De acuerdo con las versiones dadas por las moradoras del convento y casa de retiro espiritual, las granadas que no explotaron las descubrieron este miércoles, aunque en el transcurso de la noche habían escuchado una detonación a la cual no le dieron importancia.
Aunque estos hechos que se dicen fueron perpetrados por elementos de la delincuencia organizada, no causó lesionados o daños de consideración, si provocó un pánico entre los moradores del convento y los vecinos del mismo, sobre todo cuando se comenzó a ver la cantidad de elementos policiacos de todas las corporaciones y del Ejército que llegaron al sitio.
El ataque ocurrió en el transcurso de l anoche y al amparo de la oscuridad los agresores lanzaron al menos cuatro granadas, una de ellas al parecer explotó en el aire, sin causar graves daños a la estructura del inmueble.
Las monjas escucharon la explosión creyendo que había sido a causa de un cilindro de gas o algo similar, pero mayúscula fue su sorpresa cuado realizaban algunas labores en donde vieron que el ataque fue en contra de sus instalaciones.
Al salir al jardín descubrieron tres granadas en distintos puntos, las cuales estaban envueltas con cinta adhesiva con el objetivo de que no fueran accionadas ni explotaran.
Adrián Salinas Tostado, director de la Policía de El Salto, señaló que hasta el momento se desconocía cuál era el propósito de lo que parece un ataque terrorista a la Iglesia.
Pero era evidente que el mensaje era infundir miedo y no provocar lesiones a alguien, esto por que la cinta sujetaba las espoletas de las granadas lo que no iba a permitir su detonación.
Al lugar de los hechos llegó el Grupo Especial Antibombas de la Secretaría Seguridad del Estado, además de peritos forenses que levantaron cuatro seguros sobre la privada 6 de Enero número 2617 a su cruce con Brigido Pérez, donde se localiza el convento.
Asimismo localizaron indicios de que una de las granadas pudo haber explotado en el aire dejando residuos en la azotea del lugar.
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