jueves, 6 de enero de 2011

LA APOSTASÍA UNIVERSAL

Es muy común que gran parte de los católicos se resistan a la idea de una apostasía general. Nada les extraña que alguno que otro católico pierda la fe , pero que la mayoría deje la fe, que niegue a Cristo, ya no lo pueden aceptar; es demasiado duro.

Porque no sólo es la negación de un dogma, sino el abandono de la religión lo que abarca la apalabra APOSTASÍA. Esclarezcamos el significado.

º Se llama hereje al que niega un dogma, o varios.
º Apóstata es el que deja la religión.
º Cismático es el que se aparta de la Iglesia.

Ejemplos: Quien niega una verdad de fe, por ejemplo el pecado original, o el infierno… es y debe llamarse hereje, tanto más culpable cuanto más obligación tenga de confesar y defender el dogma.

El que niega varios dogmas, o simplemente aburrido por la variedad de opiniones o errores que advierten en los sacerdotes u obispos, o finalmente por el deseo de no luchar y pensar por su fe, abandona todo con propósito de dejar la Iglesia es apóstata.

Es cismático el que introduce nuevas doctrinas contrarias a las que ha tenido la Iglesia. Digo doctrinas nuevas, que forjan las dos ramas que hoy tiene la Iglesia. Los que introducen esa división son cismáticos.

En otras palabras: Hereje el que duda o niega las verdades reveladas por Dios; una o varias. Apóstata el que separa SOLO de la Iglesia. Cismático el que forja una división.

Al hablar Dios de la apostasía, enfoca el problemaa la NEGACIÓN DE LA DIVINIDAD DE CRISTO. (2S. Juan V.9)

El problema se agrava para todo católico. Negar a Cristo ¿Quién lo hará cuando toda nuestra vida gira alrededor de ésta fe? Y sin embargo fallaría quien negara que ha de llegar ese momento de general negación de Cristo, momento de aceptación del impostor que se hará pasar por Dios, sentado en el lugar santo (2 Tes. 2-3).

Retengamos cuidadosamente lo que la fe nos enseña:

1) Cristo es VERDADERO DIOS, y sus palabras no pueden fallar. Por lo tanto, la Iglesia Católica durará hasta la consumación de los siglos.

2) Satanás dará la lucha contra Cristo, y procurará vencerlo derrotando a los cristiano, por ser éstos el cuerpo místico de Cristo.

3) Es igualmente verdad que llegará un momento en que todos , es decir la mayoría, negarán su fe, siguiendo al ANTICRISTO.

4) Necesario es demostrar que esta negación será posible, no solo porque Cristo lo ha dicho, sino porque nosotros cerramos los ojos a la verdad de la fe. (Apocalíptico 13)

5) Consecuencia inevitable es LA NECESIDAD DE DISTINGUIR A LOS PASTORES VERDADEROS DE LOS FALSOS.

6) Tenemos miedo de huir de los engaños; engaños que se presentarán dando órdenes que destruyen la Iglesia, y estas órdenes las hacen aparecer, y lo seguirán haciendo, como dadas por una autoridad.

7) Las profecías del Antiguo y Nuevo Testamento marcan el camino de Cristo y el camino del Anticristo.

No es pues increíble.

La apostasía general es posible.

Es infalible que ha de llegar; CRISTO LA ANUNCIA, y su palabra es divina, su verdad infalible. Llegará la apostasía universal.

¿En que consistirá ésta apostasía? ¿Serán todos los hombres los que renegarán de Cristo?

NO; sólo será la inmensa mayoría puesto que Cristo defenderá a los que serán fieles a Él. “No perecerá ninguno de los que mi Padre me ha encomendado”. Perecerán muchos, porque “son muchos los llamados” pero habrá “pocos elegidos”. Todos somos llamados, a todos nos ha dado sus gracias; por todos dio su Sangre y Él quiere que todos participemos de esa Sangre que cada día se ofrece en los altares. La Santísima Virgen multiplica sus llamadas y nos advierte los peligros; algunos predicadores dan voces recordando que el día del Señor se acerca. La inmensa mayoría prefiere seguir gozando con el mundo como podemos observarlo en todas partes (Mat. 24, 38). Y la multiplicación de los pecados atrae el castigo de Dios, castigo máximo de esta vida: la ceguera del alma.

Hay un peligro inmenso, ya que la mayoría prefiere cerrar los ojos a un principio que es cierto, seguro, sostenido por Dios con tal que se aplique correctamente: El estar con el Papa para no equivocarse. ¿Habrá en esto algún peligro? Sí lo hay cuando se contradice la doctrina de la Iglesia, la cual nos dice que el Papa es infalible CUANDO HABLA EX CÁTEDRA; que cuando no usa de ese privilegio de infabilidad, debe ser obedecido a no ser que contradiga evidentemente algo que la fe o la razón nos dicen estar fuera de sus facultades.

Dejo a un lado la posibilidad de intervención posible de allegados al Papa que tomen su nombre para dictar algo indebido. Estos sí pueden fallar, incluso en temas de fe.

De aquí resulta la urgencia de cuidar nuestra fe, y por ese motivo; basta ver la doctrina dogmática del Concilio Vaticano I, doctrina intocable. Y este concilio señala cuatro condiciones para que las declaraciones pontificias tenga valor de infalibles. El Papa Pío XII añade que debemos seguir al Papa también cuando no habla ex-cátedra; expresión que ciertamente no pasa por encima de los dicho antes “a no ser que lo mandado contradiga algo intocable” (Apocalíptico, Nos. 8 y 14).

Muchos autores en su terreno de autoridad enseñan unánimemente 1) Que el Papa es infalible cuando habla ex-cátedra; 2) que los Obispos con el Papa son infalibles cuando hablan dogmáticamente; 3) que cuando no se dan las condiciones de infabilidad debemos aceptar sus decisiones si no salen de su terreno de autoridad. Las normas por lo mismo, son claras.

Las normas son claras, no podemos dudarlo. Y sin embargo la profecía de Cristo tendrá cumplimiento. ¿Como puede suceder esto?

Dos maneras de negar la divinidad de Cristo, y por lo mismo dos maneras de llegar a la apostasía: Directamente, aceptando que Cristo no fue el verdadero Mesías, no fue el Redentor; indirectamente, plegándose a prácticas que no pueden aceptarse sin negar con la vida lo que tal vez se afirma con palabras o que se lleva en el corazón. Contradicción de mente y de doctrina.

Continuará

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