Dies Irae

París, 30 abr (EFE).- La bandera española con escudo franquista, y la de la falange, presiden el local de un grupo de la ultraderecha de Burdeos (suroeste) cuyas actividades investiga la fiscalía de esta ciudad, tras revelarlas el pasado martes el canal público France 2, informaron hoy los medios franceses.
Los citados emblemas destacaban sobre los muros del sótano donde se reúnen los alrededor de 150 miembros del grupo Dies Irae, católicos tradicionalistas, filmados con cámara oculta, según pudo verse en un reportaje de la agencia Capa difundido por France 2 en su programa "Les Infiltrés".
Las actividades reveladas, que la fiscalía de Burdeos consideró "susceptibles de incriminaciones penales", "perjudican gravemente" la imagen de la ciudad, según su alcalde, el ex primer ministro conservador, Alain Juppé, "escandalizado" ante las "horripilantes teorías" defendidas por "grupúsculos" como ése.
El título del documental, "À l'extrême droite du père" (A la extrema derecha del padre), evoca la relación existente entre sus protagonistas principales y la escuela católica tradicionalista Saint-Projet (Santo Proyecto), donde se forman 85 alumnos de 3 a 15 años.
Tanto jóvenes estudiantes como profesores de ese centro privado mantienen propósitos altamente racistas contra negros, árabes y judíos, cuando ignoran ser filmados.
También ante la cámara invisible, su profesor de historia crítica al "desertor" general de Gaulle (jefe de la Francia libre que resistió a la ocupación alemana y al régimen nazi de Vichy durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)); y tacha de "salvador" de la patria al mariscal Petain (colaborador principal de la Alemania de Hitler).
La escuela depende del Instituto del Bon Pasteur, cuyo superior general es el abad tradicionalista Philippe Laguérie.
Pensadores como Aristóteles y Santo Tomás son los inspiradores oficiales del grupo, según declaró su fundador, Fabrice Sorlin, militante de la extrema derecha francesa hasta su expulsión, en 2008, en una entrevista concedida a la agencia Capa.
Según los medios franceses, las autoridades políticas y eclesiásticas de Burdeos han condenado las actividades y declaraciones reveladas por el documental, mientras que su productor, Hervé Chabalier, patrón de Capa, subrayó que grupúsculos como el filmado son "absolutamente minoritarios". EFE