jueves, 15 de julio de 2010

Que el matrimonio sea entre hombre y mujer y no contrayentes. Argentina

El histórico debate sobre la ley del matrimonio homosexual cumplió nueve horas en el Senado de Argentina y se prevé que la votación para rechazarla o aprobarla se efectúe en la madrugada, aunque todavía hay incertidumbre sobre el resultado. 

Uno a uno, los legisladores han dado a conocer sus razones para votar a favor, en contra o abstenerse de la reforma al Código Civil que fue aprobada en mayo pasado en la Cámara de Diputados y que habilita las bodas entre personas del mismo sexo.

Mientras los senadores debaten, a las puertas del Congreso se realiza una fiesta popular y masiva convocada por organizaciones de derechos humanos, partidos políticos y asociaciones homosexuales que confían en que la ley será aprobada en las siguientes horas.

El suspenso se mantiene, ya que hasta ahora sólo hay 31 votos a favor, 29 en contra y ocho senadores indecisos que al momento de la votación final pueden inclinar la balanza hacia uno u otro lado.

Los cambios permiten que las bodas ya no sean protagonizadas por 'un hombre y una mujer', sino por 'contrayentes' que tendrán beneficios de jubilación, seguro médico y todo tipo de prestaciones sociales que hoy están vedadas para las parejas homosexuales.

Una de las opositoras más férreas del proyecto, la senadora Liliana Negre de Alonso, consideró inadmisible que ahora a los niños se les tenga que enseñar en las escuelas que la familia no es 'papá, mamá e hijos', sino 'papá y papá' o 'mamá y mamá'.

Mientras los opositores priorizaron argumentos religiosos para rechazar la iniciativa, quienes la respaldan coincidieron en que se están discutiendo derechos civiles en un país laico.

'No creo que una persona se vaya hacer homosexual porque haya una ley que permita el casamiento entre personas de ambos sexos', advirtió la senadora Liliana Fellner.

El legislador Luis Juez ratificó su fe religiosa, pero aclaró que 'desde el derecho no hay impedimentos para negarles derechos a las minorías' que en este caso representan los homosexuales.

En el ala contraria, la legisladora Sonia Escudero, del Peronismo Federal, lamentó que el proyecto haya sido apoyado por la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, porque ello politizó el debate y obligó a que hubiera 'un tratamiento exprés' en el Senado.

La incertidumbre sobre la votación se mantiene, ya que los partidos dejaron en libertad de conciencia a sus senadores, con lo cual no hay votos en bloque sino disidencias internas que impiden anticipar un resultado definitivo.


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