La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) consideró que constituye “pecado de omisión” el quedarse al margen y guardar silencio en la celebración del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución.
Asimismo, la Iglesia católica reconoció las “debilidades y los excesos” cometidos por sus antepasados, y señaló que es necesario asumir el pasado con sus luces y sombras.
Los señalamientos de la Iglesia están contenidos en la Carta Pastoral “Conmemorar Nuestra Historia desde la fe para comprometernos hoy con nuestra patria”, emitida ayer por la CEM.
En este documento, la Iglesia pidió al gobierno y a la clase política enfrentar con determinación la pobreza, ofrecer educación integral y de calidad para todos y trabajar por la reconciliación, la armonía y la integración de los distintos componentes sociales.
Con respecto a los festejos patrios por la Independencia y la Revolución, cabe recordar que el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, hace días llamó “mezquinos” a los mexicanos que no muestran disposición para la celebrarlas ambas efemérides.
La CEM en su documento dado a conocer ayer recalcó que es pecado de omisión quedarse al margen y guardar silencio ante los festejos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución.
“Los obispos de México pensamos que sería un pecado de omisión quedarnos al margen y guardar silencio en esta ocasión histórica. Como ciudadanos y como cristianos consideramos un deber sumarnos a la conmemoración de esos hechos significativos de nuestra historia”, expuso el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez al dar lectura a la pastoral.
La carta que contiene llamados de la Iglesia para avanzar en la construcción del país fue dada a conocer en el Polyforum Cultural Siqueiros.
El arzobispo de Morelia también dijo que “para un católico no es sólo legítimo, sino necesario dar gracias a Dios por el don precioso de la libertad, aunque no esté todavía del todo conquistada”.
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