martes, 13 de julio de 2010

¡Vaya que tiene que preocuparse!

Preocupa a Cristina Kirchner "guerra de Dios" contra bodas gay


La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, manifestó hoy su preocupación por la “guerra de Dios” lanzada por la Iglesia Católica para oponerse a la ley del matrimonio homosexual que será votada esta semana en el Congreso.

"He escuchado que hasta se habla de una guerra de Dios y algunos incluso han planteado la posibilidad de un plebiscito, sin tener en cuenta que estarían plebiscitando un derecho de la minoría", indicó la mandataria al inicio de una visita de Estado a China.

En entrevista con medios argentinos que la acompañan a Pekín, Fernández de Kirchner dijo que no quisiera que una ley permita que un funcionario, amparándose en una cuestión de conciencia, pueda decidir si atiende o no a una persona debido a su condición sexual.

Agregó que el Estado tampoco debe tener la facultad de permitir que una persona pueda o no acceder a una fertilización asistida, tal y como plantea una iniciativa presentada por la oposición en el Congreso.

El miércoles próximo, el Senado argentino discutirá la reforma al Código Civil que fue aprobada en mayo pasado en la Cámara de Diputados para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo y su derecho a la adopción. 



La sesión parlamentaria se prevé maratónica y plagada de incertidumbre, ya que son necesarios por lo menos 37 votos para la aprobación de la reforma, pero hasta el momento hay sólo 32 a favor, 30 en contra y 10 indecisos.

En vísperas del debate, la Iglesia Católica en Argentina intensificó la campaña en contra de la nueva legislación, e incluso el cardenal Jorge Bergoglio denunció que las bodas entre homosexuales son “una movida” del diablo.

La pelea se trasladará mañana a las puertas del Congreso, en donde los católicos realizarán una marcha y una jornada de oración, lo que se suma a las advertencias de “purgatorio” hacia los senadores que voten a favor.

Más tarde, las organizaciones de derechos humanos llevarán a cabo el acto “Ruido por la igualdad”, a través del cual durante media hora harán sonar trompetas, cacerolas y bocinas, como señal de apoyo a las bodas igualitarias.

El miércoles, ambos grupos se plantarán desde temprano ante el Congreso para esperar la discusión legislativa y, sobre todo, el resultado de la votación, que se dará en las primeras horas del jueves próximo.




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