domingo, 17 de julio de 2011

USA: PRESIÓN PRO GAY SOBRE EL SALVADOR


La embajadora de Estados Unidos en El Salvador, en concordancia con la política del presidente Barack Hussein Obama, presiona para que ese país realice la reingeniería social pro homosexual. Piden que el Senado norteamericano no apruebe el nombramiento de la embajadora.


El pasado 28 de junio, recordando la celebración del Mes del Orgullo LGTB en su país, la embajadora estadounidense en El Salvador, Mari Carmen Aponte, defendió las pretensiones del lobby gay en un artículo publicado en La Prensa Gráfica, “Por la eliminación de los prejuicios, dondequiera que existan”, en el que presiona para implantar el estilo de vida gay en ese país centroamericano, basándose en documentos firmados por El Salvador en la ONU, en un decreto que prohíbe toda forma de discriminación por razones de orientación o identidad sexual del gobierno salvadoreño, y en la política pro gay de la Secretaría de Estado norteamericana.
Julia Regina de Cardenal, dirigente provida y columnista de El Diario de Hoy de El Salvador, denunció la actitud de la embajadora de los Estados Unidos de inmiscuirse en los asuntos internos de su país, y dirigió una carta pública a la diplomática, en la que le recuerda que una“regla fundamental en el ejercicio de las relaciones diplomáticas, es la de no desdeñar las tradiciones y costumbres del país huésped. Además, la prudencia y la templanza son reglas elementales de la buena educación”. También le reprochaba la prepotencia de pretender imponer su ideología en un país extranjero: “En clara violación a las reglas de la diplomacia y a las leyes de derecho internacional, usted pretende venir a imponer a los salvadoreños, desdeñando nuestros valores profundamente cristianos, una nueva visión de valores extranjeros y extraños, totalmente ajenos a nuestra idiosincrasia, disfrazándolos de supuestos ‘derechos humanos’”.
“En lo único que estamos de acuerdo con su escrito -agrega Julia de Cardenal- es en repudiar la violencia contra los homosexuales, bisexuales, transexuales, etc.; contra éstos, como contra flacos, gordos, altos o bajos… Esto, por supuesto, no implica aceptar la unión legal entre personas del mismo sexo o que se vayan agregando nuevas modalidades de familia como bisexuales, trisexuales, multisexuales y todo el abanico existente en la gama de alternativas de las preferencias sexuales”. Cardenal manifiesta que resulta absurdo confundir las reivindicaciones LGTB con los derechos humanos: “No aceptar la legitimidad de la ‘diversidad sexual’ no significa que estamos violentando algún derecho humano”.
Carta al Senado norteamericano
 Como el nombramiento de Mari Carmen Aponte aún está pendiente de la aprobación por parte del Senado norteamericano, organizaciones pro vida de El Salvador harán llegar al Congreso de los Estados Unidos la siguiente carta:
Honorables Sres. Senadores:
 El pasado 28 de julio, la Embajadora de Estados Unidos en El Salvador, Mari Carmen Aponte, publicó un artículo de opinión titulado “Por la eliminación de prejuicios dondequiera que existan”.
 Esta publicación ha resultado ofensiva para los salvadoreños, puesto que abusando de su estatus diplomático, la Embajadora Aponte ha mostrado un claro desdén hacia nuestros valores e identidad cultural pretendiendo “instruirnos” hacia un cambio de pensamiento que acepte como legítimas las múltiples formas de comportamiento sexual, tal como lo promueve el Presidente Obama.
 Conociendo que la Sra. Aponte fue nombrada por Obama como jefe de misión a nuestro país aprovechando un receso del Senado, ya que no ha logrado el consenso necesario para ser ratificada en el cargo, atentamente les solicitamos que mantengan su oposición a dicho nombramiento a fin de que no sea confirmada y que El Salvador tenga oportunidad de tener una mejor persona como representante del gobierno de tan noble país.
 Adjunto les enviamos la publicación del artículo de la Sra. Aponte, y nuestra respuesta al lamentable artículo. 
Sin otro particular, hacemos propicia la ocasión para presentarles las muestras de nuestra alta y distinguida consideración.
 De no ser confirmada por el Senado, Aponte deberá dejar El Salvador en febrero de 2012.

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