Ataque a la Iglesia.
BERLÍN.— La Arquidiócesis de Munich, a la que perteneció el papa Benedicto XVI, insistió ayer en que no tenía conocimiento de que en 1980 reasignó a un sacerdote sospechoso de pedofilia a un puesto con acceso a niños.
El portavoz de la Arquidiócesis, Bernhard Kellner, calificó como especulación un reporte del diario New York Times indicando que el entonces cardenal Joseph Ratzinger recibió una copia de un memorándum sobre la transferencia, lo que señala que fue informado sobre el tema y no hizo nada al respecto.
“Nos apegamos a nuestra afirmación de que el cardenal Ratzinger no sabía sobre esa decisión”, dijo Kellner. “No puedo confirmar que él sabía sobre esto, y no tenemos evidencia alguna al respecto”, aseveró
El sacerdote, el reverendo Peter Hullermann, fue identificado a inicios de mes después de que un diario reportara que había sido trasladado desde el norte de Alemania a Munich en 1980 para recibir terapia por sospechas de pedofilia, pero pronto fue puesto a trabajar con adolescentes.
Seis años más tarde el sacerdote fue procesado por abusar de un niño en otra parroquia.
Iglesias católicas en Europa congregaron su apoyo a Benedicto XVI y rechazaron las acusaciones de que encubrió abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes, elogiándolo como un líder resuelto a combatir los escándalos que desafían al clero.
Benedicto asumió una posición mucho más enérgica en el caso de abusos que Juan Pablo II cuando ascendió al papado hace cinco años, disciplinando a un clérigo favorito del pontífice anterior y alejando de la Iglesia a otros bajo una nueva política de cero tolerancia.
Sin embargo, todo se reduce a la cuestión de qué sabía el Papa y cuándo. La respuesta determinará el destino del papado de Benedicto.
Ahora toda la ola de escándalos en torno a los curas pederastas enfrenta al Vaticano al reto de romper con la “cultura del secreto” que reinó por siglos en la Iglesia católica.
La Congregación por la Doctrina de la Fe investiga presuntos abusos sexuales de curas contra 67 niños sordos, ocurridos entre los años 50 y 1984 en una escuela de la ciudad italiana de Verona, según el Corriere della Sera.La diócesis de Verona confirmó esta semana que pronto serán escuchadas algunas de las presuntas víctimas de los abusos.
Notimex
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