Inaugurado en 2008, el sitio está instalado en uno de los cementerios más prestigiosas de la Ciudad de México, donde se ofrece una misa una vez al mes para poner fin a los asesinatos de los no nacidos. El donante del terreno, que desea permanecer en el anonimato, dice que la ubicación del monumento desde un principio era realmente la apropiada, ya que el lugar se encuentra al lado de la sección infantil del Panteón de Dolores.
El sueño de los donantes, -de edificar un monumento a las víctimas del aborto- en un principio parecía ser un imposible debido a la presencia de dos árboles centenarios en el sitio que las autoridades del gobierno del Distrito Federal no iban a permitir que fueran eliminados. Sin embargo, para mayor sorpresa, uno de los árboles fue arrasado en una tormenta, y el otro murió de una enfermedad. Con las barreras para la construcción de pronto eliminadas, dos organizaciones pro-vida “Derechos del Niño por Nacer” y “Unión de voluntades”, comenzaron a erigir el monumento, con la ayuda de generosos donantes.
El sitio fue diseñado por el arquitecto Fernando Ogarrio y construido por José Delgado, ninguno de los cuales cobran por su trabajo. El altar fue construido por encima de la cripta, y una sólida figura de Cristo crucificado, fue donada por el escultor Farías, que era casi exactamente el mismo color que una gran cruz metálica que habían obtenido por separado. Una bella imagen de Nuestra Señora de Guadalupe se colocó al lado del crucifijo.
La parte trasera de la parcela contiene una escultura de piedra de la Virgen María como “Madre de los niños por nacer”, que retrata a sus hijos numerosos acunando en sus brazos, y una placa con la oración: “Jesús, protege y salva a los no nacidos.” La escultura también fue donada, en este caso por la Asociación Armada Blanca, cuyo apostolado es para rezar el rosario por los niños. Otras placas, algunas de las cuales cubren la cripta, dice: “Este santuario es un lugar de oración para todos los niños inocentes, víctimas del aborto”. Frente a esta tragedia humana los diversos grupos civiles y religiosos decidieron construir este Santuario, como un lugar de oración y de encuentro con el amor misericordioso de Dios. Otra placa dice: “pidamos a Dios que nos quite el velo del engaño que Satanás ha colocado en los corazones, y que representa la promiscuidad como libertad, y revelar lo que en realidad es: la esclavitud del pecado”.
“Divino niño Jesús, al rezar este rosario, te pedimos que quites del corazón del mundo el deseo de cometer el pecado del aborto”.
Hasta el momento, los niños no nacidos no han sido enterrados en el monumento, a pesar de la disponibilidad de la cripta. Las autoridades de la Ciudad de México no lo permiten, citando normas de salud. Sin embargo, el sitio está preparado para recibir tales restos. El santuario está abierto al público todos los días de 8 am a 5 pm, y una misa se ofrece en el octavo día de cada mes a las 12 horas. Varios grupos pro-vida rezan el rosario con regularidad en el sitio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario