viernes, 13 de agosto de 2010

Observaciones para el rito extraordinario: Vaticano

En las misas en latín las “monaguillas” no serán admitidas como auxiliares de los sacerdotes y los laicos no podrán dar la comunión, aclaró un fuente vaticana.


En las celebraciones de las misas en latín, recién liberalizadas por el Papa Benedicto XVI, las “monaguillas” no serán admitidas como auxiliares de los sacerdotes y los laicos no podrán dar la comunión, aclaró hoy un fuente vaticana.

En la introducción de un escrito sobre las celebraciones en latín, apenas publicado en Alemania, Raymond Leo Burke, prefecto de la Signatura Apostólica, incluyó estos detalles sobre el rito para diferenciarlo de otras celebraciones.

Según Burke, cuando la misa antigua estaba en vigor, “no pertenecían a los derechos fundamentales del bautizado ni el servicio del altar de personas del sexo femenino, ni el uso de los laicos para las lecturas o la distribución extraordinaria de la comunión”.

“Como consecuencia estos cambios más recientes no deben ser introducidos en la forma extraordinaria del rito romano por respeto a la integridad de la disciplina litúrgica contenida en el misal romano de 1962”, apuntó.

El 7 de julio de 2007, Benedicto XVI dio a conocer su decisión de abrir al uso libre, sin necesidad de permiso especial del obispo, la misa previa a la última gran reforma litúrgica de la Iglesia católica, que data de 1970 y fue consecuencia del Concilio Vaticano II.

La disposición entró en vigor el 14 de septiembre de 2007.

Tras la reforma de 1970 cayó en desuso el misal de 1962, según el cual las celebraciones eucarísticas eran más largas y completamente en latín.

En cambio se introdujeron las “lenguas vernáculas” (de cada país) y los sacerdotes ya no daban la espalda al público.
Con el decreto de 2007, el pontífice otorgó un permiso extraordinario para que los fieles interesados puedan celebrar según la antigua fórmula sólo poniéndose de acuerdo con su sacerdote.



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