En un controversial libro que saldrá a la venta el martes, el ex sacerdote católico convertido en episcopal Alberto Cutié critica a su antigua iglesia, calificándola de "misógina'', "desconectada'' y una "institución que sigue promoviendo viejas ideas''.
Al escribir sobre su salida de la Arquidiócesis de Miami, Cutié defendió vehementemente su decisión de dejar la Iglesia Católica y de compartir su desencanto cada vez mayor con la institución durante más de 14 años de sacerdocio.
Cutié y la Arquidiócesis rompieron lazos el año pasado después que se dieron a conocer fotos en que el entonces sacerdote besaba en la playa a la mujer que hoy es su esposa, algo que contraviene el voto de celibato y que provocó una actividad febril en los medios internacionales de comunicación.
El Libro A Priest's Struggle with Faith and Love, amplía en parte las historias sobre el romance secreto que Cutié, de 41 años, que ya había compartido en entrevistas desde que se integró a la Iglesia Episcopal en mayo del 2009. Pero más relevantes son las palabras de Cutié sobre su antigua iglesia, que defendió enérgicamente durante años como el representante más popular de la Arquidiócesis. Durante un tiempo encabezó la estación radial católica de Miami, tenía una columna de consejos en El Nuevo Herald y dirigía un popular programa de entrevistas en Telemundo.
Cutié comenzó a dudar en secreto en el 2003, según el libro, de muchas de las enseñanzas de la Iglesia, después de varios roces con la jerarquía de la institución y desilusiones con "obispos demasiado preocupados con su propia imagen'' durante las crisis de abuso sexual con los niños.
Cutié culpa en varios pasajes del libro a la política de celibato por la cada vez más escasa cantidad de clérigos y los escándalos de abuso sexual. También acusa a los jerarcas de la iglesia de ser hipócritas y dice que tácitamente aceptaron relaciones secretas homosexuales y heterosexuales entre sacerdotes, pero no aprobaron la suya porque se hizo pública.
"Hay muchos homosexuales, tanto activos como célibes, en todos los niveles de clérigos y de la jerarquía eclesiástica que la Iglesia nunca podría funcionar si se los expulsa'', escribió.
Las críticas del sacerdote --también expresó su enojo de que se abandona demasiado rápido a muchos sacerdotes cuando se les acusa de delitos sexuales-- no son únicas. Pero es raro que una persona que pertenecía a la Arquidiócesis ventile públicamente sus quejas contra la institución.
Aunque Cutié evita mencionar directamente a la mayoría de los líderes católicos locales, insulta al hombre que encabezaba la Arquidiócesis durante el escándalo, el ex arzobispo John Favalora.
Al compararlo con "un distante gerente general'' con un "enfoque frío y rígido'' que estaba "desconectado'' de lo que ocurría a nivel de parroquias, Cutié dijo que él y Favalora raramente hablaron antes o durante el escándalo, excepto una reunión de 19 minutos después que se publicaron las fotos.
-Favalora anunció su retiro en abril pasado y fue sustituido en junio por el arzobispo Thomas Wenski, ex obispo de Orlando-.
Una portavoz de la Arquidiócesis declinó comentar sobre el libro, pero Wenski habló sobre Cutié durante una reunión en diciembre con la junta editorial de The Miami Herald.
Wenski dijo "muchas personas fueron lastimadas, muchas personas fueron engañadas, incluso su propia madre'', por el traslado de Cutié a la Iglesia Episcopal.
Agregó que comprendía que Cutié se enamorara, pero que pudo haber colgado los hábitos y seguir como católico, agregando que la Iglesia no lo obligó marcharse.
Cutié y Ruhama Buni Cutié se casaron en junio del 2009, semanas después de ser aceptado en la Iglesia Episcopal. El 30 de noviembre Ruhama dio a luz a Camila.
Cutié dirige actualmente la Iglesia Episcopal de la Resurrección en Biscayne Park.
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