LOS ÁNGELES, EU.- La policía de Los Ángeles y activistas esperan que entre 100 mil y 250 mil personas participen este sábado en la marcha que se realizará en demanda de una reforma migratoria y para protestar contra la ley antiinmigrante en Arizona.
El vocero del Sindicato Internacional de Trabajadores de Norteamérica (LIUNA), Dawn Page, indicó que esperan una asistencia de al menos 100 mil personas, aunque el número podría aumentar a causa de una creciente promoción del evento en medios de comunicación locales.
Los organizadores han pedido a los participantes que vistan ropa blanca y que lleven sólo banderas estadounidenses a fin de no causar confusión y protestas entre los grupos conservadores.
Además de que ha hecho un llamado a los manifestantes -que marcharán de la calle Broadway a la alcaldía de Los Ángeles- para que protesten de manera ordenada y pacífica.
La portavoz del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), Rosario Herrera, señaló que habrá el suficiente número de agentes del orden para resguardar la tranquilidad en la marcha.
A la manifestación se ha confirmado la asistencia de los músicos Emilio y Gloria Estefan, además de Dareyes de la Sierra, entre otros, y se espera que también asistan políticos locales y numerosas organizaciones proinmigrantes.
La marcha tenía como principal objetivo la demanda de una reforma migratoria integral, pero después se sumó la condena a la ley antiinmigrante de Arizona, promulgada en días pasados, la cual criminaliza la inmigración ilegal y autoriza a la policía a detener a personas sospechosas de ser indocumentados.
Barack Obama borra de su agenda la reforma migratoria
La reforma migratoria se convirtió en el primer tema importante que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, decidió borrar de su agenda para este año, en el que sus partidarios en el Congreso enfrentan elecciones en medio del descontento de muchos votantes. Esta declaración de Obama se da justo cuando el líder de la mayoría del Senado de Estados Unidos, Harry Reid, y sus correligionarios demócratas, presentaron ayer un “marco” para una extensa reforma a las leyes de inmigración del país.
Obama se encargó de declarar la iniciativa postergada en persona, al señalar que los legisladores no estarían dispuestos a abordar este tema polémico cuando muchos buscan la reelección y ya tienen que tratar otro gran paquete legislativo sobre el cambio climático.“No quiero que hagamos algo que no resuelve el problema sólo por motivaciones políticas”, dijo Obama a los periodistas.
La reforma migratoria fue una promesa de campaña de Obama, que dijo a grupos de activistas hispanos que la emprendería en su primer año de mandato. Sin embargo, la crisis económica, un temario abultado, el partidismo de un año electoral y la falta de voluntad de muchos políticos incidieron en que el Congreso demorara en tratar el tema y, finalmente, Obama decidió dejarlo de lado.Se estima que existen unos 10.8 millones de inmigrantes ilegales en Estados Unidos, dijo Harry Reid, “demócratas y republicanos pueden concordar en que nuestro sistema inmigratorio está dañado” y pidió cooperación de ambos partidos para arreglarlo.Obama declaró que “lo que ha quedado claro es que no podemos esperar más a que nuestro sistema roto de inmigración, algo en que tanto demócratas como republicanos coinciden en que no funciona”.
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