En la península coreana existe una creciente e interminable tensión, siendo esa región del mundo uno de los cuatro focos de amenaza nuclear para la supervivencia del hombre. La pasada semana, tras el hundimiento de una corbeta de Corea del Sur por un submarino norcoreano en marzo del 2010, las venideras sanciones que la comunidad internacional le aplicará al régimen de Kim Sung II caldeó los ánimos a un nivel de alerta anaranjada. Corea del Norte ahora amenaza con “un castigo ejemplar” a su gemelo del Sur, si le aplican sanciones económicas. Este castigo pudiera tratarse de una invasión masiva del ejército comunista, tal como ocurrió desde 1950 hasta julio de 1953, firmándose luego el armisticio en el paralelo 38, como barrera provisional entre las dos repúblicas.
¿Por qué Corea del Norte es un foco de amenaza nuclear? En primer lugar, por el carácter dictatorial y totalitario del régimen comunista de Kim Sung II, aunado ello a su personalidad esquizofrénica y enfermiza. En segundo lugar, porque el régimen de Pyonyang posee entre tres a cinco ojivas nucleares y un arsenal de misiles de corto, mediano y largo alcance, capaz de alcanzar a Japón y la costa oeste de los Estados Unidos con su carga letal. En tercer lugar, porque Norteamérica tiene estacionados en la península 28 mil 500 soldados muy bien apertrechados para defender a Corea del Sur de cualquier amenaza de invasión por parte de su vecino comunista del norte. El blanco de los misiles norcoreanos lo es Seúl, la capital de Corea del Sur; Tokio, capital de Japón, archienemigo de los comunistas coreanos, y la base militar estadounidense.
Esta crisis coreana estalla en un momento clave para definir un nuevo mapa nuclear, toda vez que el pulso entre Irán y su proyecto nuclear y el mundo occidental, alcanza niveles de alto valor geopolítico.
Los analistas están preocupados por el estallido de otra guerra entre las dos Corea, precisamente por la presencia de las escasas, pero letales, al fin y al cabo, ojivas nucleares en poder del régimen de Kim. En un arranque suyo de irracionalidad y ceguera, bien pudiera ordenar dejar caer una sobre Seúl o la base norteamericana en la región. ¿Medirá el demente gobernante norcoreano las consecuencias de su acto? ¿Acaso no sabe que la respuesta militar de Norteamérica será la utilización del escudo antimisilístico y la devolución del golpe con bombas atómicas? Tal vez no lo sepa o no le importe saberlo. Eso es el precio de la irracionalidad.!!
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