miércoles, 28 de abril de 2010

¿Más sacrilegios?

 Tomado de:
sanluisespolon.blogspot.com

La catedral gótica de Tortosa se ha llenado este jueves con los acordes de las guitarras eléctricas y los sonidos de la batería para la celebración de una misa rockera oficiada por el cura Joan Enric Reverté, conocido como el Padre Jony, y que es la primera que se lleva a cabo en este templo.
La misa se ha celebrado para conmemorar el centenario de la constitución de la Corte de Honor de la Virgen de la Cinta, una agrupación femenina que se encarga del cuidado de la capilla y la figura de la Virgen de la Cinta, patrona de Tortosa.
Con esta celebración eucarística, alejada de los cánones tradicionales e inédita en esta catedral de las Tierras del Ebro, las responsables de la Corte de Honor perseguían atraer a los más jóvenes al templo y despertar su interés por la figura de la patrona de la ciudad y por la religión en general.
Al final, han sido centenares los adolescentes que se han acercado a la catedral para seguir esta misa junto a otras personas que han querido ver en directo una celebración eucarística que no se había visto nunca antes en el templo tortosino.
El Padre Jony, que ha editado discos de rock con temáticas relacionadas con la religión y la promoción de los valores humanos, ha estado acompañado durante la misa por un grupo de músicos con guitarras eléctricas, batería, teclado y bajo.
Los músicos se han situado alrededor del altar mayor, mientras unos focos han proyectado luces de colores hacia las columnas del altar y el retablo medieval de la Virgen de la Estrella, que data de la mitad del siglo XIV.
Junto al altar mayor, se ha situado una pantalla en la que se han ido proyectando durante la misa símbolos y vídeos para acompañar las canciones del cura rockero.
El Padre Jony ha iniciado la misa con un blues para, posteriormente, ir desgranando durante la liturgia versiones rockeras de conocidas canciones religiosas como, por ejemplo, Pescador de hombres.
También se ha podido escuchar un Padre Nuestro cantado en versión rock o una canción de ofrenda a ritmo de rap.
El repertorio se ha cerrado con una versión, también rockera, del Himno a la Virgen de la Cinta, una de las piezas musicales más representativas de la ciudad de Tortosa. Esta versión ha sido creada especialmente para la misa de hoy.
Las canciones, interpretadas en riguroso directo, han levantado aplausos e incluso algunos ligeros movimientos de baile en algunos de los asistentes a la misa.
Los más jóvenes, procedentes de todos los institutos de Tortosa, han participado en la celebración realizando varias lecturas y las ofrendas, entre las que se figuraba una guitarra eléctrica, que ha acabado situada encima del altar.




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