miércoles, 13 de octubre de 2010

Un caso. El doctor José Gregorio Hernández

El médico rural del pueblo de Isnotú se hizo famoso a principios del siglo XX por atender a los pobres e indigentes, incluso mientras era el médico personal del presidente, además de un conferencista universitario y un prolífico y respetado autor.


Pero cuando murió en 1919, a la edad de 54 años, atropellado por un auto mientras se apresuraba para ir a atender a un paciente anciano, su estatus y sus poderes de curación no parecen haber sufrido otro cambio que el de aumentar.


La iglesia católica de Venezuela declara que ha recibido cientos de cartas donde se reconocen los favores y los milagros que el médico ha concedido desde el más allá. Sin embargo, las gestiones para lograr la beatificación del doctor parecen estancadas.


Las imágenes de Hernández, con su pelo negro y su bigote engominado, son comunes en Venezuela y pueden encontrarse en los Andes y en partes de la comunidad latina del sur de la Florida.


Los conductores de ómnibus confían en él para viajar con seguridad. Los enfermos ponen sobre sus camas fotos del médico, vestido con una bata sanitaria blanca o con un traje de tres piezas y un sombrero fedora negro. Los creyentes llevan su estampa dentro de sus carteras o monederos como si se tratara de tarjetas de seguro.


"Deberían haberlo hecho santo hace mucho tiempo'', dijo Félix Elías Valles, de 51 años, quien añadió que visita la tumba de Hernández todos los días como parte de su rutina regular de salud. "Han beatificado a la Madre Teresa: ¿Por qué no al Doctor José Gregorio Hernández? Ha curado a mucha gente en Venezuela. Aquí todo el mundo tiene una tremenda fe en él''.


La iglesia parroquial de La Candelaria, en Caracas, donde está enterrado Hernández, es visitada permanentemente por innumerables suplicantes que van en busca de su ayuda, o por personas como Dulce María Araújo, que le llevan flores y velas en señal de gratitud.
Araújo explicó que hace varios años los médicos le advirtieron que fuera preparando el funeral de su hija de cuatro años, después que fracasara una operación quirúrgica para aliviarle su aguda inflamación abdominal.


Esa noche, mientras permanecía de vigilia en el hospital, Araújo dice que vio a un hombre atildado y con una bata sanitaria blanca, que atendía en silencio a su hija.
A la mañana siguiente, los médicos insistieron en que ninguno de ellos había visitado a la niña durante la noche, y fueron incapaces de explicar su súbita recuperación. Pero Araújo sí pudo: fue el Doctor Hernández.


"Lo vi entrar y ponerse a trabajar en ella'', dijo Araújo tratando de contener sus lágrimas. "Lo vi moviéndole los brazos y las piernas. Y mi hija también lo vio''.
No es extraño que los candidatos a santos tengan que esperar décadas, y hasta siglos, por la aprobación del Vaticano. Pero algunos en Venezuela sienten que Hernández está siendo relegado. Como prueba de ello, señalan el caso de María de San José, una monja venezolana contemporánea de Hernández que fue beatificada en 1995, pero que es prácticamente desconocida fuera de su región natal en el país.




Yasmira Guerra está a cargo de una tienda de artículos religiosos, rodeada de carnicerías y de quioscos de flores, en el pujante mercado de Quinta Crespo. Guerra señaló que nadie pide imágenes de María de San José, pero que las estatuillas, las velas y los bálsamos con la imagen del Doctor Hernández se venden como "jamones en Navidad''.


Los milagros de Hernández son tan conocidos, que ella ve su postergación como una afrenta a sus devotos.
"El Doctor José Gregorio no ha sido beatificado porque es el santo de los pobres, no de los ricos, no de la oligarquía'', enfatizó. "Es el santo de los que no pueden pagar para ir a una clínica''.


Pero algunos católicos piensan que son las personas como Guerra quienes están demorando el ascenso de Hernández a los altares.


Guerra, que se autoproclama como chamán, dice que ella le enseña a la gente cómo llamar al espíritu del doctor para que éste convierta el agua de la pila en medicina. Guerra vende la mayor parte de sus artículos relacionados con Hernández a practicantes de la santería, la tradición afrolatina que prevalece en regiones de Latinoamérica y el Caribe.


En lugares de Caracas, los curanderos psíquicos ofrecen a los desesperados la oportunidad de ser atendidos por Hernández en persona.
"Muchas personas lo adoran, pero no en la forma correcta'', indicó Jorge Barreto, un católico que le acredita a Hernández el haberle ayudado a sobrevivir a un infarto cardíaco. "El gran problema es que los santeros lo están usando''. Monseñor Jorge Villasmil está a cargo de documentar e investigar los milagros atribuidos a Hernández para el proceso de canonización del Vaticano.


Hernández fue declarado "venerable'' en 1986, pero la iglesia todavía está a la espera de un milagro certificado para su beatificación (el paso previo a la santificación), explicó.
El hecho de que Hernández haya sido adoptado por "brujas y santeros no complica el proceso de beatificación en modo alguno'', añadió.


Villasmil ha recibido informes de distintas partes del mundo que dan testimonio de los poderes del médico, y ha enviado al Vaticano la documentación correspondiente a tres milagros.


"Estoy seguro de que [Hernández] será por fin beatificado, porque la gente lo considera un santo y porque llevó una vida de santidad'', dijo el sacerdote. "¿Pero cuándo? Cuando Dios quiera que suceda. Dios es quien fija el momento, no nosotros''.

3 comentarios:

  1. mi esposa esta mal de la columna ella presenta una lumbalgía mecánica y yo soy pobre y no tengo como ayudarla y en el hospital a donde ella está internada le ponen inyecciones, sueros y no le hacen nada. oh Doctor José Gregorio DOCTOR por exelencia curala y tu sabes en mi corazón la promesa que te eh hecho

    ResponderEliminar
  2. Hola mi hija Abigail Gudalupe Tumbaco Garcia esta en terapia intensiva y pido orar por mi princesa tiene 6 añitos y con sus oraciones y el amor de dios y todos los santos pronto saldra gracias

    ResponderEliminar
  3. Nota:

    La utilización de la imagen del VENERABLE JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ, EN SANTERÍA; es un acto contrario a la FE y a su Proceso de BEATIFICACIÓN.
    Rogamos rechazar tales prácticas.

    ResponderEliminar