WASHINGTON.- La máxima autoridad de la iglesia católica de San Carlos Borromeo, en el estado de Oklahoma, anunció que no sacará del templo un polémico crucifijo en el que los músculos abdominales de Jesucristo tienen la apariencia de un pene erecto.
El controvertido crucifijo de unos tres metros de altura fue colgado frente al altar mayor de la iglesia en febrero y el escándalo ha llevado a muchos fieles a concurrir a otros templos.
El declaraciones publicadas hoy por el diario The Oklahoman en su página de internet, el reverendo Philip Seeton señaló que el crucifijo fue pintado de acuerdo con ciertas normas específicas de la iconografía y el arte eclesiástico.
Añadió que no lo preocupa la controversia y que hasta ahora no existe ningún plan para sacarlo del lugar que ocupa en la iglesia.
Seeton admitió que como resultado del escándalo algunos fieles han decidido acudir a servicios en otras iglesias de la localidad de Warr Acres.
“Hay algunas personas que se han ido de la parroquia. Hay otros que, aunque no les ha gustado (el crucifijo) han decidido quedarse”, manifestó.
Según los críticos del crucifijo, éste muestra un pene que cubre la zona abdominal, pero Setton manifestó que se trata de un Jesucristo que muestra la distensión de sus músculos, no sus genitales.
Seeton manifestó que “algunas personas han dicho que lo que ven es un pene, pero también hay otras que dicen no verlo”.
Monseñor Edward Weisenburger, de la arquidiócesis de Oklahoma City, también manifestó que la Iglesia no tiene problemas con el crucifijo y que no ha recibido quejas por su instalación frente al altar mayor.
Sin embargo, The Oklahoman aseguró hoy que esta semana recibió quejas de muchos fieles que dijeron estar indignados por lo que calificaron como “una presentación pornográfica” de Jesucristo.
“El crucifijo es la gota que rebasó el vaso”, manifestó al diario Rita Cook, una de las fieles de la iglesia de San Carlos Borromeo durante más de 25 años en alusión a los recientes escándalos de pederastia que han afectado a sus sacerdotes.
“Es una vergüenza para nuestro Señor. Una vergüenza para los feligreses… y también creo que avergüenza a nuestros visitantes”, añadió.
El diario también citó declaraciones de Seannene Smith, quien dijo haber visitado la iglesia este viernes y haberse sentido horrorizada ante el crucifijo.
“Creo en la libertad de expresión. Creo en la libertad artística. La iglesia es un lugar sagrado… pero me sentí abrumada, sorprendida y si no hubiese estado preparada me habría enfermado”, indicó.
El crucifijo es obra del artista local Reggie Jaime, quien manifestó que no le preocupa la controversia.
“No se puede evitar que alguien vea cosas”, señaló en declaraciones publicadas por The Oklahoman.
El controvertido crucifijo de unos tres metros de altura fue colgado frente al altar mayor de la iglesia en febrero y el escándalo ha llevado a muchos fieles a concurrir a otros templos.
El declaraciones publicadas hoy por el diario The Oklahoman en su página de internet, el reverendo Philip Seeton señaló que el crucifijo fue pintado de acuerdo con ciertas normas específicas de la iconografía y el arte eclesiástico.
Añadió que no lo preocupa la controversia y que hasta ahora no existe ningún plan para sacarlo del lugar que ocupa en la iglesia.
Seeton admitió que como resultado del escándalo algunos fieles han decidido acudir a servicios en otras iglesias de la localidad de Warr Acres.
“Hay algunas personas que se han ido de la parroquia. Hay otros que, aunque no les ha gustado (el crucifijo) han decidido quedarse”, manifestó.
Según los críticos del crucifijo, éste muestra un pene que cubre la zona abdominal, pero Setton manifestó que se trata de un Jesucristo que muestra la distensión de sus músculos, no sus genitales.
Seeton manifestó que “algunas personas han dicho que lo que ven es un pene, pero también hay otras que dicen no verlo”.
Monseñor Edward Weisenburger, de la arquidiócesis de Oklahoma City, también manifestó que la Iglesia no tiene problemas con el crucifijo y que no ha recibido quejas por su instalación frente al altar mayor.
Sin embargo, The Oklahoman aseguró hoy que esta semana recibió quejas de muchos fieles que dijeron estar indignados por lo que calificaron como “una presentación pornográfica” de Jesucristo.
“El crucifijo es la gota que rebasó el vaso”, manifestó al diario Rita Cook, una de las fieles de la iglesia de San Carlos Borromeo durante más de 25 años en alusión a los recientes escándalos de pederastia que han afectado a sus sacerdotes.
“Es una vergüenza para nuestro Señor. Una vergüenza para los feligreses… y también creo que avergüenza a nuestros visitantes”, añadió.
El diario también citó declaraciones de Seannene Smith, quien dijo haber visitado la iglesia este viernes y haberse sentido horrorizada ante el crucifijo.
“Creo en la libertad de expresión. Creo en la libertad artística. La iglesia es un lugar sagrado… pero me sentí abrumada, sorprendida y si no hubiese estado preparada me habría enfermado”, indicó.
El crucifijo es obra del artista local Reggie Jaime, quien manifestó que no le preocupa la controversia.
“No se puede evitar que alguien vea cosas”, señaló en declaraciones publicadas por The Oklahoman.
No hay comentarios:
Publicar un comentario