sábado, 27 de marzo de 2010

Vaticano estremecido


 Ataque a la Iglesia

New York Times responde a vocero de Santa Sede con otra denuncia de encubrimiento de Ratzinger * Lombardi lo desestima, mientras el caso del padre Conti en Italia se pone cada vez más escabroso
La sucesión de denuncias de pederastia y abusos sexuales de sacerdotes con menores en las principales ciudades de Europa y América se ha convertido en el problema más grande que ha enfrentado el Vaticano en los últimos años.

Esos escándalo se han visto agravados en los últimos días, debido a que han surgido denuncias que salpican al Papa, Joseph Ratzinger, cuando en su momento, siendo cardenal del arzobispado de Munich, tuvo conocimiento de varios casos y no mostró ningún interés en aclarar las denuncias, mucho menos en castigar a los curas denunciados.

Nueva denuncia del New York Times
Benedicto XVI supo, cuando era arzobispo de Munich, del traslado a otra parroquia de un sacerdote alemán que fue acusado de pedofilia y se sometió a tratamiento siquiátrico, informó ayer el diario The New York Times.

"El cardenal Joseph Ratzinger, futuro Papa y entonces arzobispo de Munich, recibió un memorando en el que le informaban de que un sacerdote, a quien él había enviado a terapia en 1980 para superar la pedofilia, volvió a ejercer su labor pastoral, días después de iniciar el tratamiento", señala el periódico neoyorquino.

Agrega que ese sacerdote, Peter Hullermann, "fue después acusado de haber abusado de niños en otra parroquia".

El Times, que realizó una investigación en esa ciudad alemana, señaló también que en una reciente declaración sobre este caso, hecha por la archidiócesis de Munich y Freising, "se atribuyó la total responsabilidad de la decisión que permitió al sacerdote reanudar su trabajo al adjunto del cardenal Ratzinger, Gerhard Gruber".

"Ese documento, cuya existencia ha sido confirmada por dos representantes de la Iglesia, muestra que el futuro papa no sólo celebró una reunión el 15 de enero de 1980, en la que se aprobó el traslado del cura, sino que también fue informado de su reasignación" a otra parroquia, agrega el mismo medio.

No está clara su decisión
Asimismo, considera que "no está claro" el papel que Benedicto XVI tuvo en ese proceso de decisiones "ni cuanto interés mostró en el caso de ese cura, que había abusado de muchos niños en su asignación previa".

El diario agrega que el sacerdote responsable de tratar el caso, Friedrich Fahr, "siempre estuvo personal y excepcionalmente conectado" con el cardenal Ratzinger, según sus fuentes.

El caso de Peter Hullermann ha adquirido relevancia y ha sido destacado por la prensa, porque ocurrió en la época en que Joseph Ratzinger era cardenal y porque "él estaba a cargo de tratar los miles de casos de abusos, y estaba en una posición en la que podía enviar el sacerdote ante la justicia o al menos evitar que tuviera contacto con niños", agrega el Times.

"Según el vicario judicial de Munich, Lorenz Wolf, quien esta semana habló con Gruber a petición del New York Times, éste, que fue vicario general, dijo que no se acordaba de haber tenido una conversación detallada con el cardenal Ratzinger sobre Hullermann, pero no descartó que el nombre hubiera salido", señala el periódico.

El Vaticano apoyó al sacerdote Conti
En tanto, desde Roma, se conoció que el sacerdote italiano Ruggero Conti, de 56 años, procesado y arrestado por prostitución de menores y por violencia sexual continuada y agravada sobre siete jóvenes, además de sospechoso de otros delitos sexuales que se remontan a 30 años, fue protegido y encubierto durante años por las más altas autoridades vaticanas, que desoyeron e ignoraron las denuncias de las víctimas.

En 2007, Roberto Mirabile, Presidente de la ONG italiana contra la pederastia El Caramelo Bueno, llevó al Vaticano un informe con testimonios de víctimas que documentaban cómo Conti obligó a varios menores, con dificultades económicas y de 12 ó 13 años, a intercambiar sexo oral y masturbaciones en el oratorio, en su casa y en algunos campamentos de verano, Pascua y Navidad.

La respuesta fue el silencio. “La jerarquía eclesiástica conocía los hechos desde hace años”, afirma la ONG. “Llevamos nuestro informe a cinco dirigentes de la Santa Sede y de la Conferencia Episcopal Italiana, y ninguno de ellos hizo nada. Unos se limitaban a enviarnos al otro”.

Y cita a monseñor Mauro Parmeggiani, secretario del cardenal Camillo Ruini y actual obispo de Tívoli; cardenal Angelo Comastri, arcipreste de San Pedro y vicario general del Papa Joseph Ratzinger; monseñor Mauro Rivella, ex subsecretario de la CEI, y jesuita Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede.

Se negaron a investigar
Finalmente, Mirabile se entrevistó con el promotor de justicia (fiscal) de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Charles J. Scicluna. Y éste se negó a abrir una investigación.

“Alegó que no podía intervenir porque no les constaba que Conti hubiera abusado”, dice. “Nos dijo que no se podía hacer nada; en un momento dado salió del despacho a verificar si tenían alguna noticia en el archivo; volvió 15 minutos después y dijo que no había nada, que actuáramos nosotros”.

Ante las reiteradas negativas, la ONG acudió a los carabineros y a la justicia penal, y se constituyó en acusación civil. Meses después, Conti fue encarcelado y acusado formalmente. Faltaban solo unos días para que el cura viajara con jóvenes de su parroquia a la Jornada Mundial de la Juventud de Sidney (Australia).

Continuó con los abusos
Según la acusación del fiscal Francesco Scavo, en el tiempo trascurrido desde que el Vaticano se negó a intervenir hasta que se produjo la detención del sacerdote, Conti continuó abusando de sus víctimas, que hoy tienen entre 18 y 23 años. Según los carabineros, su última agresión la perpetró en Roma en marzo de 2008.

El 30 de junio de 2008, ingresó en la cárcel acusado de prostitución de menores y abusos sexuales contra siete niños; en total, unos 40 episodios cometidos entre 1998 y 2008.

Desde diciembre de 2009, Don Ruggi, como le llaman familiarmente sus fieles de la diócesis de Porto Santa Rufina, se encuentra bajo arresto domiciliario por razones de salud (es obeso y tiene hipertensión), aunque la ley antiviolaciones promulgada en 2009 excluye esa medida para los molestadores sexuales.

Vaticano insiste que el Papa desconocía caso de Munich
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, sostuvo ayer que el cardenal Joseph Ratzinger, cuando era arzobispo de Munich, no supo de la decisión de reintegrar al sacerdote conocido como "H.". en la actividad pastoral parroquial, señalando que cualquier otra versión es "mera especulación".

Con estas palabras, Lombardi desmintió lo publicado en ese sentido por "New York Times", señalando que el artículo del diario estadounidense "no contiene informaciones nuevas, diferentes, a las ya comunicadas por la archidiócesis de Munich sobre la situación del sacerdote H.".

"La archidiócesis (de Munich) confirma su posición, según la cual el entonces arzobispo no conoció la decisión de reintegrar al sacerdote H. en la actividad pastoral parroquial. Cualquier otra versión es mera especulación", dijo Lombardi.

El portavoz vaticano recordó que el por entonces vicario general de la archidiócesis bávara, Gerhard Gruber, asumió la "total responsabilidad de su propia y equivocada decisión de reintegrar a H. en la pastoral parroquial"

Efe

 

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