El clásico de Alfred Hitchcock Psycho cumple 50 años convertido en una obra maestra del cine de suspense reconocida mundialmente por su ya mítica escena del asesinato en la ducha perpetrado por un enajenado Norman Bates.
A pesar de que debutó con algunas críticas desfavorables el 16 de junio de 1960 en una sala neoyorquina, el filme terminó por convencer a industria y público, que medio siglo después siguen venerando esta cinta emblemática.
Psycho fue reestrenado el pasado mes de abril en cines del Reino Unido, algo que piden en Estados Unidos numerosas personas a través de Facebook, y verá la luz el 19 de octubre por primera vez en una edición especial en formato blu-ray.
Psycho 50th Anniversary Edition incluirá una versión remasterizada de la película en alta definición y contará con numerosos contenidos extras, entre ellos un documental sobre cómo se realizó el rodaje, el tráiler original y, por supuesto, un análisis de la inconfundible escena de la ducha.
El filme, protagonizado por Janet Leigh y Anthony Perkins, adentra al espectador en un extraño motel regentado por Norman Bates, un hombre que aparentemente vive sometido por su madre, a donde llega una mujer que huye a California para empezar una nueva vida con su novio tras haber robado $40,000 a su empresa.
Una parada en el camino que será la última para el personaje encarnado por Leigh, que sucumbirá acuchillado mientras se ducha, en una secuencia tan reconocida por sus imágenes como por su banda sonora.
Unos violines sirvieron al compositor Bernard Herrmann para generar la tensa melodía que va "in crescendo'' mientras sucede el apuñalamiento y que en el 2009 fue votada como la más terrorífica de la historia del cine en una encuesta realizada por la entidad de derechos de autor británica PRS for Music.
Más allá de su impacto audiovisual, ese crimen de ficción ha llegado a convertirse en objeto de libros, como el publicado en marzo por Robert Graysmith, The Girl in Alfred Hitchcock's Shower, dedicado a desgranar los entresijos de la vida de las dobles de Leigh en Psycho.
El cuerpo desnudo de la actriz en la famosa escena correspondió a Marli Renfo, una mujer que llegó a ser portada de Playboy antes de desaparecer y saltar, años después, la noticia errónea de su asesinato.
El papel desempeñado por Renfo en Psycho fue ocultado por el interés de la producción en 1960, tanto por el director como por la estrella del filme, Leigh, quien por pudor se había negado a mostrarse sin ropa ante las cámaras.
Esa no fue la única artimaña del "maestro del suspense'' para el lanzamiento de la película, que se basó en la novela homónima publicada en 1959 por Robert Bloch inspirada en la figura de Eddie Gein, un asesino en serie de Wisconsin que en los años 50 se dedicó a coleccionar restos humanos en su granja.
Una vez que decidió hacer Psycho, Hitchcock inició una campaña para impedir que el público conociera anticipadamente el final de la trama, por lo que optó por comprar todas las copias de la primera edición del libro, cuyos derechos había adquirido por $9,000.
Psycho se grabó en un entorno cerrado y se obligó a todos los trabajadores a firmar un contrato que les obligaba a no mencionar el desenlace a nadie.
El cineasta prohibió además los pases adelantados al estreno para controlar filtraciones, algo que ahora resulta muy de actualidad, en plena guerra de los estudios por evitar que la piratería reste ingresos a sus costosas producciones.
Con idea de mantener la tensión durante las proyecciones, Hitchcock aparecía en los carteles del filme amenazando a los espectadores con que no se admitiría a nadie en la sala una vez que hubiera comenzado la sesión.
Psycho es posiblemente el título más conocido de la filmografía de este cineasta, en la que también sobresalen producciones como The 39 Steps (1935), Notorious (1946), Rear Window (1954), The Man Who Knew Too Much (1956) o North by Northwest (1959).
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