En su máximo acercamiento, la sonda se situó a poco más de 3.100 kilómetros del asteroide, pero sus avanzados instrumentos fotográficos han permitido realizar espectaculares fotografías de Lutetia. Las imágenes muestran una especie de patata gigante, plagada de cráteres fruto de los impactos sufridos a lo largo de sus 4.500 años de existencia. "Creo que es un objeto muy antiguo. Esta noche hemos visto una reliquia de la creación del Sistema Solar", aseguró el propio sábado el investigador Holger Sierks, del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar, responsable del instrumento que logró las instantáneas.
El pintor francés reconvertido en astrónomo Hermann Goldschmidt descubrió Lutetia en 1852, desde el balcón de su casa de París. Y lo bautizó con el nombre que el Imperio Romano dio a la hoy capital francesa. Desde entonces, la roca ha sido un misterio. Presenta características propias de asteroides de carbono y otras típicas de asteroides metálicos. El éxito de la misión Rosetta ayudará a desenmascarar la identidad del pedrusco, esencial para comprender cómo una nube de gas y polvo acabó formando nuestro sistema planetario hace 4.500 millones de años.
A por el cometa
Los científicos de la ESA buscan en las imágenes y en el resto de datos recogidos por la sonda indicios de una atmósfera tenue en la roca y posibles efectos magnéticos. También quieren averiguar su densidad y la composición de su superficie.
Mientras, la sonda Rosetta prosigue su camino. Su principal objetivo es el cometa Churyumov-Gerasimenko. Se encontrarán en 2014 y, tras su primer cara a cara, el artefacto terrestre acompañará al cometa durante 18 meses y su robot aterrizador se posará en él. El astro, formado hace más de 4.600 millones de años, esconde información muy valiosa sobre cómo era el embrión del Sistema Solar.
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