MÉXICO (AP).- La Arquidiócesis Primada de México retiró la licencia sacerdotal a un cura acusado de abusar sexualmente de una menor en Estados Unidos en la década de 1980, en un intento de demostrar su cambio de actitud ante las críticas que la iglesia Católica ha recibido por no actuar a tiempo ante ese tipo de casos.
El cardenal Norberto Rivera, responsable de la Arquidiócesis que supervisa todas las parroquias de la capital mexicana, decidió quitar la licencia al sacerdote Lucas Antonio Galván, quien hasta ayer estaba adscrito a una parroquia del norte de la ciudad, informó el jueves a la AP su portavoz Hugo Valdemar.
Galván se declaró culpable en 1989 de asalto sexual a una niña de 11 años en Colorado, Estados Unidos, y por lo cual estuvo en libertad condicional. En 1992 llegó a la Iglesia de San Cayetano en Buenos Aires y en 1997 fue transferido a la ciudad de México a la Parroquia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón y San Cayetano.
El portavoz dijo que tras la publicación en marzo de un reportaje de la revista mexicana Emeequis sobre 25 sacerdotes involucrados en abuso sexual que llegaron a México a refugiarse, entre ellos Galván, la Arquidiócesis decidió hacer una revisión de los nombres y verificar si alguno de ellos estaba en alguna iglesia de la capital.
La Arquidiócesis aseguró que de los mencionados en la revista sólo pudo identificar a Galván, por lo que solicitó la semana pasada a sus superiores un informe sobre sus antecedentes.
Debido a que hasta el miércoles no habían recibido el reporte, el cardenal Rivera decidió retirarle la licencia, lo cual implica que Galván no puede oficiar como sacerdote en ninguna iglesia de la ciudad de México, aunque no está impedido de hacerlo en otro lugar si el obispo responsable lo autoriza, dijo el portavoz.
"No puede ejercer porque tenemos serias dudas, y hasta que no nos demuestre lo contrario no puede ejercer", dijo. Aseguró que no sabían nada de los antecedentes de Galván.
Señaló que al enterarse por la prensa, "nos quedamos muy sorprendidos" y afirmó que el cardenal Rivera actúa "de buena fe a lo que le dice un superior religioso de uno de sus miembros, pero igual puede ser engañado".
Galván era el segundo sacerdote en importancia de la Parroquia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón y San Cayetano, cuyo titular es el padre Jesús Orozco.
Una mujer que contestó en la parroquia dijo a la AP que Orozco no desea hablar del caso.
Eric Barragán, responsable para Latinoamérica de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual de Sacerdotes, dijo a la AP que aunque es una decisión tardía, aplaude la decisión del cardenal Rivera.
"Espero que sea una nueva actitud de la Arquidiócesis", dijo Barragán. La Red ha interpuesto cuatro demandas en Estados Unidos contra Rivera por presunto encubrimiento de otro sacerdote, Nicolás Aguilar, que abusó sexualmente de niños y está prófugo.
Valdemar aseguró que la Arquidiócesis "sí está cambiando la actitud" y ha decidido tomar "medidas muy drásticas" ante cualquier señalamiento de abusos.
"Tenemos que reconocer que los medios, con un método que ciertamente ha sido muy doloroso, nos han enseñado a tomar en serio casos que antes se veían con relativa calma, cosa que hoy no puede haber", expresó.
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