Los feligreses dicen que el mural de la Virgen de Guadalupe, santa patrona de México, que se encuentra detrás del altar de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, ha sido una inspiración desde hace décadas.
Y no les ha caído nada bien la decisión de un párroco de hacer construir un muro que bloquea el mural. El muro ha causado enorme revuelo y tensiones entre la Iglesia Católica y la comunidad hispana de Denver.
"Dios no vive en el edificio", gritó Helen Girón-Mushfig, apuntando hacia el terreno de la Arquidiócesis de Denver, donde una docena de personas entregó el martes una carta a líderes católicos pidiendo que se eliminase el muro.
"Deberían saber mejor que nadie lo que representa Nuestra Señora de Guadalupe para los pueblos indígenas", sostuvo Girón-Mushfig, profesora visitante del departamento de estudios de Chicanos y Chicanas del Metropolitan State College de Denver.
La agrupación que trata de conseguir que se retire el muro se llama Faithful United y dice contar con el apoyo de más de 400 personas.
La Arquidiócesis de Denver afirma que la mayoría de los feligreses de Nuestra Señora de Guadalupe apoyan la decisión de erigir el muro, que según el reverendo Benito Hernández era necesario porque el mural "distraía la atención del foco central de la presencia sagrada del Sacramento Bendito en el altar".
"Hemos oído de boca de los feligreses y de la comunidad hispana en general que apoyan las renovaciones. Los que se quejan son menos que los que apoyan la decisión", declaró la portavoz de la arquidiócesis Jeanette DeMelo, en un comunicado. "Esta decisión no desconoce el valor del mural en la historia de la parroquia ni representa un rechazo de la propuesta original del artista. Simplemente le dio al tabernáculo el papel prominente que se merece".
DeMelo destacó que el mural está "abierto y es accesible" a quienes deseen verlo.
Acotó, no obstante, que Hernández no permitía que la prensa fotografiase el mural, aduciendo que la iglesia es "un sitio de adoración".
La arquidiócesis no permitió tampoco que la prensa acompañase a la delegación de personas que entregaron su carta el martes. El arzobispo de Denver Charles Chaput criticó a ese grupo de gente por haber acudido a la prensa "en lugar de acudir a los canales indicados", según dijo DeMelo.
Los miembros de United Faithful afirman que el mural no debe ser bloqueado.
"El muro es una afrenta a nuestra fe y a nuestra herencia", dice la carta que entregaron a las autoridades eclesiásticas.
La iglesia, construida en 1948, es desde siempre un centro de activismo político y cultural de los hispanos.
Tom Noel, profesor de historia de la Universidad de Colorado, dijo que un antiguo párroco llevaba un águila del sindicato Trabajadores Agrícolas Unidos (United Farm Workers) entre sus ropas cuando oficiaba misa. Algunos de los miembros de la congregación desempeñaron cargos públicos.
En 1977, la artista local Carlota EspinoZa pintó el mural de la Virgen a pedido del párroco de esa época. EspinoZa, quien dijo haber tenido una visión de la Virgen años antes, pintó un mural que muestra a la Virgen con el indígena Juan Diego arrodillado a su lado en una colina próxima a la Ciudad de México. Según la tradición, la Virgen dejó una imagen suya en el poncho de Juan Diego, lo que ayudó a popularizar el catolicismo entre los indígenas tras la llegada de los españoles. Juan Pablo II canonizó a Juan Diego en el 2002.
"Poner un muro frente a ella me pareció un sacrilegio", dijo EspinoZa.
La Virgen de Guadalupe es muy venerada en Latinoamérica. La Iglesia Católica la declaró santa patrona de las Américas.
"La Virgen de Guadalupe es la madre bendita no solo de México, sino de Denver, de Nueva York... Está en todo el mundo", expresó la doctora Marta Urioste, quien desde hace 40 años va todos los 12 de diciembre a la iglesia de Denver para celebrar la aparición que tuvo Juan Diego. "El que alguien decida que Nuestra Señora de Guadalupe no puede estar allí es una total falta de respeto".
Gloria Fuentes, de 51 años y quien va a la iglesia desde hace más de 30 años, dice que está de acuerdo con la construcción del muro para que Cristo sea el foco central del altar.
"La iglesia es Cristo", manifestó. "Nuestra Señora es su madre y es muy, muy importante, pero Cristo es nuestra iglesia".
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