viernes, 17 de septiembre de 2010

CRECE IMPERIO NEO EVANGÉLICO “Una máquina de hacer dinero” IGLESIA UNIVERSAL REINO DE DIOS

El magnate brasileño Edir Macedo Bezerra logró penetrar en México con 39 templos de la Iglesia Universal del Reino de Dios, en los que modernos redentores ofrecen liberar del mal a sus feligreses
Cante. Alabe. Agite con vigor sus brazos hasta empaparse. Implore. Aférrese al manto sagrado que todos los viernes pasará flotando a centímetros de su cabeza. Llore, gruña o ruja. Repita "amén" con la furia colectiva del caso, cada vez, hasta sentirse exánime. Enarbole las fotografías o las prendas de sus enfermos, y conjure con ello al Mal, que equivale, según este credo neoevangélico, a precariedad económica, enfermedad y vacío. Vamos, desafíe al demonio. Apriete párpados y quijadas, y cuando el pastor exclame, "¡Libéralo, señor Jesús!", entorne los ojos, babee, vomite sin dejar de maldecir. Naufrague en este mar patético solemnizado por el piano. Hágalo como lo hacen miles de mexicanos cada día. Y después participe en la puja, seleccione entre la vasta gama de productos que tienen para venderle: agua del Jordán, biblias, libros, aceite del huerto de Getsemaní; sermones y alabanzas en discos compactos, jirones de la túnica de Jesús, fragmentos de su tumba o astillas de su cruz. En tres palabras, si puede, "Pare de Sufrir".
 

Inmerso en un escenario monumental y posmoderno, todo neón, todo fulgor, se le propone un viaje de casi dos horas, aeróbico, intenso y extenuante, guiado por aquella consiga perentoria con la que el obispo Pablo Roberto (pastor de la grey mexicana) planta cara a Satanás en un español cuasi portugués difuso y seductor: "¡Manifiéstate! ¡Vamos! ¡En el nombre de Jesucristo, manifiéstate! ¡Vamos!".
Bajo el estilizado emblema corporativo rojo en forma de corazón, en cuyo fondo aparece calada una paloma en vuelo, los prodigios del religious franchising manan aquí a semejanza de hamburguesas, cosméticos, teléfonos móviles, metanfetaminas reductivas o complejos comerciales homogéneos a los que nos tiene habituados la globalización.
De Veracruz a Baja California, a través del centro, el Bajío y el norte, cada viernes, por ejemplo, usted dispone de alrededor de 40 templos espaciosos y pulcros (la mitad fueron cines, teatros o salones sociales); cinco horarios, un ejército de obreros uniformados a su servicio, y decenas de pastores brasileños, para someterse a un exorcismo masivo de acuerdo con los extravagantes cánones de la Iglesia Universal del Reino de Dios, cuya denominación Pare de Sufrir nos es hoy tan familiar como cualquier franquicia global.

Lo que ocurre en el interior de esos templos níveos, el comunicador brasileño Arnaldo Jabor lo describe así: "Centenas de miserables que no tienen ya nada, siendo expoliados por otros miserables, los obreros, que pueden ascender a pastores y tal vez a obispos, en una pirámide invertida de horrores, como montones de frutas podridas entre la basura callejera"

En los cuernos de la globalización


Igreja Universal do Reino de Deus, Universal Church of the Kingdom of God, Communauté Chrétienne du Saint-Esprit, Comunidad Cristiana del Espíritu Santo, Oración Fuerte al Espíritu Santo o Pare de Sufrir; el visionario detrás de esta holding de la fe, que después de más de una década de persistencia toma solidez en México (llegó en 1991), es Edir Macedo Bezerra, un magnate brasileño que, montado en los cuernos de la globalización, a partir de 1986 gobierna su imperio corporativo desde Brooklyn.
Es uno de los pastores electrónicos que han florecido en Brasil al crear una gama de opciones espirituales basadas en un determinado estatus social. Están, por caso, la Asamblea de Dios, para las masas. La Iglesia Sara Nossa Terra, para la élite política y mediática. La Asociación del Evangelio Pleno, para la crema empresarial. Atletas de Cristo, para los deportistas profesionales. Y la Iglesia Universal del Reino de Dios, que apela a la abatida autoestima de las clases medias urbanas, depauperadas por tres décadas de catástrofe económica latinoamericana.
 

Para situar al bispo Macedo, Valdemar Figueredo Filho, del Instituto Universitario de Investigaciones de Río de Janeiro y quien publicará Entre el escenario y el púlpito; religión, media y política , precisa: "Entendemos por Iglesia evangélica múltiples denominaciones bien distintas entre sí. Tenemos las que fueron implantadas en Brasil por colonos (luteranos, anglicanos) y las que surgieron mediante el trabajo misionero (bautistas, presbiterianos, metodistas). A principios del siglo XX ganó fuerza en Estados Unidos el movimiento pentecostal, que luego llegó a tierras brasileñas, sobresaliendo la que hoy es la mayor denominación evangélica brasileña la Asamblea de Dios".

Luego, "durante el siglo XX muchos fueron los desdoblamientos que dieron lugar a la formación de otras denominaciones evangélicas. Fueron surgiendo iglesias tanto de las llamadas tradicionales como de las pentecostales", advierte Figueredo Filho. "Conviene resaltar que estamos hablando de Brasil, un país con dimensiones continentales, que tiene una historia entrelazada a la de la Iglesia católica. Aquí la identidad cultural está imbricada a la herencia de expresión religiosa cristiana, según la concepción de la Iglesia católica. Cómo y por qué crecen los evangélicos en Brasil es una cuestión sociológica de gran importancia; ya no es suficiente el simplismo de que los evangélicos crecieron por la ignorancia y la pobreza de las masas urbanas y rurales.

"En todo caso, los datos referentes a dicho crecimiento son reveladores: en 1990, había 13.2 millones de evangélicos, según cifras oficiales; pero, de acuerdo con el censo demográfico de 2000, hoy son 26.16 millones. Y si consideramos que en 1940 los evangélicos no llegaban ni a 3 por ciento , podemos concluir que en Brasil vivimos una reforma religiosa de grandes proporciones sociales".


 

Subastas de la fe

Entre prostitutas, travestis, chichifos, vendedores ambulantes, niños de la calle, asaltantes, cocainómanos, don nadie y policías. A un costado de la plaza de San Pablo, detrás de la estación Pino Suárez del Metro. En uno de los rumbos más sórdidos del centro histórico, se yergue la más joven de las 39 "direcciones de la felicidad" que posee la Iglesia Universal del Reino de Dios en México. Es una accesoria con asientos para mil personas. Aún huele a pintura y los afiches que cubren sus altas vidrieras son nuevos. La clientela espiritual aún es magra, pero todo está listo.

Toda una sucursal, que incluye, sin duda, el mismo menú de servicios por día que las demás. Lunes, "bendición económica". Martes, "oración de sanidad". Miércoles, "reunión de los hijos de Dios". Jueves, "intercesión por la familia". Viernes, "oración de limpia". Sábado, "casos imposibles" y "terapia de amor". Domingo, "reunión del encuentro con Dios" y "maravillas de Dios". Lo que sucede aquí está ocurriendo, el mismo día, a la misma hora, de la misma manera, en el resto de los 38 templos esparcidos por el país.

Hoy es martes. Y, como se anuncia por diversos medios (impresos, electrónicos, virtuales), "los martes a las 7:30, 10:00, 16:00 y 19:00 horas", toca "oración de sanidad". Aunque en mucha menos cantidad, a Pino Suárez llegan feligreses recién atraídos en busca de lo mismo que quienes también abarrotan el antiguo cine Leo, en Santa María la Ribera (DF); el salón Diamante, en Chalco; los Cinemas Papanoas, en Ciudad Nezahualcóyotl; el ex cine Agustín Lara y Toña La Negra, en el Puerto de Veracruz; o el que dejó de ser Cinema 70, en Tijuana. Todos buscan salud.


Pero en México la meca de Pare de Sufrir es el ex teatro Silvia Pinal, en el núcleo de la Roma Sur, donde ofician el obispo Pablo Roberto y un equipo de pastores brasileños. Desde aquí se vigila que la Iglesia Universal del Reino de Dios funcione como un cuerpo, según las normas mercadotécnicas creadas por Bezerra a lo largo de 80 países (eso dice su ficha biográfica en Arca Universal, portal de su propiedad).

Este martes, a las siete de la noche, el Santuario de la Fe rebosa. Al frente domina un vitral con motivos coloridos en torno de una cruz amarilla, custodiado por un arco de medio punto y dos pares de columnas dóricas, al pie de las cuales se hallan las aguas del bautisterio. Abajo, al centro del escenario, el pastor oficiante dispone no más que de una tribuna, un micrófono y, bueno, su adiestramiento para enfrentar con éxito la cuarta pared. No lleva túnica, pues se antojaría anacrónico. Tiene el estilo Macedo: aspecto de ejecutivo, con su camisa blanca, corbata llamativa, reloj y un casquete mediano que le confiere un aire de sobria jovialidad. A su derecha, el pianista marca el toque a los episodios climáticos del ritual. Todo ocurre bajo la agobiante luz amarilla y blanca de reflectores, a la vista solícita de unos 60 obreros situados a los cuatro costados del recinto.

Lo que este moderno redentor tiene enfrente es su antítesis: un mar humano trémulo y dolorido. Enfermos crónicos y terminales, ancianos desesperados, ciegos, tuertos, cojos, mancos, deformes por accidentes o enfermedades, mutantes, trastornados mentales e hipocondriacos han venido en pos de consuelo y alivio. Se dejan conducir oprimiendo entre sus manos crispadas una telilla empapada en "aceite del huerto de Getsemaní".

Al principio son 45 minutos de cantos, alabanzas y rezos, guiadas por el orador, secundado por aquellas huestes de parias. Pero el segmento esencial de la ceremonia es la recolección del diezmo, donde lo más espectacular cuando la hay es la subasta. Tres obreros se sitúan enfrente con un saco de terciopelo rojo.

Sin abandonar su elocuencia, el pastor dice que el programa de televisión nocturno en donde difunden su credo es costoso y todo mundo debe colaborar. Recurre a pasajes bíblicos. Y comienza llamando a depositar su diezmo sobre los sacos de terciopelo a quienes en la sesión anterior recibieron un sobre impreso después de comprometerse a aportar entre 2 mil y 500 pesos. En seguida, va anunciando biblias y CD para quienes aporten de 500 a 20 pesos.

Como tallador profesional, el oficiante empieza con 500 y varía la cifra, apenas perceptiblemente, hasta descender a 20. En forma simultánea, va formándose al pie del escenario, del lado izquierdo, una fila con quienes no tienen ni un peso que dar. El pastor conmina a almas pías a comprar para regalarles una biblia o un cd. Hasta que la singular subasta se cierra otra vez al alza: "¡2 mil! ¿Quién quiere aportar, para la próxima sesión, 2 mil pesos?"; y de nuevo, así hasta llegar a 200. Los que aceptan reciben un sobre impreso que deberán entregar lleno en la próxima ceremonia.

Hay sesiones en las que el pastor no es tan condescendiente con quienes no pueden pagar su diezmo y les exige relojes, teléfonos móviles y otras pertenencias. Para asegurarse de que aquella feligresía no huirá, alude a las "cadenas de oración": la oveja dejada de la mano de Dios debe acudir por lo menos siete semanas consecutivas para sanar, ver sanar a un ser querido, obtener un empleo, ganar más, comprarse un departamento, prosperar; en suma, para ver obrar el milagro.

‘Marketing’ espiritual

Si las opciones (direcciones y horarios) que ofrece la corporación multinacional del obispo Edir Macedo Bezerra en México son insuficientes, hay una posibilidad ineludible. De lunes a domingo, a partir de las 12:30 horas, Canal 4 de Televisa transmite Habla que te escucho , conducido por el obispo Pablo Roberto. Se trata de un infomercial "hecho para su corazón", en el que el jerarca en México repite los sermones que se le escuchan cuando oficia en el Santuario de la Fe, coloreados con el mismo tipo de testimonios que publica el hebdomadario Pare de sufrir. Mediante enlaces, aparece simultáneamente en Guadalajara, Monterrey, Puebla, Toluca, León, Tijuana y Veracruz. En un formato semejante, de lunes a sábado, de las 11 a las 12 de la noche, Pablo Roberto tiene un programa radiofónico en el 590 y 1530 de AM.

Si hay quien no puede acudir a las "direcciones de la felicidad", pero desea atenerse a su oferta, esta iglesia le propone atender el programa cada noche y, eventualmente, colocar fotografías o prendas de sus enfermos sobre el aparato receptor. Todo un concepto en marketing espiritual.

En ¿A dónde va la religión? (Sal Terrae, 1996, citado por Catholic.net), Miguel Pastorino apunta: "Autolatina, la mayor empresa privada de Brasil, factura 337 millones de dólares al año, mientras que la Iglesia Universal del Reino de Dios llega a facturar 950 millones de dólares, según la revista brasileña Veja , en 1998. En menos de 20 años, Edir Macedo convirtió un pequeño local alquilado de un barrio humilde de Río de Janeiro en la más grande multinacional brasileña".

Virginia Garrard-Burnett, del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Texas-Austin, opina que esta Iglesia "se ha expandido tan rápidamente en América Latina y otros sitios, debido en gran medida a que tiene una noción muy clara del mercado religioso en el cual opera (sigo la teoría promovida por académicos como Rodney Stara, Andrew Chesnut y Alejandro Frigeiro, quienes sugieren que la afiliación y el cambio religiosos pueden ser comprendidos mediante el uso de la teoría económica de la opción racional). Esto quiere decir que dondequiera que haya un mercado libre de la religión, la gente selecciona bienes religiosos de acuerdo con sus propias necesidades y preferencias".

En tal sentido, "esa Iglesia es muy hábil al detectar las necesidades de un mercado específico. Por ejemplo, en Brasil hace énfasis en los exorcismos y las confrontaciones directas con deidades africanas de Umbanda y Candomble. En Estados Unidos, donde lleva a cabo todos sus servicios en español (excepto en congregaciones del noreste, donde abunda la población de origen caribeño) y la mayoría de la gente son nuevos inmigrantes, el énfasis primario radica en la teología de la prosperidad (se santifica la búsqueda de riquezas y trata de ayudar a la gente para enfrentar problemas inherentes a la experiencia del inmigrante). En África, se concentra más bien en combatir a la brujería y en la venganza de los ancestros iracundos. Así, esta Iglesia está preparada y habilitada para adaptar su mensaje a cualquier situación de mercado que encuentre, lo cual la torna altamente competitiva".

IGLESIA UNIVERSAL: SU PÚLPITO, LA TELEVISIÓN

En cada país al que ha ido la Iglesia Universal compra medios o espacios en éstos. El uso no es sólo una estrategia, sino la afirmación de su identidad, afirman académicos brasileños

Cada noche, al norte de la ciudad de México, entre las calles sucias, violentas y estruendosas de la colonia Vasco de Quiroga, un destello azul metálico llama la atención: pretende guiar al extraviado. Hace evocar la estrella de Belén, pero es la marquesina del antiguo cine Acuario, al cual sustituyó una de las 39 "direcciones de la felicidad" que forman en México la cadena de la corporación multinacional basada en la fe, conocida por su marca Pare de Sufrir.

Sofocado por la atmósfera nauseabunda del Gran Canal, este templo de la Iglesia Universal del Reino de Dios es otro mundo: blanco, sobrio, espacioso, limpio, ventilado, seguro e iluminado; nada que posea otro inmueble por aquí. No importan las multitudes que entran y salen de la mañana a la noche, sobran los obreros siempre al mando de un pastor brasileño para mantenerlo así al comenzar cada oficio, y reabastecer los exhibidores con el semanario Pare de Sufrir y gran variedad de productos más. Idéntico que en Washington, Manhattan, El Bronx, Houston o Dallas; que en Mozambique, Israel, Luxemburgo, India, Japón o Trinidad y Tobago.

El brasileño Edir Macedo Bezerra, autor de best sellers (34 títulos con más de 10 millones de ejemplares vendidos) y artífice de este mecanismo global, tiene una pesada cruz. Como primaz (en español "primado"), define pautas de credo y evangelización. Como magnate, ocupa la cima de al menos tres corporativos: Banco Metropolitano, Arca Universal y Record Interactive, con intereses en las industrias de la fe y mediática; los mercados financieros, y la política brasileña (dispone de una fracción parlamentaria federal). En el camino ha sido investigado tanto en Brasil como en Bélgica por acusaciones relacionadas con fraude, evasión fiscal y lavado de dinero del cártel de Cali.

Entre su feligresía es popular una fotografía donde aparece su busto de perfil; lleva camisola negra con algo que parece alzacuello, y anteojos; baña su rostro apacible con un potente rayo de luz. Pero al exterior prefiere mostrarse como lo que es: un potentado de mirada ruda. Le encanta el azul oscuro, y suele llevar trajes de ese color (el mismo con el que ha uniformado a sus obreros), combinados con corbatas oscuras. Nueva York le gusta para vivir y dirigir sus empresas.

Valdemar Figueredo Filho, del Instituto Universitario de Investigaciones de Río de Janeiro, caracteriza lo que ha sido la empresa de este hombre desde que dejó de ser cajero en la empresa de lotería de la ciudad brasileña y abandonó la prédica callejera para formar su grey, fundando el 9 de julio de 1977, la Iglesia Universal del Reino de Dios. "Es un caso aparte respecto de la Iglesia evangélica brasileña. La suya es una Iglesia atípica en términos religiosos y sociales. La visibilidad que alcanzó en los ochenta fue muy coherente con esa excepcionalidad. El crecimiento de su rebaño fue vertiginoso, sobre todo en los centros urbanos. Trabó un diálogo original, en términos de Iglesia evangélica, con la cultura brasileña. Fue selectiva en términos de condenar o apropiarse de esa cultura. Desde el principio, su liturgia estuvo asociada a milagros y prodigios, y enfatizó en los problemas reales de los centros urbanos (empleo, familia, salud, seguridad, pobreza)".

Entonces, dice Figueredo Filho, sobrevinieron las presiones externas, ya de las iglesias Católica y Evangélica, ya de las religiones afrobrasileñas, y las acusaciones de carácter financiero y fiscal. "No pasó mucho tiempo para que destacara como actor en términos religiosos, pero también comerciales. Me refiero a la disputa que se trabó en el ámbito de las empresas de comunicación. Sabemos que la Iglesia Universal del Reino de Dios ha basado su crecimiento en el uso sistemático de medios de comunicación. Si en términos religiosos incomodaba por redefinir posiciones, en términos comerciales pasó a incomodar cuando adquirió periódicos, revistas, emisoras de radio y televisión".

"Y su discurso interno se nutría de la polarización creada. El bispo Edir Macedo llegó a declarar que su iglesia era como un omelete : "Cuanto más se bate, más crece". Las ofertas debían ser significativas para hacer frente a los imperios de las comunicaciones que trabajaban para perjudicar su obra evangelizadora. Este argumento evolucionó de tal modo que abrió las posibilidades para la participación política: "Vamos a elegir a nuestros representantes para proteger a la Iglesia de sus detractores".

Ante las circunstancias, fue construyendo sus instituciones con el propósito de protegerse de dichos perseguidores. En un primer momento se mantuvo a la sombra, pero cuando alcanzó densidad en términos de membresía e institucionales, se hizo visible en grados inéditos para una expresión religiosa no Católica en Brasil", refiere Figueredo.

El 22 de junio de 2002, la prestigiada revista Veja informó de una operación inmobiliaria ordenada por el obispo Edir Macedo Bezerra, que es apenas un destello de su poder económico. Fueron puestas en venta tres "supermansiones usadas por la alta cúpula de la Iglesia Universal", por un valor total de 3.5 millones de dólares. La mayor, apunta Veja , posee "seis suites, pisos de mármol, piscina…". Otra, "sala de gimnasia, sauna y cancha de futbol". La tercera es de "estilo normando" y en ella "el propio obispo Edir pasó varias temporadas vacacionales de julio".
El sarcasmo con el que la revista comienza su reporte: "(El obispo) decidió recortar un poco la mayordomía de su obispado", denota la insignificancia de la operación. ¿De qué manera el obispo Macedo ha alcanzado proezas como poseer templos en 80 países, llenar varias veces el estadio brasileño Maracaná de futbol o reunir en Johannesburgo (capital de Sudáfrica) a 100 mil personas en 1995, opacando al papa Juan Pablo II, quien ese día, en esa ciudad, atrajo a la misma cantidad de personas? (Demonios en la calle Broadway , de Joseph Treviño, en LAWeekly, junio 29 julio 5, 2001).

 
En México hay 39 templos de la Iglesia Universal del Reino de Dios. Es el principio de lo que planea lograr en el país y que ya ha alcanzado en otras naciones. Primero, la clave de la expansión de Pare de Sufrir fue el diezmo, pero ahora lo son las empresas.
En cada país la organización planetaria ha ido adquiriendo estaciones y tiempos de radio y televisión, salas de cine y teatro, salones sociales y decenas de propiedades utilizadas por obispos y pastores.
Virginia Garrard-Burnett, experta de la Universidad de Texas-Austin, explica que las organizaciones religiosas tienen una larga tradición de ser entidades transnacionales la Iglesia Católica es quizá la más grande, y ciertamente la más antigua. En este sentido, no hay nada nuevo acerca del alcance global de la Iglesia Universal. Lo diferente es que ésta es tal vez el mejor ejemplo de lo que llamó "movimiento misionario inverso", en el cual misioneros de regiones poscoloniales van a trabajar en lo que fueron naciones colonizadoras.


No sorprende, así, que esta Iglesia tenga presencia importante en Portugal, pero también en Estados Unidos, Inglaterra y todo el resto de Europa occidental, por no mencionar África y América Latina.
Philip Jenkins, quien recientemente escribió El Nuevo Cristianismo , habla del auge del "cristianismo sureño" en los países en vías de desarrollo, en contraste con su declive en el norte (Europa y América del Norte). La Iglesia Universal del Reino de Dios es sin duda parte de ese movimiento.
El obispo Macedo está hoy concentrado en eludir y librar a su emporio de embates religiosos, políticos, mediáticos y legales. En este momento dirige su estrategia a la vida política brasileña. "En 1990 refiere el experto brasileño Valdemar Figueredo Filho la Iglesia Universal tenía dos diputados. En las últimas elecciones (2002) hubo un espectacular crecimiento de su representación política: 16 diputados federales de 19 estados, aparte del senador Marcelo Crivela".
De acuerdo con el académico, esto no implica que Macedo Bezerra o sus personeros pudieran llegar a controlar porciones del poder estatal: "Yo diría que por actuar en bloque la Iglesia Universal puede ejercer presión sobre esferas del Estado. En cambio, no será capaz de ampliar gran cosa su poder político. El Estado brasileño es lo suficientemente sólido como para no ser cimbrado por este tipo de representación política. En pocas palabras, políticamente esa Iglesia está bien representada para defenderse de eventuales campañas difamatorias u obstáculos a su acción evangelizadora, aunque al mismo tiempo el poder político del que dispone será siempre localizado, limitado y vulnerable".
En lo que se refiere a su eficacia mediática, el académico brasileño explica: "Se trata de un complejo de empresas bien organizadas estratégica y comercialmente. No hay improvisación en esta área de la Iglesia Universal. No obstante, pertenecer a una entidad religiosa, se destaca como una de las mayores empresas de comunicación del país. Realmente tiene penetración entre las masas populares. Pero es preferible enfatizar en que la Iglesia Universal se orienta por la lógica mediática. No puede explicársele sin tomar en cuenta su carácter mediático. Su uso sistemático de medios no sólo es una estrategia de crecimiento, sino sobre todo la afirmación de su propia identidad. Parafraseando el texto bíblico, para la Iglesia Universal del Reino de Dios, "en el principio eran los media".


Para Edir Macedo Bezerra, los problemas en torno de su liderazgo se complicaron a partir de que asumió, en 1989, el control accionario de la Red Record de Televisión, una de las tres que se disputan el mercado mediático brasileño. En mayo de 1992, fue a prisión acusado de fraude y malversación de fondos, pero no sólo quedó libre menos de dos semanas después, sino que en 1995 fue absuelto.
 

Este último año (1995) sobrevino la llamada guerra santa de las televisoras. En septiembre, la Red O Globo (el corporativo multimedia número uno en Brasil) lanzó Decadencia, una telenovela sobre la historia del obispo Mariel y su Iglesia de la Divina Lllama. Se trataba de un pastor extravagante y manipulador, que se había enriquecido con los diezmos de su feligresía y que se parecía demasiado a Edir Macedo Bezerra.
Al mes siguiente, el 12 de octubre, día de Nuestra Señora Aparecida (la versión guadalupana de ese país), el obispo Sérgio Von Helder destrozó a patadas una imagen de la Aparecida durante el programa televisivo Palabra de Vida (que transmite la Red Record), mientras repetía: "¿Será que Dios, el creador del universo puede ser comparado con un muñeco como éste? Esto no es cosa santa, esto no es Dios". Los noticieros de Globo retransmitieron las escenas la semana siguiente. Cuatro días después, Macedo Bezerra se disculpó desde Nueva York.
En la misma época (1995), la Red O Globo hizo público el testimonio del obispo disidente Carlos Magnos de Miranda, quien denunciaba que su antiguo jefe, Edir Macedo Bezerra, compró la Red Record (1989) con dólares del cártel de Cali (Colombia), en una operación más de lavado de dinero de las tantas que encubría la operación de la Iglesia Universal del Reino de Dios. El juez federal Guillermo Calmon asumió el caso, ordenó cateos, revisó cuentas bancarias y hurgó en la contabilidad de la organización. Pero nada.
 

En 1996, Romeo Tuma, vocero de la Interpol, declaró a los medios brasileños que el Departamento de Justicia de Estados Unidos investigaba sobre las imputaciones de Carlos Magnos de Miranda contra Macedo Bezerra y su Iglesia. Y en 1997, una investigación de la Cámara de Diputados de Bélgica sobre 189 grupos evangélicos, incluyó dentro de 37 considerados problemáticos a la Iglesia Universal del Reino de Dios, describiéndola como una "asociación criminal, cuyo único objetivo es el enriquecimiento", "una forma extrema de mercantilismo de la fe", en la que las "actividades en Bélgica… podrían ser apenas una fachada para disimular actividades ilegales" y en Luxemburgo "tal vez son indicio de que la organización también está envuelta en lavado de dinero". Según el documento de 700 páginas, la fortuna de Macedo supera los 100 millones de dólares (www.lachambre.be y revista Istoé ).
No hay una versión oficial sobre lo que hace Pare de Sufrir en México. Ni el obispo principal Pablo Roberto ni Salvador Reyes Castañeda, presidente de la organización, atendieron peticiones de información por parte de EL UNIVERSAL. Álvaro Castro Estrada, director general de Asociaciones Religiosas de la Secretaría de Gobernación, se cuidó también de hablar acerca del Papa ejecutivo, su reinado planetario y sus intereses en el enclave mexicano.







Fanatismo, violencia, denuncias y escándalos en América Latina

Es larga la lista de denuncias, juicios y escándalos provocados por la IURD en el mundo entero, particularmente en América Latina, pero vamos a detenernos en algunos ejemplos de los más actuales y cercanos:

Para comenzar podemos citar una denuncia reciente publicada en La República en enero de este año, acerca de una joven con problemas psiquiátricos que fue obligada a dar un testimonio falso por televisión, y cuando su madre (la denunciante) fue a quejarse a la Iglesia, la agredieron con diversas amenazas, y terminó en la seccional 15. Pero gracias a un abogado de la IURD todo quedó en nada y muchos casos como ella han quedado en el silencio...

El pasado 2 de febrero fiesta de Iemanjá para los umbandistas fue pintada una vidriera de una santería de 18 de Julio y la Imagen de la diosa que está en plaza Jackson de igual manera con distintos insultos. Las autoridades afrobrasileñas de I.F.A. en el Uruguay atribuyen estos actos al odio incitado por televisión a los cultos Afrobrasileños y se han quejado varias veces de la intolerancia religiosa y de los ataques directos de la IURD a su religión. Incluso realizaron el año pasado por los 95 años del Umbandismo un acto público “por la fe y contra la intolerancia religiosa”. Pero a pesar de haberse quejado a las autoridades gubernamentales, la IURD sigue siendo intocable. No sería extraño pensar que después de esta actitud, con el antecedente de la patrona de Brasil (rota en pedazos por sus pastores), sea la Iglesia católica la próxima en la lista de enemigos de la IURD. La Revista Plenitud de Brasil, propiedad de la IURD afirma que la culpa de la situación social y económica del continente latinoamericano es por culpa de la Iglesia Católica. Sus ataques en al catolicismo todavía no se han sentido en Uruguay… es solo cuestión de tiempo.

En Montevideo hay mucha gente quejándose de los malos tratos, de las extorsiones y de los engaños cometidos por los pastores y líderes de la IURD.

En Perú varios periodistas fueron víctimas de una brutal golpiza por parte de “obreros” de la IURD y las denuncias siguen y siguen... si uno busca en Internet, es larga la lista de artículos de prensa sobre las denuncias, juicios y escándalos de la IURD.

Por otra parte, ellos no permiten el acceso a ningún tipo de entrevista, y te derivan a un abogado sin importar el tema. Varios estudiantes universitarios que se han acercado a la sede Nacional han comprobado la imposibilidad de acceder a una mínima entrevista.

En una larga investigación de Telenoche investiga (Argentina) llegaron a entrevistar a sus líderes y estos confesaban que su objetivo eran los más pobres: “porque son los más generosos a la hora de la desesperación”. Y es así que muchos de los que “no tienen voz” son los mas explotados por la IURD en todo el mundo, y en nuestra ciudad hay ya muchos que resignados por no ser escuchados lo han perdido todo (hasta su propiedad) y no parece que se entere alguien.
En varios países han atacado a las Iglesias históricas, personalidades políticas, y a todo el que se interponga en su camino, aunque saliendo obviamente siempre impunes.

¿Qué hacer legalmente? Todavía no hay voces que indiquen un camino de respuesta frente a un gigante que ha invertido ya millones en nuestro país. Muchos se quejaban hace años del Rev. Moon (Iglesia de la Unificación), pero creemos que la IURD llegará mas lejos. Sin duda se escucharán voces que no ven más allá de su escritorio que sigan diciendo: “Las sectas van y vienen”, pero el tiempo ha demostrado que no es así.



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