Poco antes de morir, ordenó a sus discípulos trasladar sus restos mortales a Hispania y darle sepultura. Estos, tras un delirante viaje, llegaron a Iria Flavia ( Padrón, A Coruña ) y desde allí, el cuerpo de Santiago fue trasladado unos kilómetros tierra adentro a un lugar conocido como liberum donum, donde fue enterrado. El pasar de los años y las continuos conflictos e invasiones hicieron que la sepultura fuera olvidada y abandonada.
El nacimiento de Santiago de Compostela. Descubrimiento de la tumba del Apóstol
El mencionado liberum donum, ubicado sobre un promontorio, era cruce de caminos de varias calzadas romanas rodeadas por dos ríos: Sar y Sarela. Aquella pequeña e incipiente población dependía del obispado de Iria Flavia y tras varios decadas, allá por el siglo IX, Compostela comenzó a emerger con fuerza
La tradición evoca la aparición de luminarias justo encima de una cavidad próxima al Liberum Donum, lo que provocó el interés del obispo de Iria Flavia, Teodomiro, y de personajes de gran relevancia en la zona. Después de una larga búsqueda el sepulcro quedó al descubierto.
El fabuloso hallazgo corrió de boca en boca hasta la corte donde Alfonso II el Casto, ordenó la construcción en ese mismo lugar de una iglesia que, con el pasar de los siglos, sería un símbolo de toda la cristiandad.
Evolución de la iglesia de Santiago de Compostela
El crecimiento de Santiago de Compostela fue tal, que el antiguo obispado de Iria Flavia fue trasladado a esta incipiente localidad. Poco se sabe de estos primeros años aunque la Historia Compostelana proporciona detalles de la vida de los sucesores del obispo Teodomiro relacionados con las modificaciones de la primitiva iglesia.
Así, en época del obispo compostelano Sisnando (869-920) se produjo la primera remodelación del templo introduciendo elementos de más valía. La consagración de la remodelada iglesia fue en tiempos de Alfonso III, concretamente en mayo del año 899.
Es probablemente, a partir de la consagración del nuevo templo cuando la figura del apóstol comienza a ejercer una considerable importancia en el curso de la reconquista siendo Santiago el gran defensor de los cristianos de la península.
Almanzor y Compostela
Posteriormente, durante el Siglo X, Santiago de Compostela entró en decadencia, la cual culminó en el año 997 con la invasión de Almanzor. Diversos textos, señalan que el visir del califa Hisham, temeroso del poder que infundía la tumba del apóstol, ordenó el respeto de la misma, poniendo a un guardia de su confianza a la entrada del sepulcro mientras la ciudad y el templo eran expoliados y destruidos.
Posteriormente, durante el Siglo X, Santiago de Compostela entró en decadencia, la cual culminó en el año 997 con la invasión de Almanzor. Diversos textos, señalan que el visir del califa Hisham, temeroso del poder que infundía la tumba del apóstol, ordenó el respeto de la misma, poniendo a un guardia de su confianza a la entrada del sepulcro mientras la ciudad y el templo eran expoliados y destruidos.
Por orden del propio Almanzor, varios cristianos cautivos fueron los encargados de llevar las campanas y los portalones principales de la iglesia compostelana hasta Córdoba donde serían ubicados en la mezquita. La iglesia quedó prácticamente en ruinas.
Inmediatamente, a principios del Siglo XI la iglesia fue restaurada y consagrada en un tiempo récord. Unos cincuenta años después el obispo Cresconio (1036 – 1066) añadió dos torres fortificadas en la parte occidental a causa de las continuas incursiones vikingas que asolaban la región.
A su muerte, le sucedió su sobrino Gudesteo, el cual murió en misteriosas circunstancias no sin ver terminadas las torres que comenzó a construir su tío.
La construcción del nuevo templo de Compostela
Inmediatamente, a principios del Siglo XI la iglesia fue restaurada y consagrada en un tiempo récord. Unos cincuenta años después el obispo Cresconio (1036 – 1066) añadió dos torres fortificadas en la parte occidental a causa de las continuas incursiones vikingas que asolaban la región.
A su muerte, le sucedió su sobrino Gudesteo, el cual murió en misteriosas circunstancias no sin ver terminadas las torres que comenzó a construir su tío.
La construcción del nuevo templo de Compostela
Aproximadamente en el año 1070, Diego Peláez fue nombrado obispo, el cual coleccionaría un amplio número de enemigos, incluida la corte del rey, por la firmeza con la que condenaba a los que se aprovechaban de los bienes de Santiago.
Su mayor gloria fue el comienzo de la edificación de la gran catedral románica que podemos contemplar hoy en día y que reemplaza a la anterior restaurada tras la invasión de Almanzor. Esta gran obra se inauguró probablemente en el año 1075 con las recaudaciones y colectas por todo el territorio.
La más significativa era la Arca Operis Beati Jacobi, un cofre colocado en la iglesia destinado a recoger limosnas de los ciudadanos compostelanos, visitantes o peregrinos. Esta, se destinaba a sufragar los salarios del maestro de obra y sus ayudantes. La construcción comenzó por el extremo oriental y el nuevo ábside se prolongó hasta juntarse con la iglesia primigenia que seguía prestando servicio.
Su mayor gloria fue el comienzo de la edificación de la gran catedral románica que podemos contemplar hoy en día y que reemplaza a la anterior restaurada tras la invasión de Almanzor. Esta gran obra se inauguró probablemente en el año 1075 con las recaudaciones y colectas por todo el territorio.
La más significativa era la Arca Operis Beati Jacobi, un cofre colocado en la iglesia destinado a recoger limosnas de los ciudadanos compostelanos, visitantes o peregrinos. Esta, se destinaba a sufragar los salarios del maestro de obra y sus ayudantes. La construcción comenzó por el extremo oriental y el nuevo ábside se prolongó hasta juntarse con la iglesia primigenia que seguía prestando servicio.
Una catedral eterna. La plaza del Obradoiro
Años mas tarde, llego al obispado compostelano Diego Gélmirez y es cuando la iglesia compostelana llega a su máxima exaltación acudiendo miles de peregrinos en masa a orar ante los restos del apóstol, tradición que se mantendrá hasta nuestros días.
25 de julio: Fiesta del Apostol
La catedral que actualmente conocemos, ha bebido de los diferentes estilos arquitectónicos habidos hasta la actualidad, destacando la fachada barroca que preside la actual plaza del Obradoiro donde miles de personas celebran el 25 de julio el día del Apóstol.
Años mas tarde, llego al obispado compostelano Diego Gélmirez y es cuando la iglesia compostelana llega a su máxima exaltación acudiendo miles de peregrinos en masa a orar ante los restos del apóstol, tradición que se mantendrá hasta nuestros días.
25 de julio: Fiesta del Apostol
La catedral que actualmente conocemos, ha bebido de los diferentes estilos arquitectónicos habidos hasta la actualidad, destacando la fachada barroca que preside la actual plaza del Obradoiro donde miles de personas celebran el 25 de julio el día del Apóstol.
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