El vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Baltazar Porras, rechazó la imagen de un grafiti que muestra a Jesús y Nuestra Señora del Coromoto, patrona de Venezuela, con un fusil en las manos. Esta muestra de arte callejero se encuentra en el sector 23 de enero y fue pintada por el colectivo La Piedrita.
Monseñor Porras afirmó que con imágenes alusivas a violencia “es imposible construir un país donde haya esperanza de vida”. Resaltó que en el país “todo es un campo de batalla, un odio, un desprecio del otro. Así, no se puede pues, vivir”.
Cuestionó la existencia del Poder Moral, capaz de tomar acciones ante este tipo de hechos. Pues indicó que se tratan de “mensajes de muerte que incitan a lo peor, a lo más sórdido que puede tener el corazón humano”.
“¿Cuál es la verdadera Defensoría del Pueblo?”, preguntó. Recordó que en Venezuela fueron aprobadas leyes que prohibieron la venta de juguetes bélicos aunque el Estado continua invirtiendo dinero en compra de armamentos.
Por su parte, el monseñor Jorge Urosa, pidió expresamente que el mural sea removido. “Ese mural lo deben quitar. Es una exigencia del pueblo católico de Caracas y de Venezuela. Es un mural antirreligioso, anticristiano. Debe ser completamente eliminado. El sentir de la gran mayoría es contrario al uso, a la manipulación de la figura religiosa”, dijo.
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