domingo, 12 de diciembre de 2010

PORQUE SE TRATA TAN MAL A HERNÁN CORTÉS EN LA HISTORIA OFICIAL DE MÉXICO

ANTECEDENTES


La doctrina del Destino Manifiesto cambió la historia de México

Escudo de Hernán Cortés
Del llamado Mundo Occidental, que en alguna época ya lejana se llamaba el Mundo Cristiano; solamente ha quedado un área que a pesar de todos los ataques que ha sufrido a mano de sus enemigos interiores, -los judíos mal convertidos y los masones-, los protestantes, los musulmanes, comunistas y los paganos-. A causa de todas las destrucciones, de todas las herejías y de todas las traiciones; a pesar también, del peligroso indiferentismo que millones de bautizados tienen en materia religiosa. Solamente, repetimos, ha quedado el Orbe Hispánico, cual reserva maltrecha, pero viva en la Fe de Jesucristo.


Este Orbe Hispánico, reserva espiritual pujante, que al amparo de nuestra generosa cultura católica ibero-mediterránea se cobijan todas las razas y sus mezclas, cual síntesis de la humanidad.


Nuestro Mundo Hispánico comenzó a ser atacado desde el mismo día en que los judíos fueron expulsados de los reinos españoles por los Reyes Católicos, y con mayor saña desde el regreso de Cristóbal Colón a Sevilla, tras la gesta del Descubrimiento.
Los ataques se concretaron en todas las formas posibles: Económicos, políticos,psicológicos, culturales, y después de la Reforma protestante; en ataques terribles a la Religión Católica.


Leyenda Negra
La recién inventada imprenta, fue utilizada como arma poderosa de propaganda anti española, creando con los años la llamada Leyenda Negra. Leyenda nada más, porque no verdad, con la cual se fijó en la mente de los europeos norteños el estereotipo que aún tienen de nosotros. De entre todos esos pueblos, fueron los ingleses quienes más daño nos han causado. Primero por su apostasía del catolicismo, haciendo de su país receptáculo de todas las herejías cristianas, y en segundo lugar, por su envidia de la riqueza española.


En la segunda mitad del siglo XVI, invadieron ilegalmente la costa norteamericana; utilizando sus numerosos estuarios como guaridas de piratas prestos para asaltar a los galeones españoles que empujados por la corriente del golfo subían hasta el grado 35 para luego enfilar directamente al archipiélago de las Azores.
Después, Inglaterra aumentó la población de estos forajido vaciando sus cárceles de presidiarios y sus calles de prostitutas, llevando , además, esclavos arrancados de África para el cultivo del tabaco, droga muy dañina con la cual inundaron los mercados de Europa.


Luis XVI
Más tarde, a principios del siglo XVII llegaron los perseguidos de toda laya y fundaron las colonias, todas excepto una, Maryland, sectas heréticas salidas unas del anglicanismo y otras de la doctrina puritano-calvinista. Estas 13 colonias fueron la simiente de lo que doscientos años después sería la segunda república masónica mundial (a). Constituida por los revolucionarios anglo-americanos en 1776 sobre la base de la Doctrina de la Predestinación Divina ideada por Juan Calvino. Esta república consolidada en 1783 con la ayuda del rey Carlos II de España y los reyes Luis XV y Luis XVI de Francia; dirigió sus ambiciones sobre los territorios norteños del Imperio Español aplicando las directivas de su doctrina política, económica y religiosa llamada:


"La Doctrina del Destino Manifiesto angloamericano"

Ahí se encontraba la Nueva España, fundada por Hernán Cortés, un virreinato tricentenario con su enorme territorio, dotado de opulentas minas de metales preciosos, con ricas ciudades y pueblos, con sus catedrales y monasterios, con numerosos hospitales y centros de beneficencia; con sus prósperas haciendas agrícolas y ganaderas. Con sus prestigiosos colegios y Universidades; grandes centros de ciencia y cultura a la altura de Europa a finales del siglo XVIII.

La Nueva España , de principios del siglo XIX era un reino de ultramar, habitado por un pueblo variado, pero buen católico, conducido por la Jerarquía de la Iglesia Católica, aunque, manca ya de su brazo jesuita, pero aún admirable por su fuerte organización social.

El Reino de la Nueva España, era también, la más preciada joya del Imperio Español; desde su capital, México, se administraban lugares tan lejanos como las Islas Filipinas, los enclaves pesqueros de Alaska, las dos Floridas, toda Centroamérica y más de cinco millones de kilómetros cuadrados de la América septentrional.

Gran tesoro era éste, arrancado a la antigua España, que el 27 de septiembre de 1821 tomó Don Agustín de Iturbide en nombre del pueblo mexicano y que con el "Plan de las Tres Garantías: RELIGIÓN; INDEPENDENCIA Y UNIÓN", hubiese podido remontar el vuelo a los estados superiores para lo cual estaba destinado.

La historia luminosa del Virreinato, ha sido muchas veces despreciada e ignorada por la clase intelectual mexicana, que encandilada desde hace dos siglos por la potencia herética anglosajona del norte; se le entregó perrunamente, hasta el grado de traicionar a su patria, a su cultura hispana y lo que es imperdonable: hasta abjurar y combatir la religión de su pueblo.

La potencia angloamericana, siguiendo sus lineamientos anticatólicos calvinistas puritanos, y esgrimiendo su arma política más poderosa: La Masonería, supo aprovechar pérfidamente, la falta de conciencia cultural y religiosa de la clase intelectual mexicana de los siglos XIX y XX, para desarrollar su DESTINO MANIFIESTO sobre la Nueva España primero, y sobre el México independiente después.

Destino Manifiesto y su influencia en México

Una de las directivas de la doctrina de ese llamado Destino Manifiesto del nuevo pueblo predestinado por Dios para gobernar al Mundo, "el pueblo angloamericano", ha sido, influir para tergiversar la enseñanza de la verdadera historia del orbe hispánico, en general, y la de México su vecino inmediato en particular.

Así es que, dentro del paquete impositivo que los gobernantes yanquis dieron a los revolucionarios o insurgentes novohispanos primero, y a los gobiernos de la República Mexicana después, a cambio de armas y apoyo político. Estaban las siguientes condiciones: adoptar su Constitución herética, proclamar la libertad de cultos y desconocer la cultura española inventando una historia falsa, que diera impulso al artificioso indigenismo.

Los nuevos gobiernos republicanos mexicanos a la manera yanqui, fomentaron la hispanofobia en todas direcciones; con tal saña, que México es el único país hispanoamericano que tiene en su historia, haber decretado tres expulsiones de españoles; la inmensa mayoría de ellos, hombres productivos con familias mexicanas.

La hispanofobia y los ataques a nuestra Religión Católica han sido, sin duda, de inspiración angloamericana, propagados entre el pueblo por medio de la instrucción oficial de los gobiernos liberales del siglo XIX y por sus descendientes ideológicos, del siglo XX y de la época cardenista. Todos ellos han dejado en la mente de la mayoría de los mexicanos la falsedad de que México, como entidad social autónoma, ha existido desde los tiempos prehispánicos. Y que la cultura hispana y la religión Católica son agregados que fácilmente se pueden despegar del alma de los pueblos autóctonos.

Continuará

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