La Iglesia no ha vigilado suficientemente los problemas de pedofilia ni ha sido lo suficientemente veloz al tomar medidas en los casos de sacerdotes que han abusado de menores". Son palabras pronunciadas por el Papa dentro del avión que le ha llevado a Escocia.
El Pontífice ha agregado que, por todo ello, "estamos en un momento de penitencia, de humildad y de renovada sinceridad".
Para el Papa, lo más importante son las víctimas, "ayudarlas para que puedan superar el trauma, recuperar la vida y la confianza en el mensaje de Cristo".
Sobre los curas pederastas, Benedico XVI ha declarado que "a estas personas culpables hay que excluirlas de toda posibilidad de acceder a los jóvenes".
"Sabemos que esta es una enfermedad y que la libre voluntad no funciona, y debemos proteger a estas personas de sí mismas y hay que encontrar el modo de ayudarlas y excluir cualquier acceso a los jóvenes", ha subrayado.
Benedicto XVI ha añadido que para que nunca más ocurran estos abusos "es necesaria una prevención en la educación y en la selección de candidatos al sacerdocio. Hay que tener mucho cuidado".
"Es difícil entender como esa perversión era posible en el ministerio sacerdotal. Pues el sacerdote se prepara durante años para ser la boca y las manos de Jesús, el Buen Pastor, quien ama y ayuda a la verdad", ha señalado.
En este sentido, se ha preguntado cómo un hombre "puede caer en esta perversión", que es "difícil de entender"
No hay comentarios:
Publicar un comentario