El cardenal Velasio De Paolis, delegado apostólico del Vaticano para la congregación de los Legionarios de Cristo, ordenará el 24 de diciembre a 62 sacerdotes luego de casi 14 años de preparación.
Los nuevos sacerdotes se sumarán a los 850 presbíteros de esta orden que actualmente ejercen su ministerio en 22 países.
A través de un comunicado, la orden religiosa fundada por el mexicano Marcial Maciel, acusado de violaciones y abusos a seminaristas, destacó la formación que los jóvenes reciben dentro de la Legión.
De los 62 nuevos sacerdotes, cuyas edades oscilan entre los 30 y 40 años y serán ordenados en Roma, 29 son mexicanos, siete de España y el mismo número de Estados Unidos, seis italianos, cuatro de Brasil; tres de Canadá; dos de Venezuela y uno de Alemania, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Vietnam, respectivamente.
“Cada vocación al sacerdocio es un don y un misterio. Una historia personal. Una cultura propia. Un entorno, unos gustos y unos intereses bastante distintos”, señaló la Legión de Cristo.
Entre ellos cita el caso de Francisco Javier Arriola, oriundo de Zitácuaro, Michoacán, y quien llegó a grabar cuatro discos, el más reciente con la agrupación española La Quinta Estación.
También destaca el de Alberto Méndez, un montañista mexicano que escaló el Pico de Orizaba a 5 mil 610 metros de altura, así como el de Juan Ignacio Carrillo, de San Luis Potosí, quien tenía el grupo musical Príncipes de la Locura, en el que tocaba el bajo.
De igual forma describe brevemente la historia de Thomas Gögele, quien al intentar disuadir a su hermano Valentín de ingresar al noviciado de los Legionarios de Cristo en el norte de Italia, encontró su vocación religiosa.
También cita los casos de Edward Bentley, originario de Alabama, quien fue militar en la academia West Point de Estados Unidos, y de Andrea Giustiniani, de Roma, quien colaboró como locutor de radio en la cadena Radio Rai italiana.
De acuerdo con la Legión de Cristo, el itinerario de formación para el sacerdocio inicia con dos o tres meses en el que el candidatado deben pasar por un periodo de introducción, discernimiento y transición.
“Siguen a este periodo dos años de noviciado: en este tiempo de intensa vida espiritual los novicios ‘estudian a Cristo’ y tienen la oportunidad de adquirir un profundo conocimiento de la vida religiosa y de las formas del apostolado propias de la congregación”, explicó.
Luego de esto, inicia la formación académica donde los seminaristas realizan uno o dos años de estudios humanísticos en España o en Estados Unidos, para después cursar de dos a cuatro años de filosofía en Roma o en Nueva York y, finalmente, de tres a cinco años de formación teológica en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, en Roma.
“Una etapa particularmente formativa, que se inserta en el transcurso de la formación académica, son las ‘prácticas apostólicas’, que ofrecen a los jóvenes religiosos la oportunidad de dedicarse durante algunos años a tareas pastorales en las obras apostólicas y en los centros de formación de la congregación".
“Durante el periodo de preparación de entre 10 y 14 años, según un programa que se adapta a la situación personal de cada uno, el joven puede adquirir el bagaje necesario para ejercer el ministerio sacerdotal en muy diversos ámbitos de la Iglesia y de la sociedad”, señaló.
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