miércoles, 29 de septiembre de 2010

San Miguel Arcángel


San Miguel Arcángel está entre los tres cuyos nombres aparecen en la Biblia. Los otros dos son Gabriel y Rafael. La Santa Iglesia da a San Miguel el más alto lugar entre los arcángeles y le llama Príncipe de los espíritus celestiales jefe o cabeza de la milicia celestial. Ya desde el Antiguo Testamento aparece como el gran defensor del pueblo de Dios contra el demonio y su poderosa defensa continúa en el Nuevo Testamento. Muy apropiadamente es representado en el arte como el ángel guerrero el conquistador de Lucifer poniendo su talón sobre la cabeza del enemigo infernal amenazándole con su espada traspasándolo con su lanza o presto para encadenarlo para siempre en el abismo del infierno. La cristiandad desde la Iglesia primitiva venera a San Miguel como el ángel que derrotó a Satanás y sus seguidores y los echó del cielo con su espada de fuego. Es tradicionalmente reconocido como el guardián de los ejércitos cristianos contra los enemigos de la Iglesia y como protector de los cristianos contra los poderes diabólicos especialmente a la hora de la muerte.

La Fidelidad de San Miguel para con Dios: El mismo nombre de Miguel nos invita a darle honor ya que es un clamor de entusiasmo y fidelidad. Significa Quién como Dios. Satanás tiembla al escuchar su nombre ya que le recuerda el grito de noble protesta que este arcángel manifestó cuando se rebelaron los ángeles. San Miguel manifestó su fortaleza y poder cuando peleó la gran batalla en el cielo. Por su celo y fidelidad para con Dios gran parte de la corte celestial se mantuvo en fidelidad y obediencia. Su fortaleza inspiró valentía en los demás ángeles quienes se unieron a su grito de nobleza: ¡¿Quién como Dios?!. Desde ese momento se le conoce como el capitán de la milicia de Dios el primer príncipe de la ciudad santa a quien los demás ángeles obedecen.

San Miguel en las Sagradas Escrituras En el Antiguo Testamento San Miguel aparece como el guardián de la nación hebrea. En el libro de Daniel Dios envía a San Miguel para asegurarle a Daniel su protección. Y ahora volveré a luchar con el príncipe de Persia...Nadie me presta ayuda para esto excepto Miguel vuestro príncipe mi apoyo para darme ayuda y sostenerme. -Daniel 10:13. En aquel tiempo surgirá Miguel el gran príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo -Daniel 12:1 El pueblo del profeta eran los judíos. Por lo tanto es aceptado que el ángel que el Señor había asignado a los Israelitas en los días de Moisés para guiarles a través del desierto y llevarlos por las naciones idólatras que destruiría por medio de ellos es el mismo San Miguel. En el libro del Exodo el Señor dijo a los Israelitas: He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti para que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado. Pórtate bien en su presencia y escucha su voz: no le seas rebelde que no perdonara vuestras transgresiones pues en el esta mi Nombre. si escuchas atentamente su voz y haces todo lo que yo diga tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios mis adversarios. Mi ángel caminara delante de ti y te introducirá en el país de los amorreos de los hititas de los perizitas de los cananeos de los jivitas y de los jebuseos y yo los exterminaré. No te postrarás ante sus dioses ni les darás culto ni imitaras su conducta al contrario los destruirás por completo y romperás sus estelas. Vosotros daréis culto a Yahveh vuestro Dios. -Ex 23:20. Después de la muerte de Moisés según la tradición judía (referida en Judas 9) San Miguel altercaba con el diablo disputándose el cuerpo de Moisés. En obediencia al mandato de Dios San. Miguel escondió la tumba de Moisés ya que la gente y también Satanás querían exponerla para llevar a los Israelitas al pecado de idolatría. San Miguel recibió de Dios el encargo de llevar a término sus designios de misericordia y justicia para su pueblo escogido. Vemos como Judas Macabeos antes de iniciar cualquier batalla en defensa de la ley y del Templo clamaba la ayuda de San Miguel y le confiaban su defensa: En cuanto los hombres de Macabeos supieron que Lisias estaba sitiando las fortalezas comenzaron a implorar al Señor con gemidos y lagrimas junto con la multitud que enviase un ángel bueno para salvar a Israel.... Cuando estaban cerca de Jerusalén apareció poniéndose al frente de ellos un jinete vestido de blanco blandiendo armas de oro. Todos a una bendijeron entonces a Dios misericordioso y sintieron enardecerse sus ánimos -2 Mac 11:6 Tu soberano enviaste tu ángel a Exequías rey de Juda que dio muerte a cerca de ciento ochenta y cinco mil hombres del ejercito de Senaquerib. Ahora también Señor de los cielos envía un ángel bueno delante de nosotros para infundir el temor y el espanto. ¡Que el poder de tu brazo hiera a los que han venido blasfemando a atacar a tu pueblo santo! -2 Mac 15:22. En la actualidad los judíos invocan al Arcángel Miguel como el principal defensor de la sinagoga y como protector contra sus enemigos. En la fiesta de la expiación concluyen sus oraciones diciendo: Miguel príncipe de misericordia ora por Israel.

En la Nueva Alianza La posición de San Miguel es también muy importante en el N.T. donde continúa su poderosa defensa. Con sus ángeles el libra la batalla victoriosa contra Satanás y los ángeles rebeldes los cuales son arrojados del infierno. Es por eso venerado como guardián de la Iglesia. Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Angeles combatieron con el Dragón. También el dragón y sus ángeles combatieron pero no prevalecieron y no hubo ya en cielo lugar para ellos. Y fue arrojado el gran Dragón la serpiente antigua el llamado Diablo y Satanás el seductor del mundo entero -Apocalipsis 127-9 La carta de Judas se refiere a San Miguel en batalla contra Satanás. El honor y la veneración a San Miguel como testifican los padres de la Iglesia ha sido parte esencial de la vida de la Iglesia desde sus inicios. Se le han atribuido un sin numero de beneficios espirituales y temporales. El emperador Constantino atribuyó a este arcángel las victorias sobre sus enemigos y por ello le construyo cerca de Constantinopla una magnifica iglesia en su honor. Esta se convirtió en lugar de peregrinación y muchos enfermos recibieron sanación gracias a la intercesión de San Miguel.
San Miguel y la Eucaristía:

Se nos enseña en la Tradición que San Miguel preside el culto de adoración que se rinde al Altísimo y ofrece a Dios las oraciones de los fieles simbolizadas por el incienso que se eleva ante el altar. La liturgia nos presenta a San Miguel como el que lleva el incienso y esta de pie ante el altar como nuestro intercesor y el portador de las oraciones de la Iglesia ante el Trono de Dios. En el Canon #1 de la Misa: que tu ángel presente ante Ti las oraciones de tu Iglesia Es muy interesante notar en las apariciones marianas que han incluido manifestaciones de San Miguel que su relación con la Eucaristía y a la adoración debida a Jesús Eucarístico y a la Santísima Trinidad: Fátima: En 1916 se les aparece el ángel por primera vez. Se arrodilla en tierra inclina la frente hasta el suelo y pidió que oraran con el: Dios mío yo creo adoro espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen no adoran no esperan y no Te aman. Segunda aparición: ¡Rezad rezad mucho. Los corazones de Jesús y María tienen sobre vosotros designios de misericordia. Ofreced constantemente oraciones y sacrificios al Altísimo! Tercera aparición: Se aparece con un cáliz en sus manos sobre el cual esta suspendida una Hostia de la cual caían gotas de sangre al cáliz. Dejando el cáliz y la hostia suspensos en el aire se postró en tierra y repitió tres veces: Santísima Trinidad Padre Hijo y Espíritu Santo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo Sangre Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo presente en todos los Sagrarios del mundo en reparación por los ultrajes sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María te pido la conversión de los pobres pecadores. Después se levantó y dio la Hostia a Lucia y el contenido del Cáliz a Jacinta y Francisco diciendo al mismo tiempo: Tomad el Cuerpo y bebed la Sangre de Jesucristo horriblemente ultrajado por los hombres ingratos. Reparad sus crímenes y consolad a vuestro Dios.

San Miguel defensor de los moribundos:

San Miguel continua su ministerio angélico en relación a los hombres hasta que nos lleva a través de las puertas celestiales. No solo durante la vida terrenal San Miguel defiende y protege nuestras almas el nos asiste de manera especial a la hora de la muerte ya que su oficio es recibir las almas de los elegidos al momento de separarse de su cuerpo. En la liturgia la Iglesia nos enseña que este arcángel esta puesto para custodiar el paraíso y llevar a el a aquellos que podrán ser recibidos ahí. A la hora de la muerte se libra una gran batalla ya que el demonio tiene muy poco tiempo para hacernos caer en tentación o desesperación o en falta de reconciliación con Dios. Por eso es que en estos momentos se libra una gran batalla espiritual por nuestras almas. San Miguel esta al lado del moribundo defendiéndole de las asechanzas del enemigo. Anécdota: San Anselmo cuenta de un religioso piadoso que a punto de morir recibía grandes asaltos de demonio. El demonio se le apareció acusándole de todos los pecados que había cometido antes de su bautismo (tardío). San Miguel se aparece y le responde que todos esos pecados quedaron borrados con el Bautismo. Entonces Satanás le acusa de los pecados cometidos después del Bautismo. San Miguel le contesta que estos fueron perdonados en la confesión general que hizo antes de profesar. Satanás entonces le acusa de las ofensas y negligencias de su vida religiosa. San Miguel declara que esos han sido perdonados por sus confesiones y por todos los buenos actos que hizo durante su vida religiosa en especial la obediencia a su superior y que lo que le quedaba por expiar lo había hecho a través del sufrimiento de su enfermedad vividos con resignación y paz. En los escritos de San Alfonso de Ligorio encontramos: Había un hombre polaco de la nobleza que había vivido muchos años en pecado mortal y lejos de la vida de Dios. Se encontraba moribundo y estaba lleno de terror torturado por los remordimientos lleno de desesperación. Este hombre había sido devoto de San Miguel Arcángel y Dios en su misericordia permitió que este arcángel se le apareciera. San Miguel le alentó al arrepentimiento diciéndole que había orado por el y le había obtenido mas tiempo de vida para que lograra la salvación. Al poco rato llegan a la casa de este hombre 2 sacerdotes dominicos que dijeron se les había aparecido un extraño joven pidiéndoles que fueran a ver a este hombre moribundo. El hombre se confesó con lágrimas de arrepentimiento recibió la Santa Comunión y en brazos de estos dos sacerdotes murió reconciliado con Dios.

ORACIONES A SAN MIGUEL

La oración a San Miguel del Papa León XIII En Octubre 13 1884 el Papa León XIII experimento una visión horrible. Después de celebrar la Eucaristía estaba consultando sobre ciertos temas con sus cardenales en la capilla privada del Vaticano cuando de pronto se detuvo al pie del altar y quedo sumido en una realidad que solo el veía. Su rostro tenia expresión de horror y de impacto. Se fue palideciendo. Algo muy duro había visto. De repente se incorporo levanto su mano como saludando y se fue a su estudio privado. Lo siguieron y le preguntaron: ¿Que le sucede su Santidad? ¿Se siente mal? El respondió: ¡Oh que imágenes tan terribles se me han permitido ver y escuchar! y se encerró en su oficina. ¿Qué vio León XIII? Vi demonios y oí sus crujidos sus blasfemias sus burlas. Oí la espeluznante voz de Satanás desafiando a Dios diciendo que el podía destruir la Iglesia y llevar todo el mundo al infierno si se le daba suficiente tiempo y poder. Satanás pidió permiso a Dios de tener 100 años para poder influenciar al mundo como nunca antes había podido hacerlo. También León XIII pudo comprender que si el demonio no lograba cumplir su propósito en el tiempo permitido sufriría una derrota humillante. Vio a San Miguel Arcángel aparecer y lanzar a Satanás con sus legiones en el abismo del infierno. Después de media hora llamo al Secretario para la Congregación de Ritos. Le entrego una hoja de papel y le ordeno que la enviara a todos los obispos del mundo indicando que bajo mandato tenia que ser recitada después de cada misa la oración que ahí el había escrito.

Oración: San Miguel Arcángel defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios pedimos suplicantes y tú Príncipe de la Milicia Celestial arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén. 

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