El arzobispo metropolitano, cardenal Rodolfo Quezada, dijo a medios guatemaltecos que, en años anteriores, el exceso de agentes de seguridad que protegen a los funcionarios y diplomáticos que suelen asistir a ese tipo de actos, impedían a los feligreses ingresar libremente a la Catedral.
Al respecto, el vicepresidente guatemalteco, Rafael Espada, dijo hoy a periodistas que "comprendía" la posición del jerarca religioso, y aseguró que estaba dispuesto a asistir como cualquier católico más al oficio que sustituirá el Te Deum.
"En lugar de un Te Deum, vamos a tener una oración que hará monseñor Gustavo Mendoza", detalló Quezada.
Según el prelado, en los Te Deum anteriores "venían las altas autoridades y prácticamente la seguridad cerraba la Catedral".
Por eso, agregó, decidió suspender la celebración religiosa para que "venga quienquiera" a la "oración por la Patria", la cual tendrá como objetivo "despertar el sentido nacionalista" entre los guatemaltecos, la cual se celebrará mañana.
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