La Iglesia Católica llamó a los creyentes de la muerte a alejarse de ese culto que "es una devoción contraria al cristianismo y la preferida del crimen organizado, que tanto daño le está haciendo al país".
El vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, reiteró la exigencia de los católicos para que se retire el registro de ese culto y se endurezcan los requisitos para el registro oficial de cultos; asimismo, manifestó la necesidad de impulsar la conversión de los adeptos de esa secta.
Utilizando una pregunta, afirma que la aprehensión de David Romo Guillén, autonombrado obispo de la iglesia de la Santa Muerte, se debió al abandono de esa figura anticristiana.
En la página oficial de la Arquidiócesis de México, el vocero recordó que ya, desde 2004, la Iglesia Católica expuso su inconformidad por la inscripción como asociación religiosa al culto de la Santa Muerte debido a su sincretismo devocional (cristianismo-ocultismo), que congrega en su mayoría a personas inmiscuidas en delincuencia organizada.
El culto, globalizado y propagado en países latinoamericanos, Estados Unidos, Argentina y Cuba, es liderado por David Romo Guillén, autonombrado obispo del culto de muerte.
Se estima que su feligresía supera los 2 millones de fieles en México, y millón y medio de seguidores en Estados Unidos.
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