Dicen que Pablo Domínguez Prieto nunca decía “yo” porque tenía siempre en cuenta a los demás, que nunca supo decir no a los que le pedían tiempo, que estaba enamorado de la gente y se hacía amigo incluso de quienes le insultaban en la calle. Amante de las alturas, coronó todas las cimas españolas con más de 2,000 metros, cimas de Los Alpes con más de 4,000 metros, y otras mayores en América y Asia. Siempre que podía, celebraba misa en la cumbre. La última cima española que le quedaba por conquistar, el Moncayo (2,300 metros), la escaló en febrero de 2009.
Las últimas palabras que dijo a su familia por teléfono, minutos antes de morir, fueron: “He llegado a la cima”.
“La última cima”, un filme sobre la vida del sacerdote Pablo Domínguez se consagró como la película número uno en espectadores por cine en España en los primeros días de este mes. Por petición popular, la película, con tan sólo cuatro copias, pasó a proyectarse en cincuenta salas el viernes 11 pasado. Cerca de seis mil personas ya han visto esta película de Juan Manuel Cotelo a pesar de estar en principio en sólo cuatro cines de toda España y competir directamente con las grandes producciones hollywoodenses.
Doble de público De hecho, ha doblado el número de espectadores por cine de la segunda cinta entre las más populares, “Sex and the City 2”, y llegado a triplicar los ingresos en taquilla de “El Príncipe de Persia” y “Robin Hood”. La respuesta del público ha sido masiva. Pese a haberse estrenado a mitad del puente del Corpus Christi, se ha situado como la primera película en recaudación por copia, algo sorprendente si se tiene en cuenta que es un filme cuyo protagonista es un sacerdote.
Son decenas las salas las que han decidido quitar de sus carteleras las exitosas películas en 3D para hacer un hueco a “La última cima”, la única película por estas fechas que, insólitamente, habla bien de los sacerdotes.
Es un documental sobre el sacerdote madrileño fallecido en 2009 en un accidente en el Moncayo. Filósofo y teólogo de la Facultad de Teología de San Dámaso, en Madrid, murió con 42 años durante el descenso.
Era la última cima española que le faltaba por coronar, pero su vida no fue la de un montañero al uso. Dejó atrás a muchísima gente que le apreciaba y admiraba. En su funeral participaron más de tres mil personas y una veintena de obispos.
Sus misas y conferencias se llenaban de gente que deseaba oír sus palabras, incluso sus fieles le pedían que predicara allá donde viajaba. El filme es el retrato de un hombre alegre, humilde y generoso que sabía que iba a morir joven, según sus conocidos. — Zenit
Biografía:
El teólogo Domínguez Prieto había ejercido su ministerio pastoral desde abajo, como vicario parroquial (coadjutor) en la parroquia Nuestra Señora del Templo (San Fernando de Henares), o capellán de la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, entre otros encargos.
Era un destacado especialista en Lógica y Filosofía de la Ciencia, destacando sus estudios sobre la Escuela de Varsovia. En esa especialidad fue director de la colección Filosofía de la Lógica, de la editorial Nossa y Jara, desde enero de 2001, y colaborador del programa La linterna de la Iglesia, de la Cope, desde septiembre de 2000 a junio de 2006. También destacó como profesor invitado en universidades católicas o civiles de todo el mundo, entre otras la de Alcalá de Henares, la Facultad de Teología del Callao (Perú), en el Seminario Internacional Redemptoris Mater de Ámsterdam y en el de Berlín, o en el Blessed Diego Luis de San Vitores Catholic Theological Institute for Oceania, en Guam.
Publicó, entre otros libros, Indeterminación y verdad, Teoría del contorno lógico y Lógica modal y ontología (los tres en la editorial Nossa y Jara); Concepción de la polivalencia lógica en la Escuela de Varsovia (editado por la Universidad Complutense en 2001) y Lógica y Filosofía e Historia de la Filosofía Antigua (ediciones de la Facultad de Teología San Dámaso).
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