"Los ministros queremos ratificar nuestro apoyo irrestricto al Jefe de Estado en su decisión de hacer valer la soberanía y el respeto a las instituciones y exigimos respeto a los altos jerarcas de la Iglesia católica venezolana", declaró el vicepresidente Elías Jaua.
En un consejo de ministros transmitido por la televisora oficial VTV, Jaua enfatizó que exigen "respeto de los jerarcas de la iglesia católica a la soberanía popular que ha elegido al Presidente de la República".
Por su parte, durante una sesión en la Asamblea Nacional - el congreso unicameral venezolano -, los parlamentarios rechazaron las declaraciones del cardenal Jorge Urosa Savino, quien hace unos días protagonizó un enfrentamiento verbal con Chávez, al que acusó de llevar al país hacia una "dictadura".
"En Venezuela tenemos una iglesia arrastrada que no está del lado del pueblo, que se opone a la revolución social, que sólo quiere sembrar miedo y odio en la sociedad venezolana hablando de un falso comunismo", declaró el diputado Carlos Escarrá.
La presidenta de la Asamblea, Cilia Flores, aseguró que los jefes de la Iglesia Católica "han tratado de utilizar la fe de tantos millones de feligreses manipulándolos con la mentira".
Los obispos "son, como Urosa Savino, voceros políticos de la oposición", afirmó.
La semana pasada Chávez, quien se declara cristiano, había arremetido contra el cardenal llamándolo "troglodita".
"Me acusa de estar violando la Constitución, tendría que demostrarlo ante un tribunal (...) Está haciendo acusaciones infundadas y temerarias, muy parecidas a las de los golpistas", dijo, acusando al cardenal de haber apoyado el golpe de Estado que lo apartó del poder durante dos días en 2002.
En un comunicado, Urosa Savino aseguró que Chávez "no tiene licencia para insultar, difamar ni injuriar a ningún venezolano", reiterando que el jefe de Estado "pasa por encima de la Constitución Nacional" y quiere llevar al país por el camino del socialismo marxista hacia una "dictadura".
El lunes, la Conferencia Episcopal venezolana pidió "pasar la página" en esta polémica, aunque apoyó al cardenal y aclaró que "nosotros tenemos el derecho a opinar como lo venimos haciendo".
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