Las celebraciones continuarán el jueves con un tradicional desfile militar que será este año mucho más grande e incluirá contingentes de 17 países, entre ellos China y Estados Unidos, además de grupos que representarán a quienes participan en operativos de combate al narcotráfico. Por primera vez desfilará la Policía Federal.
En medio de fuertes medidas de seguridad, miles de mexicanos se reunieron a lo largo de 2,7 kilómetros para presenciar un desfile alegórico y en la explanada del Zócalo capitalino, donde el ritual del “Fuego Nuevo” marcó el inicio de las celebraciones con representantes de diversas comunidades que danzaban y quemaban copal para recordar la ceremonia prehispánica que representaba el inicio de un nuevo ciclo.
Unos 12,000 policías vigilaron en la Ciudad de México el recorrido de un multicolor desfile, representativo de la cultura local y que transcurrirá por parte de Reforma, una avenida histórica de la capital.
Pero el acceso al Zócalo, la principal plaza pública del país, ha sido limitado al ingreso de 60,000 personas y habrá además vigilancia del Estado Mayor Presidencial, un cuerpo de élite encargado de la seguridad del presidente, y de policías federales.
En la norteña ciudad de Monterrey, que fue alcanzada hace poco por la violencia del narcotráfico y donde a menudo las bandas de la droga bloquean calles, un 30 por ciento más de policías que el año previo vigilarán la explanada de los Héroes, donde el gobernador dará “el Grito”.
En la occidental Guadalajara, la segunda ciudad del país en población, militares reforzarán la seguridad de la ceremonia al igual que el año pasado, cuando este tipo de celebraciones comenzaron a ser más vigiladas.
Ocho personas murieron y un centenar resultaron heridas en el 2008 en la también occidental ciudad de Morelia, donde nació Calderón, cuando un grupo de miembros de los Zetas, una violenta banda de narcotraficantes, arrojó granadas durante la ceremonia del grito.
Calderón lanzó desde el miércoles temprano varios “Viva México!” desde su cuenta de Twitter y llamó a celebrar “200 años de libertad, independencia y soberanía”.
En la fronteriza Ciudad Juárez, la más violenta del país y donde han muerto 6,500 personas desde enero del 2008, el alcalde dará el grito desde un balcón -no está claro si será en el Palacio de Gobierno- pero sin público. La población, asustada por los constantes enfrentamientos incluso a plena luz del día, fue invitada a verlo por televisión.
En el norteño estado de Tamaulipas, también sobre la frontera con Estados Unidos, varios municipios habían cancelado las celebraciones al igual que algunas alcaldías del estado de Chihuahua, donde se encuentra Ciudad Juárez.
México celebra el alzamiento de indígenas y mestizos empobrecidos que condujo el cura Miguel Hidalgo contra la corona española en septiembre de 1810. En noviembre festejará los 100 años de la Revolución que condujeron Pancho Villa, Emiliano Zapata y Francisco I. Madero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario