El avance militar consiste en el descubrimiento de un nuevo material explosivo, que probó con éxito la Oficina de Investigación Naval de Estados Unidos, y que aumentará enormemente la potencia del impacto de las armas.
Misiles fabricados con una substancia de gran densidad pueden hacer explosión con una potencia de hasta cinco veces la energía desatada por las armas actuales.
El material, hecho con la combinación de varios metales y polímeros, tiene la densidad del acero y la fortaleza del aluminio.
Científicos de la marina estadounidense dicen que los proyectiles hechos con el nuevo compuesto tienen menos posibilidades de matar a civiles inocentes.
Los misiles, cargas de artillería y otras municiones militares, está construidas normalmente con una camisa de acero que contiene los altos explosivos.
Este nuevo enfoque de la Oficina de Investigación Naval de Estados Unidos reemplaza la camisa inerte con materiales reactivos de alta densidad (HDRM, por sus siglas en inglés) que combina y hace explotar sólo cuando el proyectil alcanza su blanco.
De acuerdo con los investigadores de la marina, las pruebas recientes han demostrado que los HRDM son durables y aumentan el efecto de la explosión significativamente.
Estos aumentan las posibilidades de lo que los científicos militares llaman "matanza catastrófica".
Clifford Bedford, un investigador que trabaja en el desarrollo de l material, explicó sus ventajas sobre las armas existentes.
"En el caso de los misiles de acero, éstos se lanzan con una explosión, atraviesa el blanco y toda su energía química y cinética se disipa en el blanco mismo," explica.
"Con el misil de material reactivo, uno efectúa el mismo tipo de lanzamiento, pero se desintegra dentro del blanco y libera energía química, y esta energía química y cinética combinadas es lo que produce el efecto intensificado."
Misil contra misiles
El nuevo material ha estado en desarrollo por más de cinco años y está hecho de varios tipos de metales combinados con oxidantes para producir una explosión de tipo químico al momento del impacto.
Los misiles de la tecnología actual permiten menor control del daño causado.
El doctor Bedford dice que los HDRM podrían ser desplegados inicialmente en sistemas contra misiles, ya que las esquirlas tendrían considerablemente más poder destructivo contra un proyectil que se aproxima por el aire.
"En las situaciones que prevemos actualmente, disparamos dos veces, miramos y disparamos de nuevo porque no tenemos mucho tiempo para pegarle a ese misil.
"Y eso se debe a que, con los fragmentos de acero en las ojivas actuales, no se puede decir si le dimos al blanco o no," dice.
"Con la ojiva reactiva, disparamos una vez, miramos y podemos determinar una matanza catastrófica. Aún así, tenemos la opción de un segundo disparo. Pero ahorra una gran cantidad del costo de la maniobra si, en vez de disparar tres veces, liquidamos el blanco con un solo misil".
Dado que el nuevo material reacciona y explota en el momento del impacto, el doctor Bedford cree que podría causar menos muertes entre gente inocente.
"Como se consume totalmente cuando hace impacto en el blanco, los efectos de daño colateral se minimizan un tanto. Si esto se puede enfocar, y creo que sí podemos, logramos reducir el daño colateral de estos sistemas," afirma.
El investigador dice que los materiales podrían aplicarse, en último término, a las granadas y las balas, así como a las grandes armas.
"No querría llevar el proceso hasta el fusil regular M16, no, pero hay claras posibilidades en las ametralladoras de mayor calibre," explicó el doctor Bedford.
Para septiembre hay planificadas nuevas pruebas. Sin embargo, a un costo de tres o cuatro veces más que las tecnologías actuales, las restricciones presupuestarias podrían restringir su uso futuro.
El doctor Bedford afirma que la decisión no depende de él: "El despliegue va a precisar una resuesta política, cuando lo permitan los presupuestos, y eso está más allá de la esfera de mis decisiones".
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