ficciones, mitos, filosofía, religión y sicología. Esto no debe sorprendernos si consideramos que se trata de una ideología posmoderna. Una de las características que definen al discurso posmoderno es precisamente el pastiche de géneros, estilos y discursos, donde la filosofía se vuelve literaria y la crítica compite con la ficción (...) Todo el proyecto de mística panteísta de la Nueva Era (la llamada “ecología profunda”) se apoya en una larga tradición gnóstica occidental, que ha reaparecido puntualmente en cada período de crisis.”15
Esta propuesta de la New Age está especialmente dirigida a un hombre moderno secularizado y vuelto espectador y como tal consumista, insatisfecho del rumbo que ha tomado su vida pero incapaz de retrotraerse a un tradición cultural-religiosa que le ha sido quitada. “La New Age, que responde a una mentalidad de espectadores y de hedonistas vergonzantes, lo centra todo en los “efectos especiales” de lo transpersonal”16
“Una muestra de cómo el “misticismo” de la Nueva Era tiende a banalizarse, asemejándose cada vez más a la “realidad virtual”, a los videojuegos y otras drogas electrónicas, la hallamos en el auge de las máquinas de autohipnosis (mind machines) y la programación neurolingüistica, sobre cuyos efectos (y peligrosidad) aún se sabe muy poco.
Las mind machines, que suelen publicitarse como “entretenimientos” junto con otros artefactos de “gimnasia mental” como las cámaras de aislamiento sensorial, son dispositivos controlados por una computadora portátil. Emiten estímulos visuales y auditivos por medio de antiparras y auriculares especiales. Se dice que inducen los ritmos cerebrales Alfa y Theta, y permiten vivir sensaciones estimulantes, como las de un día primaveral, un atardecer en la playa, una noche en la sabana o una tormenta eléctrica.
11 P. Capanna, Ob. cit.
12 Robert Muller, cit. en Revista Tradición Católica Nº 78, España, mayo 1992.
13 Cit. en Revista Tradición Católica Nº 78.
14 P. Capanna, Ob. cit.
15 Idem. ant.
16 Id. ant.
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Por sólo veinticinco dólares, uno puede ver el mundo como lo vería un delfín (“la especie más inteligente del planeta”) o viajar más allá de la muerte, con las “habituales” visiones de luz al final del túnel, etcétera”17
Por menos de un dólar se puede viajar al planeta “Pandora” junto a un avatar y vivir su vida, como el protagonista de la película. ¿Se dan cuenta los que se calzaron los famosos y ridículos anteojitos 3D hacia dónde los quieren llevar?
En “Avatar” hay una evidente inclusión de esa “mística panteísta” cuyo epicentro se referencia en el culto de la “diosa madre”, afrenta hacia el único y verdadero Dios que es Padre. Todo lo demás de lo que hemos venido hablando se inscribe dentro de esta tendencia globalizadora del “New Age”: “la unidad holística del universo, la divinización del cosmos, la mística acuariana, el rechazo del concepto cristiano de creación, el feminismo, la evolución”. Todo esto concertado en función de un único objetivo (el llenarse de dinero es la añadidura): combatir la fe cristiana, pues saben que “el principal enemigo de la New Age es el cristianismo auténtico.”18
La Era de Acuario
“El anuncio de la “Era de Acuario” era ya tradicional en el esoterismo (de esa fuente la habían tomado los hippies) y aparecía en la obra de C. G. Jung, uno de los grandes inspiradores de la New Age.
“Según Le Coeur y otros esoteristas, cada vez que cambia el primer punto de Aries, es decir, desde que el Sol comienza a aparecer en una nueva constelación durante el equinoccio de primavera (esto es, cada 2160 años aproximadamente) surgen nuevas civilizaciones y una nueva religión. Cuatro mil trescientos veinte años antes de Cristo, el Sol entró en Tauro, y las culturas egipcia, cretense y mesopotámica tuvieron divinidades con forma de toro. Dos mil ciento sesenta años antes de Cristo, el Sol entró en Aries, y sobrevino la religión mosaica del Antiguo Testamento. En el año 1 surgió el cristianismo, al entrar el sol en Piscis: una era belicosa, simbolizada por los peces opuestos y caracterizada por la intolerancia y el conflicto.
Por fin, alrededor de 2160, el Sol entrará en Acuario, signo de armonía y humanismo. Entonces, regresará Cristo: pero no será Jesús sino el cristo cósmico, un nuevo avatar de la divinidad, que tendrá otro nombre y otro aspecto; él nos traerá el amor, la concordia y la luz, por lo menos durante 2160 años, y previo un Apocalipsis como el que anuncia San Juan (...) El suizo Jean Gebser habla de un ascenso de la conciencia humana a través de la historia: de la conciencia arcaica hemos pasado a la mágica, la mítica y la mental (que es la nuestra, desde los griegos hasta Newton), y culminaremos en la conciencia integral, propia de la era de Acuario”19 “La edad de los peces se distinguía –dicen los acuarianos- por el fanatismo, la ignorancia, el dolor, la división y el escepticismo. Ahora viene la edad acuariana que implica fraternidad, conocimiento, nueva visión de lo trascendente. Desaparecerá el cristianismo, y se implantará una nueva religión a escala mundial. Será una vuelta a la Edad de Oro”20
En “Avatar”:
Cameron declaró: “Quería que la gente sintiera el mensaje ecológico, no que lo pensara”. ¿En qué año transcurre la película? En el año 2154, es decir, en el comienzo de esa Nueva Era (¿qué tal vez comience en la secuela de la película, ya programada?). ¿Qué papel representa el marine metido en un cuerpo azulado? El del cristo cósmico, “nuevo avatar de la divinidad”, combinación de la ciencia humana y la adquisición de esa conciencia integral de saberse parte de la divinidad, cuya consecuencia será una era de paz y armonía.
17 Id. ant.
18 P. Alfredo Sáenz, “El hombre moderno. Descripción fenomenológica”. Ed. Gladius, 2005.
19 Id. ant.
20 P. A. Sáenz, Ob. cit.
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Feminismo
Otra de las proclamas del movimiento de la Nueva Era es el feminismo. Ha llegado el turno para la mujer de conducir los destinos de la nueva humanidad, dicen los esoteristas (pensemos que la inclusión de cada vez más mujeres como presidentes de países, no es algo casual, aunque los resultados están lejos de ser hermosos). Así lo define bien el Padre Sáenz: “El ciclo de Piscis enalteció al hombre. Ahora ha llegado la hora de la mujer, el triunfo de lo receptivo e intuitivo, tan peculiar del sexo femenino, frente a lo agresivo, expansivo y racional-analítico, más propio del hombre. El cristianismo es machista, ya que presenta al Dios de la revelación como masculino. Habrá que introducir el mito de Gaia, la Madre Tierra, restaurándose, si ello fuera necesario, cultos de diosas antiguas, como el de Isis, Astarté, etc.”21
Pero el mismo feminismo no sería conducente si no se hubiese infiltrado también en las filas del catolicismo y su apertura al mundo: “En el mismo momento en que, en el mundo entero, se da a conocer y se expande el movimiento de la emancipación de la mujer radicalizado en el feminismo, vemos cómo en la Iglesia Católica aparece la teología feminista que comparte las aberrantes teorías que se encuentran en el New Age:
a. Feminidad de la divinidad.
b. Igualdad o superioridad de la Mujer-Dios.
c. Necesidad de transformar las estructuras sociales de la familia, de la sociedad, de la Iglesia (ordenación de la mujer, etc.)
d. He aquí algunos ejemplos:
SCP Newsletter presenta así un libro de Charlene Spretnak, feminista y ecologista alemana:”El culto de la diosa, el paganismo, Wicka y la brujería, todo esto son nombres para designar una forma de religión natural que está centrada en el misterio, la sexualidad y las capacidades psíquicas de la mujer. El punto de partida de la autora, para llegar a reestablecer el dominio de la mujer, es poner fin a la religión judeocristiana.”22
En “Avatar”:
Para empezar, la historia transcurre en una luna llamada Pandora. La luna es un símbolo de lo femenino, y Pandora es en la mitología griega la primera mujer de la humanidad, creada para castigar a los hombres por su orgullo a través de su famosa caja. Allí no hay Dios, sino una diosa. Luego, los personajes fuertes y decisivos son las mujeres, pero mujeres masculinizadas o “liberadas”: La doctora científica, que fuma, viste como hombre y es malhablada, es la poseedora de la gnosis humana, contrapuesta al militarote rudo, macho e imbécil (el Coronel) y al representante de la “Compañía”, un cobarde. El único militar que se rebela y se pone de lado de los Na‟Vi es una mujer, sexy pero atlética y también ruda. En Pandora, el rey no tiene ninguna importancia, y finalmente muere. El jefe de los guerreros, una especie de indio sioux, también muere en la batalla. Quien tiene la mayor influencia es la esposa del rey, que es la “chamana” o bruja del lugar, y es luego quien libera a Jake para que concrete la liberación de su pueblo. La princesa-cazadora es quien enseña a Jake a pelear y sobre todo quien le enseña los secretos de la espiritualidad de su tribu; es quien además al final lo salva matando al coronel. Jake es un marine inválido. Norm Spellman es débil y medio amanerado y el gordito científico, un apocado (recuérdese que intenta impedir que la Dra. Grace vaya a discutir con los mandamases del proyecto). Ya ni siquiera en un plano de igualdad, las mujeres superan en todo a los hombres. En la tradición hindú el marido y la esposa se asimilan al Cielo y la Tierra. En el film los humanos invasores son llamados “gente del cielo”, mientras que los Na‟Vi pertenecen a la “Madre Tierra”. Son los habitantes de esa “tierra” los que expulsan a los del “cielo”. Incluso podemos observar este detalle. Si la película se propone la negación de Dios Padre, esa función se muestra por analogía en el Coronel, completamente degradada. El Coronel le dice así a Jake: “Hijo, yo cuido a los míos” y le promete pagarle por una operación de las piernas. Le dirá hijo en una segunda oportunidad. Cuando va en la nave rumbo a la batalla les dice a sus hombres dos veces: “Papá los cuidará”. Finalmente le dirá a una
21 Idem anterior.
22 Revista Tradición Católica Nº 78.
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de las bestias que combate, hacia el final y con el cuchillo en la mano: “Ven con papá”. Si en la economía simbólica de la película viene a ser el demonio, también se identifica con el padre.
Pero interesa ver cómo en las películas de Hollywood (sobre todo en las de Cameron, que tiene debilidad por ver mujeres hermosas vestidas de militar), se ha impuesto un nuevo modelo femenino. “La mujer bella, sea griega, romana o renacentista, conserva sus proporciones femeninas y por eso es bella. Los hombros son más estrechos que las caderas, muslos grandes y brazos finos, corte transversal del cuerpo con tendencia a la concavidad que es la actitud de la función receptora, el tronco trapezoidal a base mayor inferior, etc. La subversión, en cambio, nos propone actualmente, un modelo de mujer-gladiador, más adaptada para la lucha libre que para la maternidad. Hombros grandes, caderas estrechas, tórax amplio y abdomen pequeño. Lamentablemente se han ido perdiendo el buen gusto y la capacidad de observación, y es por ello que millones de hombres adhieren al modelo que les presenta la T.V., el cine y las revistas, sin detenerse a meditar un poco sobre la finalidad de la mujer y su adaptación para el cumplimiento de la misma.”23
El colmo de Cameron es presentarnos una heroína que es una criatura francamente fea realizada a través de una computadora. Esos son los arquetipos que Hollywood le propone al hombre de hoy, ¿para que seamos más o seamos menos humanos? Para caer por debajo de ser humano, el hombre debe dejar de ser hombre y la mujer debe dejar de ser mujer, negando sus propios atributos y su finalidad, hasta confundirse mutuamente. Por eso los Na‟Vi son muy parecidos entre sí. El mono de Dios desprecia toda la creación de Dios, en especial al hombre y la mujer.
El Carismatismo
“Es verdad que muchos carismáticos rechazan la supuesta conexión entre ellos y el New Age. Sin embargo, los parecidos son tan numerosos que no podemos dejar de señalarlo:
1. El poder del espíritu, liberado en el momento de una suerte de reflexión u oración en grupo.
2. La curación por imposición de manos tan famosa en el movimiento carismático, y algo clásico en el movimiento New Age que pretende, por medio de las imposiciones, transmitir la energía sanante.
3. La disolución de los límites y de la estructura de la Iglesia. Se da más importancia a las revelaciones del “Espíritu” que a la autoridad de la jerarquía. Con tal de que provengan de un grupo carismático, sea protestante o no, se atribuye gran importancia a las declaraciones del “Espíritu.”24
En “Avatar”:
Hay una religiosidad informe que se encauza sin necesidad de iglesia ni culto. La oración en grupo –ese sentarse a la redonda como un grupo de hippies tomados de las manos y bamboleándose, y que los New Age denominan “armonización”- es algo implementado por el carismatismo, que apunta a que los fieles “sientan”, o se sientan unidos, o sientan la presencia de un espíritu, del Espíritu Santo. Por eso el tocarse, que aquí se ve en el momento en que Jake es admitido como uno de la comunidad y todo el mundo se une tocándose. Las curaciones que vemos –una fallida- mediante una especie de manta hecha de hojas luminosas del “árbol de los espíritus” hace recordar al “manto de la recarga” o algo así que usan en la llamada “Iglesia Universal”. Contra el ritualismo como pura forma vaciada de sentido se propone la espontaneidad de un espectáculo sentimental y subjetivo. Dice Ferguson en “La conspiración de Acuario”: “No hay necesidad de doctrina, pues se obtiene conocimiento de la propia experiencia”.
23 Ignacio Garda Ortiz, “El modelo femenino”, Revista Verbo Nº 208, Noviembre 1980.
24 Revista Tradición Católica Nº 78.
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Ecologismo pagano / indigenismo
Con la divinización del cosmos que propone la New Age se relaciona la difusión del ecologismo, una mirada ecológica pero “no como preocupación por la naturaleza y cuidado consiguiente de la misma, sino en la inteligencia de que la tierra entera es un organismo viviente de carácter divino.”25 Y esto, deducido de la primera premisa, la unidad holística del universo, siendo una sola cosa Dios y el mundo, el espíritu y la materia, el hombre y la naturaleza. Por eso cuando este hombre dice amar a la naturaleza lo hace en tanto amor a sí mismo, y no como el amor a una criatura creada por Dios distinta a él.
Dice un neo-pagano: “La recuperación de una cierta escala de valores se divisa fundamental para lograr una sociedad y una cultura más ecológica, una escala de valores que para muchos se traduce en un nuevo sentimiento religioso que hunde sus raíces en un pasado tradicional. Sin duda esa búsqueda de una nueva religiosidad (de religere, volver a enraizarse en los mitos ancestrales) constituye el cambio cultural más importante de cara al nuevo milenio”26. Como se ve, acá también se hace hincapié en la cuestión sentimental a la hora de hablar de la religión, y además de los errores vertidos allí, se piensa que se debe volver a los tiempos en que el hombre “concebía el mundo como algo vivo, animado, y las plantas y árboles no son una excepción. Piensa que tienen un alma, un espíritu semejante al suyo y los estima de acuerdo a ello, y como seres vivos tienen igualmente la capacidad de experimentar el sufrimiento. (...) Se reverenciaban árboles notables por su grandiosidad, árboles que, en muchos casos, se convertirían en oráculos que transmitirían al hombre su destino inmediato merced a determinados signos.(...) Cita Frazer en su famoso libro “La rama dorada” cómo el culto a los árboles, la adoración y veneración de los árboles como seres vivos ha tenido un papel muy importante en la historia religiosa de la cultura europea en momentos anteriores a la llegada del cristianismo (...) Entre los pueblos eslavos cada bosque tenía su “Lechy”, divinidad protectora que tenía la piel y sangre azul, larga barba y abundante cabellera, haciéndose su estatura más pequeña conforme se acercaba al lindero del bosque. En todos los casos se trata de deidades, genios que cumplen la función de guardianes de la naturaleza, y que según expresa la tradición popular en Bretaña, no se aparecen en la actualidad a los hombres debido al carácter malicioso de éstos y a la implantación del cristianismo, religión desacralizadora del mundo natural por excelencia. Se comenta que cuando el misionero cristiano Jerónimo de Praga estaba intentando convencer a los paganos lituanos para que derribasen sus bosques sagrados, y abandonaran sus “erróneas” creencias, un grupo de mujeres rogó al príncipe de Lituania le detuviera, diciendo que con los bosques destruiría también la casa del dios que les favorecía con la lluvia y el buen tiempo.”27
Puede verse en este testimonio, coincidente con la multimillonaria propuesta cameroniana, que se habla de un estado de cosas casi paradisíacas y que fue el cristianismo el que acabó con ello. Se quiere volver no al paganismo de Sócrates o Virgilio, sino al de la barbarie incivilizada. Los relatos sobre aquellos “dioses” pueden sonar poéticos, pero tienen el inconveniente de ser no sólo falsos, sino que atraen hacia sí no la bendición del cielo, sino la desgracia, como la atrae el ateísmo. Si hoy vemos esta confirmación, el ejemplo de la civilización maya –mostrado portentosamente en “Apocalypto”- lo deja claro.
Sigue este escriba haciendo el recuento de aquellos buenos viejos tiempos... Lo hace en castellano, no en el lenguaje de los pieles rojas: “Los ya citados indios hidatsa de Norteamérica creen que todo objeto natural tiene su espíritu. Antiguamente los indios consideraban como pecado la caída de un álamo y cuando necesitaban maderos grandes hacían uso solamente de los árboles caídos espontáneamente. Por su parte los iroqueses creían que cada planta, cada hierba tenía su propio espíritu y acostumbraban a darles las gracias. Los indios ojebways muy raramente talan árboles verdes o vivientes porque piensan en el dolor que puede causárseles y algunos de los curanderos aseguran haber oído los gemidos de los árboles bajo la acción del hacha. Esta misma consideración del dolor y sufrimiento que experimenta el árbol se encuentra con frecuencia en antiguos textos chinos. En África oriental, los wonika imaginan que cada árbol y en especial los cocoteros tienen su espíritu, y su destrucción equivaldría a un matricidio, pues el árbol les da la vida y el
25 P. A. Sáenz, Ob. cit.
26 Juan Carlos Arroyo González, “El árbol en la cultura europea”.
27 Idem anterior.
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alimento igual que una madre hace lo propio con su hijo (...) Creemos que debemos buscar nuestra identidad y esencia en lo más hondo de nuestra memoria: la memoria pagana.”28
Los aborígenes, ciertamente, pueden haber tenido una mayor intimidad con las cosas naturales y mayor respeto hacia ellas, de las que tiene el hombre materialista de hoy, pero ello no les enseñó a tratar mejor al prójimo ni a los enemigos. Los “dioses” no hablaban de ello. En cambio, el verdadero conocimiento de Dios conduce a amar la obra que éste ha hecho, sin apelaciones al sentimiento, sino a la razón. Con respecto al carácter “desacralizador de la naturaleza” del Cristianismo, se acusa maliciosamente a éste de poner las cosas precisamente en su lugar, el lugar que les ha dado Dios. “En el Sermón de la Montaña, donde se exponen los fundamentos de la Ciudad de Dios y las consecuencias de su rechazo, Nuestro Señor nos recomienda abrir nuestros ojos sobre la creación: “Mirad las aves del cielo...Contemplad los lirios del campo”. Todos los Santos, desde los Apóstoles hasta los grandes pensadores católicos, han seguido esta recomendación, contemplando con religiosa admiración los símbolos de las verdades teológicas que Dios ha esparcido en la naturaleza. (...) En su tratado “Del conocimiento de Dios y de sí mismo”, Bossuet incluyó un capítulo bajo el título de “Cómo la sabiduría de Dios aparece en los animales” “Cada animal está encargado de su representación”, escribió”29
Algunos hablan de los valores que debemos rescatar en la película, y dicen que los habitantes de este film de Cameron aman los animales y plantas “por amor a la diosa”, pero ese amor difuso y romántico no hace sino incrementar los miedos de un hombre que no sabe recibir con exactitud el mensaje de esas criaturas (a no ser que se enchufen por el rabo, como muestra absurdamente la película, en esa especie de conexión espiritual). Con esta postura se niega el vínculo del amor y la verdad, justificando cualquier estupidez con tal de que “se la ame”. El cristiano, en cambio, esclarecido con la Verdad de su Dios, que le ha dado su Palabra, entiende de qué manera debe conducirse ante las criaturas de la naturaleza sin tornarse un esclavo de las vagas solicitaciones de los “espíritus: “La Escritura y la razón nos enseñan que el hombre se debe conducir frente a la naturaleza como un señor frente a sus servidores. No posee sólo derechos sobre ella, tiene también deberes. Ha de amarla y respetarla, no al modo de los románticos que divinizan la naturaleza, sino como cristiano, sabiendo que el verdadero amor está en la unión con Dios. El que busca su propia unión y la de su prójimo con Cristo ejerce la caridad que nos ordenó el Señor, cuando dijo: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” Ahora bien, la naturaleza, nuestra hermana mortal, creada para la gloria de Dios, desea también gozar de esta unión espiritual con su Creador, y el ministro de esta unión es el hombre, imagen de Dios. Frente al hombre todos los animales experimentan amor y miedo. Por eso la visión sobrenatural del campo, de la cual he recordado algunas manifestaciones, no es un puro acto sentimental sino un mandato divino.”30
En “Avatar”:
Por esta mirada cristiana decimos que el ecologismo que se propone en “Avatar” es pagano, y no el bien entendido. Pero además, este ecologismo va de la mano de la reivindicación de todas las culturas como “respetables” y en especial de la promoción del “indigenismo”, en detrimento del hombre occidental sin distinciones. La posición del Poder Mundial respecto del hombre –y hombre son todos los que no son ellos- es clara: “...el hombre es un accidente peligroso que perturba el equilibrio de la naturaleza, y por tanto se lo debe limitar o suprimir”, declaró el Príncipe Felipe de Edimburgo (Sydney Times, 20 de junio de 1980). En “Avatar” se ve a las claras cómo el hombre perturba el equilibrio de esa naturaleza “sagrada”: cuando Jake Sully recién ingresa en ese nuevo mundo, fascinado por las plantas, empieza a tocarlas, y éstas reaccionan replegándose; luego aparece un animal gigante y toda una seguidilla de grandes catástrofes de las que sólo lo salvará el que Neytiri –que estaba por matarlo- reciba una “señal” de un espíritu en una semilla, para salvarlo. Todo ese “desequilibrio ecológico” ocurre porque Jake es todavía un ser humano con sus criterios que no entiende lo que es la naturaleza. Para que no vuelva a “desequilibrar” peligrosamente la naturaleza deberá ser re-educado, eliminando todos sus anteriores criterios y convirtiéndose a la nueva religión. Entonces sí ya llegará a la unidad con todas las criaturas, incluso hasta con el gran dragón rojo. De lo
28 Id. ant.
29 Guillermo Gueydan de Roussel, “El sentido humano y cristiano del campo”, en El Verbo y el Anticristo”, Ed. Gladius, 1993.
30 Idem anterior.
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contrario debe ser eliminado físicamente. Por supuesto que lo que el Príncipe Felipe dice es que mediante este lavado de cerebro neutralizante –uno de los cuales consiste en hacer creer que se reivindican los derechos de los indígenas a volver a sus tierras- se pretende las manos libres para que esos grupos de poder se apoderen de las riquezas naturales que yacen en tales lugares. Quienes se opongan serán acusados de “atentar contra la protección de la naturaleza” que es sagrada, y consecuentemente eliminados.
El de los Na‟Vi. ¿Un film para Na‟Bos?
La Reencarnación
“Casi todas las doctrinas esotéricas modernas comportan la creencia de la reencarnación de las almas, y cuando no se refieren a ello explícitamente es porque lo suscriben implícitamente. La reencarnación es el nuevo nombre de la metempsicosis. Se llama también teoría de la migración o de la transmigración de las almas. También se la denomina palingenesia (...) Más raramente se la llama reviviscencia. Todas esas denominaciones, que no difieren sino por ínfimos matices, son prácticamente sinónimas. Es, pues, posible dar una definición común: es la doctrina por la que las almas humanas pasan de un cuerpo a otro.”” La reencarnación es invocada como base de razonamiento por todos los que pretenden desdramatizar la muerte. Oímos hablar mucho de esta “desdramatización” precisamente en este momento, a los que militan a favor del aborto y la eutanasia. Tejemanejes anodinos, dicen, pues la muerte no es un drama. La muerte constituye sólo un cambio de estado, la adquisición de un nuevo estado que presenta sus ventajas e inconvenientes, lo mismo que el estado terrenal. (...) No hay juicio particular del alma, ni sentencia inmediata de recompensa o castigo.”31
En “Avatar”:
Hace cincuenta años, un poco más, el Dr. Víctor Frankenstein era un científico loco y malvado que desafiaba a Dios al querer revivir una criatura muerta, criatura además creada en su laboratorio mediante despojos de distintos cadáveres. Pero se banalizó tanto desde el cine tal delirio prometeico del hombre que terminó considerándoselo apenas una fantasía, mientras los científicos en las sombras contribuían a elaborar mortíferas armas de destrucción masiva, como la bomba atómica. Hoy se nos ofrece una versión moderna de la misma fábula, pero en sentido inverso. Antes se nos mostraba al jorobado repugnante Igor llevando un cerebro dentro de un frasco; hoy se nos muestra positivamente a un científico llevando una pantalla plana con la imagen escaneada de un cerebro. La “ciencia” (hoy en realidad debe llamársele “técnica”) elabora un cuerpo con ADN de ser humano y de Na‟Vi, y lo coloca en una pecera como si se tratara de un bebé dentro del útero de su madre. Luego logra infundirle vida (sin gritar enloquecidamente como el famoso doctor citado). Esa criatura –que ya no será llamada monstruo- se convierte en un
31 Revista Roma Aeterna Nº 122, Octubre 1992.
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Salvador. Otra burla más a la creación de Dios, hoy aceptable para todo el mundo debido a las prerrogativas de la prestigiosa diosa “Ciencia”, en quien se cifran las esperanzas de acercarnos a un mundo mejor.
Si le buscamos la lectura simbólico-religiosa, vemos que el avatar coincide con la definición que para los hindúes tiene esta palabra del sánscrito: encarnación terrestre de una deidad, en este caso Vishnú, que tiene la piel azul. Recordemos que la gnosis “no combate a la Iglesia de frente. No desea su abolición. Sólo desea subordinársela. Trabaja sobre una síntesis del cristianismo con todas las demás confesiones, incluso las más alejadas, para lograr una religión universal. Hoy, como antaño, los gnósticos o neognósticos) elaboran versiones distintas de la gnosis según la proporción de elementos que entran dentro de la síntesis; unos, por ejemplo, resaltan las aportaciones del hinduismo; otros las del Islam; otros, incluso, las de la cábala.”32 Con su procedimiento de sofisticada ventriloquia a distancia (un humano que controla a un muñeco) convertido en un avatar, Cameron satisface a los hinduistas y a las corrientes gnósticas, a la vez que se burla de la doble naturaleza que tuvo Nuestro Señor Jesucristo.
La naturaleza vence a la Gracia
“El naturalismo se encuentra ya en el Renacimiento, que en su esfuerzo por recuperar las riquezas de las culturas paganas antiguas, de la cultura y del arte griegos en particular, ha llevado a magnificar exageradamente al hombre, la naturaleza, las fuerzas naturales. Exaltando la bondad y el poder de la naturaleza, se menospreciaba y se hacía desaparecer del espíritu de los hombres la necesidad de la Gracia, el destino de la humanidad al orden sobrenatural y la luz aportada por la revelación.”33
En “Avatar”:
Así dice Monseñor Lefebvre y así se verifica en “Avatar”, donde de manera explícita se niega no sólo la necesidad de la Gracia divina, sino que a esa Gracia que nos presenta la película se la termina matando, porque ha pasado su tiempo.
Veamos. La científica jefa del programa de los avatares se llama Grace Augustine, es decir, Gracia Agustín. San Agustín es conocido como el Doctor de la Gracia. Acá tenemos a la “Doctora Gracia”, que no es precisamente la misma del Santo. La Gracia de la película, una mujer escéptica y prestigiosa, es una Gracia que ha adquirido una serie de conocimientos científicos pero que no puede conducir al hombre a lo trascendente. Es un puente que sirve para comunicar a Jake al otro mundo, el mundo de los espíritus, pero no en busca de Dios, sino en busca de un saber científico. Allí Jake descubre cosas distintas a las que le enseñó la Dra. Gracia. La doctora cuida al marine Jake, le da de comer, lo acuesta. Pero no puede elevarlo a la comprensión de las cosas divinas. La Gracia es “exterior”, no opera la renovación interior de Jake. El Hombre se convierte finalmente en Súper-Hombre en un lugar donde no hay Gracia. ¿Por qué decimos que la naturaleza vence a la Gracia? Porque la Gracia, herida de muerte por los hombres, es llevada al reino de la naturaleza deificada, para ver si la “diosa” le puede salvar la vida. Y por supuesto, la Gracia se muere. Allí no tiene nada que hacer. Eso sí, antes de morir hace su profesión de fe en la “religión na‟vita”, diciendo con la cara iluminada: “Me uní a ella. Es real”, es decir, vio a la diosa cara a cara. Pero además, hay este detalle: para salvar a la Gracia debían hacer que su alma dejase su cuerpo humano y se traspasase a su cuerpo avatar. Pero la Gracia, para Cameron, es algo puramente humano. Los Na‟Vi no necesitan de ninguna Gracia porque además allí no hay pecado original. Es una especie de Paraíso.
Pero probablemente haya que buscarle a esta mención explícita por parte de Cameron, otro sentido. Pone el Padre Castellani en boca de San Agustín estas palabras: “Ahí está la tradición de ustedes, yo la puse en ese libro, yo fui el ingeniero que hizo los planos de la tradición de Occidente. Si ustedes pueden reedificar sobre esos planos, tendrán paz; si esa tradición es destruida del todo, ya les dije antes lo que pasa...”34 Hicimos mención del esquema simbólico gnóstico de Joaquín de Fiore, que precisamente buscó en su filosofía de la historia combatir la teología de la historia de San Agustín. Contra la construcción agustiniana
32 Idem anterior.
33 Mons. Marcel Lefebvre, “Le destronaron. Del liberalismo a la apostasía. La tragedia conciliar”, Roma Aeterna 104-105-106.
34 Padre Castellani, Ob. cit., pág. 28.
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que decía que la nuestra era –es- la última época de la Historia o la “senectud de la humanidad”, en espera de los acontecimientos esjatológicos y la Segunda Venida de Cristo, de Fiore planteó un esquema trinitario de la historia, siendo ésta la segunda etapa y esperando una próxima era de bienestar y paz que debía empezar en 1260, siendo él mismo el caudillo. Lo que Cameron plantea en su película es el final de una concepción de la Historia fundada en San Agustín que marcó la cultura occidental, la destrucción de una tradición –cosa a todas luces obvia- pero a la vez el comienzo de una nueva era caracterizada como una especie de milenarismo cristiano secularizado. Por supuesto, si las civilizaciones son caducas y caen es por sus crímenes, como dice Castellani, Cameron se cuida bien de no mostrar que si la civilización occidental cae es por haber dejado de lado a Cristo y a esa tradición que menciona San Agustín, y no a causa de ella. Por eso propone un milenarismo sin Cristo, ¿y acaso con el Anticristo?
Los dos árboles o lo contrario de Apokalypto
Otro ataque no tan evidente se da en la película, a la manera de una “respuesta” –por supuesto que falsa y maliciosa- a “Apocalypto”, la obra maestra de Mel Gibson. Cameron cita diversos momentos de “Apocalypto” –a la que sin dudas le ha prestado mucha atención- para intentar “superarlos” e invertirlos.
Veamos:
-Casi al comienzo de “Avatar” alguien le dice al protagonista que en Pandora tendrá “Un nuevo comienzo...en un nuevo mundo”. Por dos veces en “Apocalypto”, casi al comienzo y al final, se usaba claramente esta expresión: “Un nuevo comienzo”. Y se trataba, además, de un nuevo comienzo en un nuevo mundo, tanto para los españoles que llegaban al “Nuevo Mundo” como para los aborígenes, pues un nuevo mundo se les abría con la Gracia.
-Cuando Jake es perseguido frenéticamente por la selva, como Garra de Jaguar en “Apocalypto”, Cameron coloca detrás de su héroe no una simple pantera negra, sino un animal monstruoso y gigantesco, pero negro y con características similares a un felino (al que le llaman “thanator”). Huyendo de esta bestia, Jake se salva arrojándose por una gran catarata, una escena similar a la de “Apocalypto”, pero con esta diferencia: que cuando Garra de Jaguar sale del agua se le cae la pintura azul de la piel, pintura que le habían aplicado para sacrificarlo a los dioses. Jake, en cambio, conserva su color azul. No está huyendo de ese mundo, sino integrándose a él. Mientras tanto, la banda de sonido recuerda motivos muy puntuales de “Apocalypto”. El responsable es el mismo músico, James Horner, que en “Apocalypto” hizo una obra extraordinaria y aquí se copia por momentos a sí mismo. Una evidente coincidencia.
-Mientras Garra de Jaguar huía de ese mundo hacia el encuentro –sin saberlo- de la Cruz y la Redención, su única salvación, acá Jake huye del mundo de los humanos para internarse en el mundo de los salvajes e integrarse a ellos. Hay coincidentes escenas de reuniones comunitarias en ambos films, pero en “Apocalypto” se deja en claro que, con todo lo que tengan de bueno esos aborígenes, de todas formas necesitan de la Redención de Cristo para salvarse. Cameron –como ya lo vimos- dice que esto no es necesario, porque esa clase de vida, sin el Dios de los cristianos, es mejor.
-Los brujos y jefes de la tribu de “Avatar” visten parecido a los brujos y jefes de los mayas. Pero mientras los mayas realizaban sacrificios humanos para complacer a los dioses, en “Avatar” los brujos son unos sabios inofensivos de los que debemos aprender. Para Cameron los demonios son espíritus buenitos y brillantes como lucecitas de colores.
-Todo esto que decimos puede resumirse en una escena clave, la del gran árbol que es destruido. En “Apocalypto” un inmenso y pesado árbol se viene abajo por la depredación de los mayas, como símbolo de ese mundo decadente y malvado que está a punto de sucumbir. En “Avatar” ese gran árbol sagrado, hogar de los Na‟Vi, es destruido por la acción de los seres humanos que no entienden la sabiduría de los paganos.
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-También es significativo el que una película tenga un título en griego, y la otra en sánscrito. Son dos concepciones del mundo absolutamente opuestas, tanto como la verdad y la mentira.
Dijimos que Cameron quiere superar estos momentos cinematográficos y lo hace en el sentido de ofrecer escenas mucho más impactantes y espectaculares, con la prepotencia de los recursos técnicos más avanzados, cosa de que el público desprevenido que acude a las salas escoja, entre uno y otro film de aventuras, aquel más impresionante. También nos parece ver –y cómo no pensarlo, si éste es un film anticristiano- una confrontación con “La Pasión de Cristo”, en ese final donde, apenas Jake abre los ojos resucitado, el film se termina. Se recuerda especialmente –y algunos lo criticaron- la brevedad de la escena de la resurrección de Cristo en “La Pasión”. El sentido que se le quiere dar en “Avatar” es el mismo, y Cameron no es ningún tonto, para saber dónde abrevar para conseguir lo que se propone. Así también, si “La Pasión” comenzaba con la imagen de unos árboles y entre ellos Jesús angustiado en oración, “Avatar” comienza con la imagen de unos árboles vistos desde arriba y mientras la cámara vuela sobre ellos la voz de Jake nos dice que soñó con unos árboles y se sintió libre.
Visto y considerando todo esto, nos preguntamos qué hacía Mel Gibson entregándole recientemente el premio Globo de Oro al mejor director a James Cameron. Si la escena no es grata, la respuesta es un misterio. ¿Gibson defeccionó definitivamente y volvió al show-bussiness? ¿Busca un lugar bajo el sol para poder seguir haciendo sus películas? ¿O quiso demostrar que no es un mal educado y resentido por el hecho de que sus últimas películas han sido completamente ignoradas en todas las premiaciones siendo que han sido obras maestras? El tiempo tal vez nos dé la respuesta.
Mesianismo carnal
Ya mencionamos al pasar este tema que yace bajo una trama en apariencia simple, pero en el fondo abierta a múltiples lecturas de una misma “enseñanza” que se nos quiere dar. Uno de los ejes temáticos puede sintetizarse así:
Había un pueblo elegido y sagrado que vivía unido y sin necesidad de otros pueblos. Pero entonces apareció un gran imperio profano que ocupó su territorio y quiso sojuzgarlos. Surgió alguien que vino desde afuera y fue marcado como un Mesías. Pero el pueblo se sintió traicionado por este Salvador, que no había venido a liberarlos de sus opresores extranjeros. Los invasores destruyeron el lugar sagrado del pueblo y éste debió emigrar. Sólo le quedó ir a lamentarse a un rincón hasta que viniera un Mesías guerrero que les devolviera la esperanza y el triunfo sobre los profanos, para volver así a dominar su planeta.
Todo esto ocurre en la película y la analogía con el redentorismo carnal de los judíos y su relación con los romanos es evidente. Este segundo Mesías sería el verdadero Cristo, y no el primero. En la película, Jake Sully es rechazado porque “sabía que aquello iba a pasar y no hizo nada”. Sólo es recibido triunfalmente cuando aparece poderoso y montado sobre el terrible Gran Dragón dios de los cielos. El mismo Jake había pedido perdón antes, arrepentido por no haber sido lo que ellos querían y haberlos engañado. Es más, había dicho al Coronel: “Negociaré los detalles de su reubicación”, es decir que este falso Mesías es de alguna forma responsable del exilio de los Na‟Vi. Por eso cuando reaparece sobre el Dragón ya es otro, asumiendo totalmente su misión.
Con relación a este esquema se desarrolla puntualmente el camino de salvación cristiano en forma de parodia o reelaboración invertida anticristiana:
.Anunciación / Epifanía: así como una estrella anunció el Mesías a los Magos, y un ángel a los pastores lo mismo que antes a la Virgen María, acá una semilla del árbol sagrado, que es un espíritu muy puro y luminoso (como un ángel o una estrella) se le aparece a Neytiri y le comunica que Jake es un elegido.
.Nacimiento / Bautismo: se habla en el film de dos nacimientos. El primero para Jake es cuando lo introducen en el avatar: sale feliz y corre como si nunca hubiese tenido piernas. El segundo es cuando es
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recibido oficialmente –tras haber pasado las pruebas- como parte de la tribu. Allí también es bautizado, signado con pintura en la piel.
-Descenso del Espíritu Santo: esto figura antes en la película. Esta vez el Espíritu no desciende en forma de paloma, sino de multitud de “semillas espíritus” que parecen más bien unas anémonas, y que se posan hasta cubrir el cuerpo de Jake, con los brazos en cruz. Esto le confirma a Neytiri que es el elegido.
-Crucifixión: En realidad esta crucifixión se impide por ser inútil para la causa de los Na‟Vi. Los Omaticaya se decepcionan con su Mesías y lo atan a una columna –al lado de la “Gracia”- y así los abandonan cuando se produce la invasión. Pero la bruja lo libera, porque espera que si ese es un Mesías verdadero, los conduzca mediante la fuerza a vencer a sus enemigos. Es la explícita negación de la Redención de Cristo. No hay, entonces, sacrificio, pero sí se puede decir que antes hay una última cena, en burla: mientras las máquinas empiezan a arrasar con el bosque de Pandora, y el avatar de Jake está ¿muerto o dormido, como llamarlo? en el piso, el verdadero Jake come apresuradamente la comida que la Dra. Gracia insiste en darle. Luego de esto Jake vuelve a su avatar y se produce la comentada escena en que lo atan a la columna.
-Resurrección: no hay otra resurrección más que la del final, hecha por obra –y no “Gracia”- de la diosa. Aquí nuevamente los bichos luminosos de antes se plantan sobre el avatar para darle vida. Extraña resurrección de un ser en otro cuerpo, vendría a ser más bien la transformación de una oruga en una mariposa, correspondiéndole al ser humano el primer papel.
-Regreso triunfal: Si Nuestro Señor ha de venir sobre una nube, como lo declaró solemnemente, aquí este Mesías regresa a su pueblo desde el cielo sobre un Dragón. Cristo dijo que venía en nombre de su Padre. Este nuevo salvador, ahora resucitado, viene en el nombre del Dragón (Toruk Makto) por el cual todos se inclinan ahora a venerarlo. Se dice en el “Apokalypsis”:
“La bestia que vi era semejante a una pantera; sus patas eran como de oso, y su boca como boca de león; y el dragón le pasó su poder y su trono y una gran autoridad.(...) Y adoraron al dragón, porque él había dado la autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia? Y ¿quién puede hacerle guerra? Y se le dio una boca que profería altanerías y blasfemias (...) Abrió pues su boca para blasfemar contra Dios, blasfemar de su Nombre, de su morada y de los que habitan en el cielo.”35
En la película se dice del dragón que “Toruk es el dios de los cielos. Nada lo ataca” (“¿Quién como la bestia?”), y aunque enseguida Jake se sube a él, antes se aclaró que es el Toruk quien lo ha elegido. Es el dragón quien le ha dado la autoridad a Jake (“porque él había dado la autoridad a la bestia”). Jake Sully dice altaneramente en su discurso a los Na‟Vi: “Derrotemos a las personas del cielo” (“Abrió su boca para blasfemar (...) de los que habitan en el cielo”). También se acerca a pedirle algo a la diosa del árbol (“blasfemar contra Dios”). Al final de la película, mientras el dragón se aleja volando, se dice: “La época de la tristeza llegaba a su fin. Ya no necesitaban a Toruk Makto”.
35 Apk. XIII, 2.4-6. Versión de Mons. Juan Straubinger.
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I am Free!
(¿Publicidad de cosméticos naturales?)
Los derechos del ritual
“El árbol gigante de la mitología extiende sus ramas bajo todos los cielos de la vasta tierra. Sus ramas lejanas tienen, como pájaros tornasolados, los opulentos ídolos asiáticos y los salvajes fetiches del África. En los huecos de su tronco nudoso, se agazapa el pueblo de las hadas. Sus raíces, hundiéndose entre los pámpanos y los olivos, abrigan a los dioses lares del lacio, y en las nubes que coronan su cabeza, ríe y se solaza la tropa dorada de los olímpicos dioses griegos. Si no amáis los mitos, no amáis al hombre; pero si, en verdad amáis los mitos, reconoceréis que no fueron ni son una religión, en el sentido cristiano o musulmán de la palabra. Cuando más, satisfacen una parte de las necesidades religiosas de la naturaleza humana, especialmente la de ejecutar ciertos gestos, en épocas fijas, y la de consagrar las fiestas por medio de ritos. Pero no olvidemos nunca que aunque tenían un calendario, no tenían un credo. No se recitaba a coro: “Creo en Júpiter, en Juno y en Neptuno”, como hoy se reza: “Creo en Dios Padre, Todopoderoso.”36
El problema con Cameron es que se vale de los mitos y de la necesidad de los hombres por ellos para traficar un falso saber, una falsa espiritualidad y una falsa religión, con aires pseudocientíficos, pseudomísticos y mesiánicos. Por eso Cameron no es un poeta, sino un charlatán. Cuando no se hace la distinción exacta que hace Chesterton, se lleva al espectador a confusiones que no son poca cosa. Porque el hombre tiene la necesidad de adorar y de creer, y en tales asuntos no se puede ser confuso. Esta confusión es la que hace que algunos ante la exhibición de ritos que satisfacen tal necesidad, se dejen llevar por algo de lo que también hacía mención el escritor inglés: “La admiración y el temor son grandes realidades, y hablan al alma, eficazmente, por medio de ficciones. Lo malo es que el paganismo no sabía hablar al alma de otro modo, de suerte que su lenguaje está para nosotros lleno de enigmas. (...) Los griegos, aparentemente, consideraban la veneración por encima de todo pero no sabían a quién venerar. El resultado de su veneración tenía que ser muy vago, porque no se ha encontrado todavía el arte de construir castillos en las nubes.”37
Este anclarse solamente en el terreno de “la admiración y el temor” o, más precisamente como gusta decirse, en lo “numinoso”, es en algunos una influencia evidente de la escuela sentimentalista de Rudolf Otto, como bien lo señala Graneris: “Otto, quien sustituye el sentimiento de la dependencia absoluta por el sentimiento de la criatura y luego admite que éste es sólo el lado subjetivo, el efecto o la sombra de otro sentimiento (miedo o temor) que nos pone de un modo inmediato frente a un objeto en que se encuentran la categoría específica de la religión: lo numinoso”38 Cameron representa esta ambigüedad de la condición creatural de Otto mediante los efectos especiales, las lucecitas de colores y las muy extrañas criaturas, pero, como dice Graneris, “aquel numinoso que Otto nos hace entrever y que para corresponder al “sentimiento de la criatura” debería ser el Creador, de hecho no lo es, o a lo menos no se lo puede conocer como tal, porque apenas abiertos los ojos de la inteligencia el sentimentalista nos obliga a cerrarlos otra vez y nos sumerge en aquel reino del pavor donde no resuenan sino palabras de color obscuro: tremendo, majestuoso, enérgico, misterio, totalmente otro, maravilloso, paradoja, antinomia, fascinante, horrendo...”39 Es la mirada sentimentalista, entonces, aquella que está a sus anchas –aunque a veces lo niegue- en el modernismo o liberalismo católico, la que acepta las propuestas como la de Cameron, porque de esa manera se vuelve a instalar en el centro de la escena lo “numinoso” capaz de suscitar una religación con el Dios en el que dicen creer. Pero, de esta manera, con este prejuicio del sentimiento como único medio de llegar a Dios, “no se podrá nunca descubrir el Dios de la religión auténtica; porque Dios es un espíritu y no quiere ser adorado y no puede ser alcanzado sino por el espíritu, que es inteligencia”40
36 G. K. Chesterton, “El hombre eterno” Pág. 170, Ed. Porrúa, 1986.
37 Idem anterior, Págs. 169-170.
38 J. Graneris, Ob. Cit., págs. 86-87.
39 Id. ant. Pág. 87.
40 Id. ant. Para ampliar sobre este tema: “Carta Encíclica Pascendi Dominici Gregis” de San Pío X.
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Otros detalles
-Pueden encontrarse multitud de elementos tomados de distintas simbologías relacionadas con aquello que Mircea Eliade41 llama el Mundo Tradicional. Precisamente cuando muchos encuentran estas marcas de religiosidad –que no de religión– y espiritualidad en un mundo secularizado, creen, en su confusión, que se trata de una verdadera oposición al materialismo imperante en nombre de una “tradición primordial” que no se dan cuenta es vehiculizada por el Poder Mundial (sabemos quién es el príncipe de este mundo) para combatir la verdadera Religión de Dios. El uso del árbol como centro del mundo, la idea de la Tierra-Madre o los ritos de iniciación y de tránsito, se hacen presentes, pero ya hemos visto dentro de qué contexto y con qué intención.
-“Si es verdad que “nuestro mundo” es un Cosmos, todo ataque exterior amenaza con transformarlo en “Caos”. Y puesto que “nuestro mundo” se ha fundado a imitación de la obra ejemplar de los dioses, la cosmogonía, los adversarios que lo atacan se asimilan a los enemigos de los dioses, a los demonios y sobre todo al archi-demonio, al Dragón primordial vencido por los dioses al comienzo de los tiempos.”42 “Avatar” plantea este enunciado pero invirtiendo su sentido. Los enemigos de los dioses no son en realidad los materialistas, que combaten a un único Dios y una única Iglesia y para lo cual defienden la libertad religiosa (que son quienes en definitiva pagaron esta película...con dinero robado, seguramente). Los humanos como representantes de Occidente, que los nativos llaman reiteradamente “la gente del cielo”, son asimilados a los demonios, y por lo tanto, debe acabarse con ellos. Recuérdese que antes de Jake, todos los otros humanos habían sido asesinados “porque no se adaptaban”. A éste no lo mató Neytiri porque recibió “una señal divina”. Por otra parte, si bien la nave principal de los humanos es llamada “Dragón”, el verdadero Dragón es aquel gigante que monta Jake –al que llaman “Toruk”- que, además, para ellos es un dios, “el dios de los cielos”. La película lo muestra como un ser terrorífico y cuando Jake llega a la aldea volando sobre él, los nativos se atemorizan. Por lo tanto, la conclusión es que sólo hace falta alguien superdotado que sea capaz de usar el Dragón para una buena causa, para así obtener la victoria. Después de la cual el Dragón es liberado nuevamente. El animal que en la tradición –en todas las tradiciones- simboliza lo demoníaco, el Dragón, es aquí un dios que baja del cielo dominado por alguien para vencer en la batalla. ¿Dominado por quién, por el nuevo Mesías, es decir, el Anticristo?
-Continuando con lo anterior: en la caja de Pandora de los griegos estaban encerrados todos los males, que se desparramaron cuando fue abierta y en ella sólo quedó la esperanza. Cuando el árbol sagrado es destruido por “la gente del cielo”, todos los males son liberados. Los Na‟Vi huyen desalentados hasta el árbol de Eywa. Pero entonces algo les devuelve la esperanza: es el Dragón sobre el que viene montado el nuevo Mesías Jake. Anteriormente se había hecho referencia a la esperanza o la paz que había traído una vez el Dragón. Sentido mucho más siniestro que Cameron le otorga a esta horrible criatura, y por extensión al demonio como agente de la esperanza (de la suya y de los satanistas).
-La montaña es un símbolo que aparece en muchísimas tradiciones, relacionado casi siempre con lo sagrado y la elevación espiritual. El Tabor, por ejemplo, aunque para otros el Hermón, monte de la Transfiguración, es llamado “símbolo del éxtasis beatífico, de la felicidad sobrenatural, del transporte del amor de Dios”43 En “Avatar” aparecen unas “montañas flotantes” llamadas “Aleluya”. ¿A cuento de qué estas montañas que flotan en el aire? No podemos asegurarlo, pero nos viene a la mente este pasaje del Evangelio: “En verdad os digo, que cualquiera que dijere a este monte: Quítate de ahí y échate al mar, no vacilando en su corazón, sino creyendo que cuanto dijere se ha de hacer, así se hará. Por tanto os aseguro
41 La confusión propia de este historiador de las religiones –que respeta todas las religiones porque no tiene ninguna- se ha visto recientemente continuada con la última película de Francis Cóppola exhibida en nuestro país, un pastiche pedante e insufrible llamado “Juventud sin juventud”, basado en una novela del rumano. De tal manera se da cuenta de la influencia deletérea que pueden tener tales lecturas en quien no se asienta en la roca firme de la fe católica, libre de influencias modernistas.
42 Mircea Eliade, “Lo sagrado y lo profano”, Ed. Labor, 1985.
43 Remigio Vilariño Ugarte, S. J., “Vida de Nuestro Señor Jesucristo”.
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que todas cuantas cosas pidiereis en la oración, tened fe de conseguirlas, y se os concederán.”44 Allí, parece decirnos Cameron, no hace falta la fe para que se muevan las montañas, allí todas las maravillas son posibles sin tener que pedirlas.
-Desde luego que coincidimos en que la actual sociedad norteamericana en particular, y humana en general, es delirante y está llevando al planeta a su destrucción. Pero el problema en la película no es que diga esto, sino el lugar desde el que lo hace. Porque arrojándole una media verdad al espectador (ya que no le dice por qué las cosas están como están, como si fuera un fatalismo propio de la especie humana) lo induce a aceptar una solución falsa para estos problemas. Es decir, que toma una verdad a medias para hacerle aceptar al espectador una mentira.
-Los aliados del Nuevo Orden: Cuando en una escena de transición se muestra a Jake con sus compañeros científicos comiendo alrededor de una gran mesa, hay un momento en que la Dra. le dice (y con esto se confirma el papel ignorante en materia religiosa que aquí tiene la Gracia) que “Por algún motivo que no alcanzo a comprender los Omaticaya te eligieron”. Mientras escuchamos esta línea del diálogo la cámara nos muestra un plano algo lejano de Spellman que observa celoso: es el judío que perdió su lugar a manos de un gentil. Luego Jake dirá que “Norm mejoró su actitud, aunque él también piensa que soy un idiota”. Finalmente todos se unirán identificados con esta nueva religión. Cuando los humanos abandonan Pandora para “regresar a su planeta delirante”, sólo quedan unos pocos elegidos entre los Na‟Vi: el judío Spellman y Max, un científico que parece hindú o de aquellas regiones. ¿Qué hay de la vieja Europa, los rusos o los chinos? Solamente se ve una persona oriental, una china que está para encenderle el cigarrillo a la Dra. Gracia. Europa se asimila a Norteamérica y todo Occidente. Rusia y China son rivales. ¿Latinoamérica? Estaba la piloto del helicóptero, que les sirvió para combatir y se murió, parece que no servía para nada más. Esa nueva era de esperanza, entonces, reúne a aquellos capaces de reconocer y aceptar al Nuevo Mesías, que de todos modos no deja de ser alguien surgido de “América” (recuérdese: el discurso que Jake hace cuando baja del Dragón lo dice en inglés). ¿Acaso esta es una nueva forma del imperialismo en la era de Obama, que pretende cambiar la imagen a esta altura estereotipada de Bush?
-Número que se repite: esto puede no ser importante, pero viendo la cantidad de signos que el esoterismo quiere introducir en las mentes de millones de espectadores, nos llama la atención la repetición del número 6. Primero, cuando Jake dice que estuvo seis años congelado en criogénesis (después otro marine da una cifra menor y más exacta, pero Jake dice “seis”). Una vez instalado en Pandora, uno de los científicos le dice que estará allí seis años. Mucho más tarde, cuando Neytiri le habla del Toruk o Dragón, le dirá que sólo cinco veces alguien pudo dominar al monstruo de los aires. La sexta vez será la de Jake. Nos preguntamos, ¿por qué no cuatro veces, o tres, u ocho? ¿Por qué ese número que se repite? Sabemos el sentido satánico que se le confiere al mismo (“666”). Los masones y gnósticos también.
-Por supuesto, cuando se dice en la película que “Eywa proveerá”, y dos veces, queda a las claras que el mono de Dios está dando letra a Cameron y los hacedores de esta película, cuya única intención es atacar al único y verdadero Dios.
- En el repertorio de referencias o citas cinematográficas, se destaca la mención de “Apocalipse Now”, la película de Cóppola de 30 años atrás. Además de la inclusión de las “Valquirias”, los helicópteros que remiten a aquel Vietnam, y de hacer del Coronel Quaritch – a quien algunos medios llaman fascista, ¡por supuesto!- un nuevo “avatar” del Coronel Kilgore, Cameron lo que hace es “corregir” a Cóppola en este sentido: si en aquel film Willard se alejaba del mundo pagano y primitivo después de matar a Kurtz, pero para quedar prisionero de un recuerdo teñido del “horror”, y sin encontrar la salida, la única salida que Cóppola tampoco encontró (véase sino su película “Juventud sin juventud”), Cameron hace que su héroe –otro Willard- se interne en la selva pero para convertirse en un nuevo Kurtz, prefiriendo las bondades del paganismo primitivo a la moderna sociedad norteamericana. Por supuesto, el cristianismo no existe para estos directores, cuyo aporte en definitiva sólo sirve para sumar a la confusión general.
44 San Marcos, 11, 23-24.
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Las críticas
Como sus personajes, “Avatar” se enchufa a la corriente de lo políticamente correcto que hoy impera en el mundo, para situar facilonamente al espectador en una contienda maniquea entre indígenas “buenos” vs. blancos “malos” o guerrilleros “buenos” vs. militares “malos”, que deja en claro dónde debe estar su simpatía. De allí la primera lectura que muchos hacen a través de lo político-social, sin darse cuenta que Cameron va mucho más allá. Así, los medios de izquierda se congratulan –a pesar del excesivo grado de fantasía que a sus estómagos les repugna- de que “Avatar” instale la discusión sobre la explotación minera y de los recursos minerales, o tome partido por los indígenas sometidos por el capitalismo y los hombres blancos, al punto que el cocalero presidente de Bolivia el pro-marxista y anti-católico Evo Morales declare que la película lo entusiasmó porque es “una profunda muestra de la resistencia frente al capitalismo y la lucha por la defensa de la naturaleza” y también una “batalla contra el sistema que quiere acabar con la Madre Tierra”. La información se completa diciendo que “El mandatario logró, junto a otros países, que la ONU declare el 22 de abril como “Día Internacional de la Madre Tierra” y propone la creación de un “tribunal de justicia de los derechos de la madre tierra” para sancionar la destrucción del medio ambiente”. Algunos se toman de esto, alborozados, para decir que el artista es el chamán de la tribu cuando lo verdadero es decir que el artista hoy es el esclavo del mundo enemigo de Cristo y al servicio del Nuevo Orden Mundial. Precisamente el indigenismo, instrumentado sobre todo desde Londres, es una de las armas que tiene el Poder Mundial para luchar contra los restos del catolicismo y lograr la ocupación de vastos territorios fértiles (Patagonia, Amazonia, Australia, etc.) con el argumento de “los derechos de los pueblos originarios”. Como señal a una concertada con el Poder Mundial, ya en su momento el presidente de Perú Toledo, egresado de Harvard, rindió su homenaje a la “Pachamama”, lo mismo que en payasesco acto, el presidente Kirchner. Y Morales, al fin y al cabo, despotrica contra la herencia española, pero lo hace hablando en español. ¿Acaso es tan ingenuo para creer que el sistema se gasta U$S 400.000.000.- (sí, cuatrocientos millones de dólares entre producción y publicidad) y que McDonalds y Coca-Cola promocionan una película que es contraria a sus intereses? ¿Es probable que ignore que la Revolución rusa de 1917 fue financiada por los banqueros de Wall-Street? ¿No es la ONU un organismo masónico que predica e impone mundialmente lo mismo que Evo Morales? ¿Quiénes fueron los que lanzaron la leyenda negra contra la conquista española que Morales publicita, sino los expoliadores capitalistas anticatólicos de aquel entonces?
Otros medios de la izquierda, como Página/12, dicen que “En lo ideológico, no se puede sino adherir, por supuesto, al “mensaje” ecologista y antibélico que anida en el centro de la película”, pero, se lamentan, “la corrección política de Avatar parece demasiado básica, elemental –algo así como la guerra de Irak explicada a los niños– como para despertar alguna conciencia. Pero si se considera el descomunal éxito que la película ya está teniendo en los Estados Unidos, sería una felicidad equivocarse”. Como suele suceder, la izquierda ve lo que desearía ver, y solamente ello. Pero no se preocupa de dar a conocer sus coincidencias con el Poder Mundial, quien es en definitiva quien la sostiene. La misma lectura obvia de la guerra de Irak y anteriores hace el siempre equivocado Diego Lerer desde Clarín, que, sin embargo, llega a advertir ciertas contradicciones en la película: “Avatar es un cúmulo de contradicciones. Una película ecologista y defensora de la naturaleza hecha casi toda digital, virtual. Un filme sobre el respeto a la identidad cultural de los pueblos que aterriza en los cines de todo el mundo a la manera de un ejército invasor. Una apuesta a una revolución técnica armada con una estructura narrativa propia de la literatura del siglo XIX. Una épica de motivos cristianos para una película que abraza una suerte de panteísmo científico. Y así se podría seguir al infinito”. Claro que su respuesta es lamentable, porque prefiere adherirse a la corriente de la historia (no sabemos si enchufado o no) al terminar diciendo: “Sin embargo, todas esas contradicciones, más que arruinar la experiencia, la expanden, enriquecen sus lecturas”. Y así es todo. Porque si la película “enriquece las lecturas”, la lectura que este crítico da es más bien complaciente y no llega al fondo de la cuestión, cosa que, como crítico, es su deber. Por ejemplo, que “un filme sobre el respeto a la identidad cultural de los pueblos aterrice en los cines de todo el mundo a la manera de un ejército invasor”, lleva, por lo menos, a sospechar de esas buenas intenciones de tolerancia cultural, cuando todo el mundo –y la expresión no es exagerada- está viendo la misma película, probablemente en la misma clase de cines y seguramente con olor a pochoclo (pop-corn le llaman los yanquis) a su alrededor. Por lo que, esta
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“tolerancia a los pueblos originarios” que incluye a “sus religiones” no tiene otro propósito más que mostrar qué es todo aquello que no impide su omnipotencia, y suprimir de las mentes anestesiadas por la diversión la idea de la verdad, que es de por sí intolerante con la mentira. Con esta película se descarta toda idea de “misión” religiosa, inadmisible hoy en día, a la vez que se “convierte” a los nuevos zombies a la religión universal que hace del hombre un dios.
El diario oficial del Vaticano, L’Osservatore Romano, en cambio, “señala que Cameron hace un paralelo entre el “genocidio” de los blancos contra las poblaciones nativas de Estados Unidos, presentando a los humanos de la película, como a los primeros y a los segundos como a los “na‟vi” de la cinta que habitan en el mundo de Pandora, lugar donde transcurre la ficción” (ACI). ¿Hasta qué punto son aplicables estas interpretaciones, la de la política en relación a Irak y la búsqueda de petróleo, y la del genocidio indiano en Norteamérica? Sí, estirando la cosa puede llegarse hasta allí, pero la película, creemos, no apunta a ello. El motivo fundamental de la “Compañía” para estar en Pandora es la explotación de un valiosísimo mineral subterráneo (que, obviamente, es el McGuffin de la película, pero para nosotros también simboliza el fruto del árbol del bien y del mal, que promete hacer a los hombres como dioses y al cual los Na‟Vi no han recurrido: porque ya lo son). Algunos dicen: se trata del petróleo de medio oriente. Pero, ¿acaso la presencia norteamericana en medio oriente obedece sólo a buscar este recurso? No, además de su estrategia de ocupación –en especial de Afganistán y el Cáucaso- contra la hegemonía de Rusia y China, Estados Unidos ha sido llevado allí de las narices por Israel, quien en verdad domina su política exterior. Y la lucha de Israel es por sobre todo una lucha religiosa. Es cierto, el petróleo está, pero, ¿qué pueblos como los Na‟Vi viven en aquellos lugares?
Si queremos pensar en el genocidio norteamericano contra sus aborígenes, algo de lo que nunca se habla, nos preguntamos, ¿qué recurso natural valioso se buscaba para desalojarlos de allí? Y, ¿qué cultura extraordinaria, qué saber oculto escondían aquellas tribus? Puede sugerirse que se quiso hablar de la conquista española que vino a estas tierras buscando el oro escondido y produjo –según ellos- un genocidio de pueblos sabios. Por allí la cosa se hace más clara, porque además los españoles trajeron misioneros que se acercaban a los indios. En “Avatar” los avatares vienen a ser algo así como “misioneros” destinados a introducirse entre los nativos, pero interesados más bien en aprender de los indígenas para hacerlos cooperar con los conquistadores. Sin embargo, la película no hace referencia específica a ninguna de estas conquistas señaladas. Porque, según venimos diciendo, apunta a lo Universal y Cameron no debe ser explícito en este sentido, pues lo importante es poner el foco en las bondades de una cultura y espiritualidad paganas donde no ha penetrado el cristianismo y donde, se nos dice, no es necesario. Después, que haya sido el cristianismo o el anticristianismo el responsable de diversas conquistas o masacres, eso ya es otra historia que jamás se nos aclarará. Hoy no es posible que en una película como esta se ataque tan abiertamente al cristianismo, cuando lo que se desea es la conquista de los cristianos mediante estos ardides.
El comentarista de asuntos religiosos del New York Times, Ross Duhat, ve un poco mejor las cosas, al decir que “Avatar” presenta “una apología del panteísmo, una fe que hace a Dios igual a la naturaleza, y llama a la humanidad a una comunión religiosa con el mundo natural”. Este comentarista, prosigue citándolo el Osservatore Romano, “recuerda que esta visión religiosa es una especie de caballito de batalla del Hollywood más reciente. Para el comentarista la opción panteísta de Cameron y de la industria cinematográfica de Estados Unidos en general, sigue a través de este camino porque „millones de estadounidenses han respondido a ella de manera muy positiva‟”.
Un joven bienintencionado que se declara “en estado de shock” a raíz de esta película, influenciado por una teoría del cine “esotérica”, desde un lugar que se piensa católico, escribe elogiosamente, en Internet, lo siguiente: “En Titanic, el artista era Jack Dawson; en Avatar, es James Cameron. Por eso, además, en Pandora, no hay arte sino ritual y culto, es decir, arte verdaderamente vivo: Religión”. Muy bien, perfecto. Pero: ¿Qué religión se nos presenta ahí, confundido crítico, se puede saber? ¿Se presenta la única Religión verdadera o se publicita, se promueve, se defiende una religión falsa y se afrenta de esa manera al verdadero y único Dios, Uno y Trino que es Padre y no madre y por eso rezamos el “Padre nuestro”? Algunos parece que basta con que, por oponerse al craso materialismo imperante, se les muestre la zanahoria de lo “tradicional” y “religioso” para que corran insensatamente detrás de cualquier proyecto contrario a las ideas que dicen profesar. Una venda muy oscura cubre sus ojos, venda que sólo con pedirlo
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pueden obtener que se las quiten. Pero deben pedirlo y desearlo, claro está. Nosotros, como es un deber corregir al que yerra, procuramos cumplir con ello.
Así las cosas, según vemos, en general los medios o hablan de un entretenimiento ambicioso y fascinante, o de los motivos políticos o científicos de la película, o los menos de una religiosidad sentimental que no llega al fondo de la cuestión. Nadie se pone hablar de lo que el film plantea: una guerra religiosa. Algunos porque no lo ven, otros porque no les conviene. Pero es claro que la película se inscribe dentro de una avanzada general de los medios y especialmente del cine donde uno de los temas dominantes es el del fin del mundo, y junto con éste, el anticristianismo. Como la reciente “2012”, las próximas a estrenarse “Tierra de zombies” (todo un título autoconsciente) o “The road” entre tantas de sesgo “apocalíptico”. O como las también a estrenarse “Agora”, “Creation” (¡todavía con Darwin!) o el film de animación “Cómo entrenar a un dragón”. Hollywood es hoy la punta de lanza de esta invasión disimulada donde no hay coroneles de mandíbula rígida y bíceps trabajados al frente, sino muñequitos de colores amistosos y políticamente correctos. Veamos un ejemplo de esta mentalidad imbécil de los que hacen y difunden estas películas: Woody Harrelson, de la película de los zombies, dice en un reciente reportaje: “Mi relación con la religión y con Dios ha sido cambiante. De chico era muy cristiano. De hecho, en algún momento pensé en convertirme en pastor. Pero la idea de que es la religión de uno la que conoce y garantiza el camino a Dios, y que las otras no, me provocó rechazo. Pero haber leído la biografía del yogui Paramahansa Yogananda, haber descubierto otra mirada, más integradora, hizo que volviera a creer. En todo caso, creo que Dios es la Naturaleza. Sin embargo, en lo que respecta al cuidado del medio ambiente, la decisión pasa por los políticos” (Clarín, 26 de enero de 2010). Esta es la seriedad con que Hollywood encara todos los temas que luego nos imponen como si fueran inocuas diversiones a la vez que lecciones de moral. Ya no se puede decir como alguna vez dijo el Padre Castellani: “Religión de Hollywood ¡sentimentalismo naturalista!”45 porque también nos venden –y compramos- anticatolicismo furioso y pronto, satanismo. Ahora en 3D.
Sin embargo lo que no se dice, ¡pero se lo acepta!, es que los Na‟Vi son intolerantes para con los demás. Con ellos no puede vivir el diferente, ni siquiera físicamente, porque eso implicaría atentar contra el equilibrio de su naturaleza. Por lo tanto, quien quiera vivir como ellos debe seguir sus reglas y, también, sus creencias. Ahora bien, esos personajes son tolerados por el público porque las ideas de los Na‟Vi son las que hoy se defienden por doquier y todo el mundo tiene. Todos quieren ser como dioses y los Na‟Vi los confirman en ese camino. Pero, por supuesto, la vida no es como en la película, y si soy un dios pienso sólo en mis derechos y no en mis deberes, con lo cual terminaré chocando con el ego de los demás dioses. Las sociedades primitivas se sostienen mediante la crueldad con el extranjero. En “curar” ese exceso consisten sus rituales religiosos, movidos en el fondo por los demonios que los mantienen sometidos lejos de la luz de la verdad que es Cristo.
Salida
El católico que vea esta película saldrá del cine ofendido o por lo menos molesto con una obra que se dedica a ofender a Dios y difundir creencias falsas para corromper a los espectadores. Por lo menos nosotros hemos tenido el deseo de vengar el honor de Dios, el único verdadero, el Padre nuestro, ante semejante infamia. Decía Federico Bracht que la Gran Herejía, la última, será igual a la primera: el odio a la Creación de Dios. Y para llegar a ello son todas las otras herejías en que se mueve Satanás. “Avatar” es un esbozo de ello, llegando Cameron al extremo de querer hacer que el espectador se identifique con sus criaturas azules antes que con los hombres. Pero es imposible identificarse con un muñequito antes que con un hombre, todo lo malo que sea, criatura hecha a imagen y semejanza de Dios. Dios no hace muñequitos manipulables a voluntad, sino hombres libres que sólo se condenan por su culpa. Preferimos de nuestra parte la mirada furiosa del Coronel Quaritch a los ojos vacíos de una marioneta que se pretende no lo sea. Preferimos la tierra devastada donde aun otorga su gracia el buen Dios, a los placeres dionisíacos de los paraísos artificiales.
El filme en sí, entonces, más allá de la reconocida aptitud de Cameron para las escenas de acción, es un ensamble de escenas pueriles, personajes obvios, diálogos de telenovela y maniqueísmo a lo Disney que
45 “El Apokalypsis”, pág. 55, Ed. Jus, México, 1967.
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no hacen sino confirmar el deseo de Cameron, esta vez más claro que nunca, de manipular al espectador como lo hace con sus marionetas. Lo grave es la avasallante difusión que se le da a este “tanque” que, en algún sentido, puede ser tildado de satánico. En nuestro país se exhibe en 215 salas (casi el doble de la que ocupa el segundo lugar) y, en cuatro semanas en cartel, ya ha llevado a las salas 1.476.430 espectadores. Internacionalmente lleva recaudados, dicen los diarios, U$S 1.288 millones de dólares, superando a “Titanic”, también de Cameron (a esta altura lo diremos: si no es masón, sirve muy bien a la maldita secta). Pero estas cosas no pueden sorprendernos: es el mundo de lo políticamente correcto, donde impera, como decía Gómez Dávila, “una unanimidad asfixiante”. Es el mundo del orgullo y el éxito que quiere imponerse sobre la humildad, ignorando aquello de Kempis: “Señor del mundo es el que destruye su inclinación oculta hacia sí mismo.”46 Por eso queremos evitarlo, siguiendo los sabios consejos que nos da San Vicente de Lerins: “Pero volvamos a la exhortación del Apóstol: “¡Oh, Timoteo!, guarda el depósito, evitando las novedades profanas en las expresiones”. Evítalos, le dice, como se hace con una víbora, con un escorpión, con un basilisco, para que no solamente el contacto, pero ni siquiera su vista y su aliento te hieran. Ahora bien, ¿qué significa evitar? “Con gente así no debéis ni tomar bocado” (cfr. I Corintios, 5, 11). Y también: “Si viene alguno a vosotros, y no trae esta doctrina -¿y qué doctrina, sino la católica universal, que permanece siendo única e idéntica a través de los siglos, en una incorrupta tradición de verdad, y que permanecerá así siempre?- no le recibáis en casa, ni le saludéis. Porque quien le saluda participa en sus acciones perversas” (cfr. II San Juan, 10-11)”.47
Hacemos mención de un texto como el anterior porque esta clase de películas vienen, como acabamos de intentar demostrar, inoculadas de un veneno mortal para aquellos desprevenidos que no buscan acendrar su fe en la inmutable doctrina católica. Para nosotros es una muestra más de cómo se pretende ocultar aquello que una vez más debemos recordar:
“Es necesario decirlo de nuevo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en los que cada uno se erige en doctor y legislador... no se levantará la ciudad sino como Dios la ha levantado, no se edificará la sociedad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige sus trabajos. No, la civilización no está por inventarse, ni la ciudad por construirse en las nubes. Ha existido, existe; es la civilización cristiana, es la ciudad católica. No se trata más que de instaurarla y restaurarla sobre sus naturales y divinos fundamentos contra los ataques, siempre renovados de la utopía nociva, de la rebeldía y de la impiedad: OMNIA INSTAURARE IN CHRISTO.” (San Pío X)
29 de enero de 2010
Fiesta de San Francisco de Sales
www.statveritas.com.ar
46 Cit. por G. Gueydan de Roussel en ob. cit.
47 San Vicente de Lerins, “El Conmonitorio”, Ed. Las Nazarenas, 2005.
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