jueves, 20 de enero de 2011

¿Es un disparate? El cura Gómez ahora "guarda" silencio

¡Oh, maldito respeto humano, qué de almas arrastra al infierno! SANTO CURA DE ARS.

Piensa lo que te plazca de Agustín, con tal de que la conciencia no me acuse delante de Dios. (S. AGUSTIN, Contra Secundino, 1).


Hacen callar al cura Gómez.


El presbítero José Antonio Alvarez, responsable de la Oficina de Prensa del Obispado de la diócesis de San Rafael, calificó de "disparate y ofensivas" las declaraciones vertidas por el cura de Malargüe Padre Jorge Gómez cuando aseguró que lo hecho por el grupo musical Coral Lutherieces en el Festival del Chivo "es mil veces más grave que la violación de una hija" y que su reacción se debió a que se estaba presente ante una violación de la fe. "No es una comparación aceptable", aseguró el vocero oficial.

Alvarez dijo que el espectáculo que interrumpió Gómez puede calificarse, en todo caso, como una broma que se transformó en burla o que pudo ser tomado como eso al venir de un grupo de imitadores de un conjunto famoso, pero de ninguna manera puede considerarse que es una "violación de la fe. Puede haber molestado a alguien, pero eso no puede considerarse una violación a la fe", reiteró

"Las declaraciones del sacerdote, dijo, son un hecho grave que el Obispo monseñor Eduardo María Taussig a su regreso de Roma analizará profundamente y tomará los recaudos del caso si así lo considera".

Ante la consulta sobre si se ha tomado alguna medida con el padre Gómez, Alvarez admitió que se le ha solicitado se abstenga de hacer más declaraciones hasta la vuelta de monseñor.

El caso que tomó trascendencia mediática a través de los días se inició durante la Fiesta nacional del Chivo cuando el cura, que está bajo la órbita del Obispado de San Rafael, subió al escenario, le pidió el micrófono a uno de los integrantes del Coral y le solicitó detener el número porque en "Malargüe somos católicos y no voy a permitir que pisoteen mi castidad".

Esta interrupción fue aplaudida por unos y abucheada por otros, especialmente por la platea que estaba próxima al escenario. La mayoría de los espectadores no alcanzó a percibir el incidente ya que los artistas estaban ataviados con sotanas y poco antes Gómez había actuado en el mismo escenario con un grupo musical que dirige situación que fue confundida como parte de algún número del coral.

Sin embargo el hecho no concluyó allí porque el sacerdote al ser entrevistado al día siguiente por medios periodísticos afirmó que efectivamente "había censurado el espectáculo" contradiciendo explícitamente a los organizadores que habían tratado de minimizar el incidente al sostener que no se había tratado de un acto de censura.

Fue entonces cuando desde el Obispado de la diócesis de San Rafael el responsable de Prensa, el presbítero José Antonio Alvarez respondió oficialmente que no se daría una opinión sobre el tema por no considerarlo trascendente.

Pero la cuestión no quedó allí porque el padre Gómez continuó hablando en los medios y el punto culminante se produjo cuando en una entrevista radial afirmó que su reacción se debió a que se había violado la fe y que eso era "mil veces peor que violar a una niña".

Concretamente, el religioso fue entrevistado por periodistas de radio Nihuil, a primera hora de la mañana del martes y fue allí donde reafirmó sus conceptos. El periodista Cristian Molina le preguntó si realmente consideraba que el acto que protagonizó en el escenario Coral Lutherieces (interpretación de una parte de la obra Bromato de Armonio, de Les Luthiers), era más grave que el abuso de menores por parte de sacerdotes.

"Si" fue la respuesta y sorprendido Molina repreguntó si pensaba que era más grave. "Es diez mil veces más grave violar las convicciones sacerdotales que a un menor".

La reacción mediática fue instantánea y en pocas horas el sacerdote que desarrolla sus tareas pastorales en la zona de puestos de montaña de Malargüe tomó notoriedad nacional. 

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